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Políticas sociales

Políticas sociales en Cuba: continuidad… del retroceso

DIARIO DE CUBA ofrece cifras de lo ocurrido en 2022 con los programas que, según Díaz-Canel, son la 'base social de la Revolución'.

La Habana
Ilustración.
Ilustración. Diario de Cuba

En febrero de 2022, siete meses después de las protestas del 11J, Miguel Díaz-Canel dijo en una reunión gubernamental que los programas sociales eran "la base social de la Revolución" y que daban "continuidad al legado del pensamiento" de Fidel Castro. Sin embargo, tuvo que reconocer que "hoy para muchas personas en nuestra sociedad, los programas estos se detuvieron".

Un análisis de lo sucedido en Cuba con algunos programas sociales en 2022, año durante el cual la inflación creció en casi un 40%, demuestra que, más que detenerse, retrocedieron.

Programa de Nacional de Viviendas

Según las cifras oficiales, en Cuba existe un déficit de más de 800.000 viviendas. A ello se suma que una buena parte del fondo habitacional de La Habana, la ciudad más grande del país, se encuentra en regular o mal estado, debido a la falta de mantenimiento y reparación desde hace décadas.  

En 2022, el Gobierno cubano volvió a incumplir su propio plan. En octubre, los directivos del sector señalaron que iban por un 76% de lo proyectado, pero dos meses más tarde, poco antes de finalizar el año, tuvieron que rebajar su previsión al 58% de lo previsto. Se completaron 21.229 viviendas, apenas 2.000 viviendas más que en 2021

En Ciego de Ávila —donde está enclavado uno de los principales destinos turísticos de Cuba, Cayo Coco, que durante la pandemia siguió recibiendo veraneantes—, el Estado terminó en todo 2022 apenas 946 viviendas, un 54,5% menos de lo previsto.

Solo en la provincia de Granma, hay 35.834 pisos de tierra, de los que el Gobierno se propuso erradicar apenas 4.439 en 2022. Tampoco consiguió cumplir esa meta poco ambiciosa, pues eliminó solo 1.462.

El Programa Nacional de Vivienda incluye uno priorizado para madres de tres o más hijos. Al cierre de junio de 2022, según las últimas cifras oficiales, estaban identificadas 57.416 en esa situación. De ellas, 42.301 con necesidades de acciones constructivas de algún tipo en sus viviendas. Desde 2019 fueron beneficiadas cerca de 7.000; con solución definitiva para 3.482. En 2022, fueron solo 1.230.

Pese a que el problema de la vivienda sigue siendo de los que más afecta a la población y el régimen no ha sido capaz de solucionarlo en 64 años de Revolución, a finales de 2022 volvió a postergar la aprobación de una nueva Ley de Vivienda.

Programa Educacional

En el curso 2022-2023, el Ministerio de Educación tiene un déficit de profesores que cubre con estudiantes y personal de otros organismos. En Sancti Spíritus faltan 923 profesores en los distintos niveles de enseñanza; en Las Tunas, 263, la mayoría de ellos en la enseñanza secundaria básica; en Granma, estudiantes universitarios fungen como maestros.

Para cubrir la falta de profesores en La Habana se trasladaron 1.825 maestros provenientes de ocho provincias a la capital. Ello implicó un aumento de gastos en transporte, alojamiento y avituallamiento. La causa principal del déficit: ausencia de libertad académica, malas condiciones de trabajo, falta de incentivos y bajos salarios.

En noviembre de 2022, en declaraciones recogidas por el medio estatal Juventud Rebelde, la ministra de Educación de Cuba reconoció que La Habana tenía una cobertura del 89%, por lo que se requerían "unos 3.000 maestros de otras provincias y profesores contratados de otros organismos".

La ministra también reconoció que la industria no había podido preparar todos los uniformes para el inicio del período lectivo, que se distribuiría "un 50% de las libretas", y el resto se iría entregando durante el curso, que no se imprimirían nuevos libros y los estudiantes tendrían que compartir textos.

"Por muchos propósitos que nos hagamos para elevar la calidad sería imposible si no contamos con el personal requerido", dijo la ministra.

Programa de Salud 

La cantidad de cubanos que piden públicamente ayuda para conseguir medicamentos o recursos inexistentes en los hospitales de la Isla, o denuncian la muerte de algún familiar por negligencia médica, evidencia el retroceso del programa de salud. 

Cuba sufre en estos momentos un déficit de profesionales de la salud que ha sido reconocido por la prensa estatal. A inicios de noviembre pasado, el periódico Invasor informó que 146 residentes de distintas especialidades médicas causaron baja al cierre de 2021 y 39 lo hicieron en lo que iba de 2022, solo en la provincia de Ciego de Ávila.

Las autoridades del Partido Comunista de Cuba (PCC) de esa provincia reconocieron el negativo impacto en los indicadores de salud que provoca la insuficiencia de médicos y enfermeros en ese territorio, en otro artículo del mismo periódico.

Al menos dos cubanos fallecieron en 2022 esperando por ambulancias que nunca llegaron. La falta de ambulancias también ha sido reconocida por la prensa estatal. En noviembre pasado, el periódico oficial local El Artemiseño reportó que de los 46 vehículos destinados a ese territorio solo están disponibles entre 17 y 22 desde el inicio de la pandemia.

Sin embargo, en vez de importar ambulancias, el Gobierno cubano invierte en comprar autos para rentárselos a los turistas.

El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Cuba reportó en 2022 una tasa de mortalidad infantil de 7,5 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que equivale a 39 fallecidos menos que en 2021, cuando ese indicador fue de 7,6, el más alto en dos décadas, y un aumento del 55% con respecto a 2020.

De los 168 municipios de la Isla, solo en 21 no hubo fallecidos menores de un año, según el informe.

Programa de Transporte

En diciembre de 2022, en su informe ante la Asamblea Nacional del Poder Popular, el ministro de Transporte de Cuba, Eduardo Rodríguez Dávila, reveló que en el país solo funciona el 42% de los ómnibus. Para el año pasado se había planificado transportar a 1.733 millones de pasajeros, pero a mediados de diciembre último ese plan solo se había cumplido al 59%, con 1.500 millones de cubanos transportados.

Había provincias con cifras aún más bajas que el Coeficiente de Disponibilidad Técnica (CDT) de 42% que promediaba el país, como Santiago de Cuba (23%), Guantánamo (26%) y Pinar del Río (30%).

El parque automotor de Ómnibus Nacionales estaba al 48%; el de Transmetro, al 50%; y el de la Empresa de Transporte Escolar, al 53%. Ómnibus Nacionales cubrió en 2022 el 43% de las salidas interprovinciales que se realizaban antes de 2019.

En la zona montañosa cubierta por el llamado "Plan Turquino", de las 198 rutas, 110 permanecen inactivas.

Programa Agroalimentario

Si existe alguna duda sobre el retroceso que experimentó este programa nacional en Cuba en 2022, recordemos que, a mediados de diciembre último, Miguel Díaz-Canel tuvo que reconocer que el país contaba con una ley de alimentación, pero no había alimentos; una ley de pesca, pero no había pescado, y estaba a punto de aprobar una ley de fomento de la ganadería, pero no había ganado.

Según el economista Pedro Monreal, en noviembre de 2022 el pollo exportado por EEUU a Cuba alcanzó una cifra récord. Pese a ello, el producto no alcanza ni para la distribución controlada.

El pollo es uno de los cinco productos que se vende a la población de La Habana de manera controlada. A inicios de enero de 2023, una nota de la Dirección Estatal de Comercio citada por la estatal Agencia Cubana de Noticias señalaba que "por falta de disponibilidad no ha concluido el primer ciclo de venta en todos los municipios".

En noviembre de 2022, el medio oficial local Escambray admitió que la producción de cerdo había tocado fondo en la provincia de Sancti Spíritus. En el país, el cerdo pasó de ser el mamífero nacional a convertirse en un producto importado desde España, pero que no llega a la población. Para la cena de fin de año, los cubanos tuvieron que exprimirse los bolsillos o pasar horas de cola y matazón para adquirir la carne, racionada y a un precio un poco más bajo de lo que la venden los particulares.

En cuanto al arroz, producto básico en la dieta de los cubanos, la producción nacional no cubre la demanda y el país depende de donaciones

Un artículo del medio estatal Granma reconocía este mismo mes que la producción de ese alimento ha caído en picada desde 2018 y el panorama no mejorará en 2023.

Oslando Linares Morell, director de la División Tecnológica del Arroz del Grupo Empresarial Agrícola, adscrito al Ministerio de la Agricultura, aseguró que el Programa Integral del Arroz, un plan de ese ministerio para alcanzar el autoabastecimiento del grano en el año 2030, difícilmente se cumpla, pues de las 200.000 hectáreas necesarias de siembra para alcanzar las 600.000 toneladas de arroz que cubren la demanda nacional, en este 2023 el plan previsto a sembrar es de apenas 68.000.

Respecto al programa azucarero, en 2022 Cuba produjo 473.000 toneladas, menos que durante la Guerra de los Diez Años, iniciada en 1868. No logró cumplir el acuerdo permanente de exportación a China ni cubrir la demanda nacional. 

La zafra 2022-2023 arrancó con 13 centrales menos que la anterior, por lo que es muy probable que los cubanos sigan pasando trabajo para endulzar el café o la limonada, que según Miguel Díaz-Canel es la base de todo. Quizás no necesiten preocuparse por endulzar esas bebidas, porque el café y el limón también están escasos.

En cuanto al programa energético, los apagones de hasta 12 horas que golpearon a los cubanos durante varios meses y los llevaron a protestar contra el régimen en las calles, hablan por sí solos. 

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