Las autoridades del Partido Comunista (PCC) en la provincia de Ciego de Ávila reconocieron el negativo impacto en los indicadores de salud que provoca el déficit de médicos y enfermeros en ese territorio, informa el periódico estatal Invasor.
En una reunión con el primer secretario del PCC Liván Izquierdo Alonso se dio a conocer que en esa provincia hay un déficit de 36 médicos y 46 enfermeros en los consultorios del Médico de Familia, además que 29 de esos locales presentan problemas constructivos.
Coralia García Montenegro, responsable de la Atención Primaria de Salud dijo que se han reestructurado los Grupos Básicos de Trabajo para poder abarcar todo el territorio, pero aun así ''faltan nueve clínicos, ocho pediatras y dos obstretas''.
De manera global en Ciego de Ávila faltan 504 enfermeros, de ellos el hospital provincial Roberto Rodríguez necesita 160 plazas de asistentes médicos por cubrir.
A ello se suma que en 19 policlínicos del territorio existen 16 servicios interrumpidos, entre ellos las regulaciones menstruales, el electrocardiograma, laboratorio clínico, ultrasonido y rayos X.
La deficiente atención médica se constata ''en el aumento de los casos de cáncer de mama y en el no cumplimiento de las pruebas citólogicas'', reconoció Izquierdo Alonso, quien achacó ese incremento a que todo el sistema de salud estuvo en función de atender la pandemia del Covid-19.
Un reportaje de Invasor a principios de este mes daba a conocer también que muchos médicos de las especialidades de Medicina Interna, Pediatría, Ginecobstreticia, Medicina Intensiva y Emergencia pedían la baja de sus centros laborales, por lo que en esas especialidades la provincia también presenta un déficit de especialistas.
En ninguno de estos reportes se señala como una de las causas de esta crítica situación de los indicadores de salud los bajos salarios y las malas condiciones laborales en que trabaja el personal de salud cubano.
Debido a ello muchos profesionales de este sector ven como única opción para mejorar sus vidas enrolarse en las llamadas ''misiones médicas''.
Este programa de exportación de médicos ha sido denunciado por organismos de Naciones Unidas como ''trabajo forzoso'' por las condiciones en que el régimen de La Habana exporta a sus profesionales de la salud, al quitarle el 80% de sus salario.
