Cubanos exhaustos pagan con calabozos sus protestas, mientras el Gobierno machaca en la 'transición energética' como solución a los apagones diurnos en 2026.
'No hay pollo en Santiago de Cuba', lamenta una madre de tres niños. 'Las MIPYMES eran las que tenían, a pesar del tope de precios, pero se les pudrió por los apagones'.
En otro fin de semana negro para toda Cuba, la electricidad en Artemisa llega a poco más del 50% de los clientes, mientras la FAO anuncia donaciones por 680.000 dólares para los damnificados de Oscar.
'Vamos a ver cómo sobrevivimos. La comida ya se nos echó a perder. Además del apagón, no hay agua, ni balita de gas para cocinar', lamenta una anciana de 80 años.
Fuera del banco y los hospitales, solo tienen acceso a la electricidad la tumba del dictador Fidel Castro y la zona exclusiva donde Raúl Castro tiene una de sus mansiones más lujosas.
Justicia 11J eleva a 51 las manifestaciones de descontento registradas en Cuba a raíz del colapso energético de octubre y pide el fin de la criminalización de la protesta.
La entidad estatal dice que ya funcionan más de diez islas de generación emergente y que espera sincronizar la termoeléctrica de Matanzas al sistema nacional.
'Disparos de líneas y oscilaciones en la frecuencia' ocasionaron la segunda caída del sistema en menos de un mes y con apagones previos de más de 20 horas.