La crisis del Programa Nacional de Atención Materno Infantil, aunque las autoridades sanitarias del régimen la nieguen, es un hecho.
En el año recién concluido, hubo en Cuba 71.374 nacimientos, casi 20.000 menos que en 2023.
Un informe presentado en la Asamblea Nacional dice que la tasa pasó de 7,9 a 7,4, pero en enero el MINSAP presumió de que en 2023 había bajado a 7,1.
La iniciativa pone su atención en el incremento de la infecciones de transmisión sexual, los embarazos adolescentes y la mortalidad infantil.
La credulidad de la sociedad civil cubana respecto a la gestión del Gobierno tiende cada vez más a cero.
Mayabeque, Guantánamo, Santiago de Cuba y La Habana registran los peores resultados, según el ministerio.
La tasa se registra en medio de un descenso de 20.500 nacimientos en un solo año.
'Tenemos una labor de gigantes por delante', concluye Díaz-Canel.
El MINSAP reconoce que hubo 'violaciones de medidas higiénico-sanitarias', y sanciona a 22 trabajadores del Hospital Materno de Diez de Octubre.
Niegan que la escasez haya influido en los decesos y se escudan en 'la magnitud del número de nacimientos'.
El Ministerio de Salud Pública se ve obligado a informar y dice que ha creado una comisión para investigar los hechos.
De acuerdo con una nota del MINSAP, al cierre de 2022 hubo en Cuba 95.402 nacidos vivos, 3.694 menos que en 2021.
El convenio de colaboración tendrá un aporte español de 1,2 millones de euros y también beneficiará a Palestina y Haití.
'No se logra la efectividad necesaria en las acciones de control y fiscalización que le corresponde realizar a los cuadros', dice la viceministra primera de Salud Pública, Tania Margarita Cruz.
La embarazada deja de trabajar al cumplir 34 semanas y recibe una licencia de maternidad de más de cuatro meses, divididos en seis semanas antes del parto y 12 después.
Una comisión de Salud Pública y del Programa de Atención Materno Infantil estarían investigando 'posibles brechas en la vigilancia epidemiológica y en las normas higiénico-sanitarias'.
El ministro dijo que hay que mantener el descenso con respeto a la de 7,6 infantes fallecidos por cada mil nacidos vivos que hubo en 2021.
Entre 2012 y 2021 las mujeres cubanas perdieron 6,7 años de esperanza de vida y los hombres 7,5, una verdadera tragedia.
Es la tasa de mortalidad infantil más alta reportada por las autoridades en los últimos 20 años.
Las tasas de mortalidad infantil y materna aumentaron incluso cuando se produjo un bajón en el índice de natalidad.
