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Salud

El 'puzzle mediático' de la mortalidad infantil en Cuba

La credulidad de la sociedad civil cubana respecto a la gestión del Gobierno tiende cada vez más a cero.

La Habana
Una madre y sus hijos en La Habana.
Una madre y sus hijos en La Habana. Diario de Cuba

La credulidad de la sociedad civil cubana respecto a la gestión del Gobierno tiende cada vez más a cero. Un hecho que se constata luego de que el ministerio de Salud Pública (MINSAP) anunciara los índices de mortalidad infantil del año 2023.

"Resulta increíble que el Gobierno asegure que hubo una baja en los índices de mortalidad infantil tras un año en que las denuncias sobre negligencias que provocaron el fallecimiento de recién nacidos se volvieran virales en redes sociales", opina la habanera Irma Medina.

"Aunque no es primera vez que el Gobierno utiliza estos índices para aparentar que la situación en Cuba no es tan crítica, asegurar una mejoría de esta índole luego de que la pandemia de Covid dejara al desnudo el desastre en la Salud Pública, es descarado y ofende a todas esas madres que atravesaron el dolor de perder a sus hijos bajo un sistema de Salud que arroja luz para la calle, pero oscuridad para la casa", añade Medina, cuya opinión es compartida por otros habaneros consultados.

Según declaraciones de Catherine Chibás Pérez, jefa nacional del Programa Materno Infantil (PAMI), la mortalidad infantil registró un 7,1 por mil nacidos vivos. Aunque este registro presume una mejora en comparación con el bienio 2021-2022 (7,6 y 7,5 respectivamente), sigue siendo un 82% más que el de 2018, período que cerró 3,9 por cada mil, según el Gobierno. Los peores resultados, dijo la funcionaria, se reflejaron en La Habana, con una tasa de mortalidad infantil de 7,9 (9,5 en 2022); Santiago de Cuba, con 8,0 (9,9 en 2022); Guantánamo, 9,0 (9,7 en 2022), y Mayabeque, 9,1 (12,2 en 2022).

"Si en La Habana aumentaron las muertes de recién nacidos, ¿cómo habrá sido en otras provincias donde el panorama en general es tremendamente desolador? Por eso no doy crédito a las afirmaciones del MINSAP", señala Serafín Vega, vecino del consejo popular Luyanó, territorio cercano al hospital ginecobstétrico de 10 de Octubre, conocido popularmente como Hijas de Galicia.

"Las negligencias médicas, tanto en hospitales ginecobstétricos como en pediátricos, pasaron en los últimos años de ser de excepcionales a cotidianas. Y estaríamos contando solo las que fueron denunciadas, porque desconocemos el número de aquellas familias que por temor a represalias optaron por el silencio y se tragaron el dolor", agrega Vega.

La mortalidad infantil es un término usado para describir la muerte de un bebé que ocurre entre el nacimiento y el primer año de edad. Si el bebé muere antes de los 28 días, la muerte también se puede clasificar como mortalidad neonatal.

En enero de 2023 fallecieron al menos diez recién nacidos en Hijas de Galicia. Las autoridades del MINSAP inicialmente negaron que la falta de medicamentos y material gastable influyera en los decesos y los atribuyeron a eventos que pueden ocurrir por "la magnitud del número de nacimientos" que se atienden en el centro. Sin embargo, días después reconocieron que la muerte de los diez bebés se debió a "la presencia de un brote de infección asociado a violaciones de las medidas higiénico-sanitarias" en la sala de cuidados intensivos neonatales, sumado a problemas de aseguramiento de recursos que presentaba el mencionado centro hospitalario.

Sin precisar más detalles, el MINSAP aseguró que se aplicaron "22 medidas administrativas a 19 cuadros de dirección a diferentes niveles, así como tres a funcionarios y trabajadores". Cinco funcionarios principales del hospital fueron expulsados, seis separados de sus cargos, dos movidos a otros puestos de trabajo y nueve amonestados.

"Es como si cada año el Gobierno hiciera borrón y cuenta nueva sobre estos hechos que, junto a otros fenómenos sociales en el país, van en escalada. La contradicción parece ser la característica principal del Gobierno de (Miguel) Díaz-Canel. No solamente una contradicción entre lo que sufre el pueblo y lo que reflejan los medios de prensa del Estado, sino también entre los propios funcionarios. Es una especie de puzzle mediático que en este caso implica algo tan delicado como la mortalidad infantil", apunta Delia Crespo, acotando que la "ocultación o tergiversación de datos" hace imposible conocer la verdadera magnitud del desplome del sistema de Salud Pública en la Isla.

"Si no, recordemos las denuncias que se hicieron hace dos años en Santiago de Cuba", añade Crespo en referencia a los hechos ocurridos en el hospital infantil sur conocido como La Colonia.

Una comisión nacional del MINSAP y personal adscrito PAMI habrían investigado casos de sepsis intrahospitalaria neonatal en Santiago de Cuba que habrían causado el fallecimiento de al menos 63 recién nacidos. En aquel momento el propio ministro de Salud Pública, José Ángel Portal Miranda, admitió que la sepsis adquirida estuvo en las principales causas de muerte.

"No creerle al Gobierno implica una especie de desacato, de complicidad contra los 'logros de la Revolución', y debido a ello muchos son los cubanos y las cubanas que han callado a lo largo de décadas. Hoy, la propia 'Revolución' se encarga de sepultar la poca credibilidad que este pueblo le profesa con graves contradicciones en sus joyas más preciadas: la Salud Pública y la natalidad y mortalidad infantil", afirma Leonor Aguilar.

Al cierre de 2023, la Dirección de Registros Médicos y Estadísticas contabilizó 90.374 nacidos vivos, 5.126 nacimientos menos que en 2022 (95.500). Una cifra que choca con el informe del doctor Reinol Delfín García Moreiro, viceministro del MINSAP que, en un programa Mesa Redonda a finales de octubre pasado, aseguraba que los nacimientos rondaban los 75.000. Así, en dos meses tendrían que haber ocurrido 15.374 nacimientos, para cerrar el año con 90.374.

Para la exenfermera Alina Garrido, el cúmulo de acontecimientos en relación con el sistema de Salud Pública en la Isla desmiente las "entusiastas estadísticas" que divulga el régimen en los medios estatales de prensa bajo el control de Partido Comunista. Las denuncias de la ONU sobre los médicos enviados al exterior, las renuncias de personal de Salud en hospitales pediátricos, las negligencias médicas que guardan relación con la falta de recursos y personal con experiencia, representan para Garrido referencias directas "que echan por tierra un presunto descenso de la mortalidad infantil".

"Son acontecimientos de los que ni el bloqueo, ni planes subversivos de la contrarrevolución son responsables, como alegan en la televisión. Que personal médico de Las Católicas, que antaño fue el hospital pediátrico de mayor prestigio en todo el país, renuncie masivamente, indica que ningún profesional de la Salud quiere ser el chivo expiatorio o pagar los platos rotos cuando recién nacidos y niños fallezcan por las graves carencias que hunden a la Salud Pública", añade Garrido.

Tomoya Obokata, Relator Especial sobre las formas contemporáneas de la esclavitud, acusó recientemente al régimen de Cuba por la persistencia de las violaciones de los derechos de los trabajadores exportados por La Habana, en especial los médicos enviados a "misiones internacionalistas", y señaló que los gobiernos de Italia, Catar y España podrían calificar como cómplices de esos mecanismos. Por su parte, el Observatorio Cubano de Auditoría Social (OCAC), del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, acusó al conglomerado empresarial GAESA, de los militares cubanos, de haberse apropiado como mínimo de 69,8 mil millones dólares (69.866.399.679 dólares) de los salarios de los médicos enviados al exterior, que nunca fueron invertidos en el sistema de Salud Pública como había anunciado el régimen cubano.

"Dentro de ese escenario y con un análisis no necesariamente profundo, pero sí decente, no resultaría difícil llegar a la conclusión de que un descenso en el índice de mortalidad infantil es, como mínimo, una fantasía cruel. Seguir utilizando falsedades para ocultar que Cuba está hundida en todos los sentidos, y a costa del dolor de las familias que sufren esas pérdidas es, en todo caso, imperdonable", concluye Garrido.

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