El Ministerio de Salud Pública (MINSAP) cubano informó que la muerte de varios recién nacidos a inicios de enero último en el Hospital Ginecobstétrico de Diez de Octubre, conocido popularmente como Hijos de Galicia, en La Habana, se debió a "la presencia de un brote de infección asociado a la asistencia sanitaria" en la sala de cuidados intensivos neonatales de la institución asistencial.
En una nota publicada en su sitio oficial, el MINSAP confirmó que fueron diez los bebés que perdieron la vida, en vez de los ocho que reconoció en una declaración hecha pública a raíz de los hechos.
Según la institución, otros dos niños murieron en circunstancias similares a los primeros después del 16 de enero, cuando se informó lo ocurrido y anunció la designación de una comisión investigadora.
Como resultado de la pesquisa, prosigue el MINSAP, se concluyó que seis de los diez fallecidos "tenían signos de sepsis con hemocultivos positivos a germen Gram negativo, y los demás fallecieron debido a otras causas, provocadas por su delicado estado de salud".
La nota no especifica a qué causas se refiere, aunque enfatiza que todos tenían "bajo peso al nacer y prematuridad", razón por la que "se encontraban hospitalizados". Tampoco se precisa en qué consistió la infección, ni si afectó a más pacientes.
"Según se demostró, el brote estuvo vinculado a violaciones de medidas higiénico-sanitarias, las cuales se sumaron a problemas de aseguramiento de recursos que presentaba el centro en ese momento e implicaron afectaciones en la calidad de los procesos de atención a los pacientes", prosigue la nota, que sin decirlo de modo directo reconoce la denunciada crisis que viven los hospitales cubanos, carentes de medicamentos esenciales y otros insumos.
Contradictoriamente, al reportar la muerte de los bebés en enero, el MINSAP aseguró que en el Hijas de Galicia "se cuenta con los recursos necesarios para atender a los recién nacidos".
Días después, el sitio oficial Cubadebate indicó que "desde el primer momento el aseguramiento médico y no médico para el servicio de neonatología estuvo y está garantizado", según declaró Yaima Rodríguez Espinosa, especialista de primer grado en Pediatría y jefa de la sección de La Habana del programa materno-infantil (PAMI).
"Incluso de colistina, un antibiótico de última generación usado para bacterias gramnegativas, tuvimos toda la disponibilidad necesaria, así como otros antibióticos que fuimos aplicando", agregó la funcionaria.
El MINSAP concluye señalando que luego de la investigación se decidió aplicar "22 medidas administrativas a 19 cuadros de dirección a diferentes niveles, así como tres a funcionarios y trabajadores".
De ellos, cinco funcionarios principales del hospital fueron expulsados, seis separados de sus cargos, dos movidos a otros puestos de trabajo y nueve amonestados.
Según la nota, "las nuevas acciones organizativas, de capacitación y de control adoptadas a partir del lamentable hecho hicieron posible dar por concluido el brote infeccioso el 25 de enero de 2023. Su implementación permitirá, además, resolver las deficiencias identificadas y minimizar los riesgos de infecciones relacionadas con los cuidados sanitarios, en todas las instalaciones del país".
No es la primera vez que un suceso de esta naturaleza es reportado en Cuba. Si bien en esa ocasión no hubo nota oficial, en julio trascendió en redes sociales que una comisión nacional del MINSAP investigaba casos de sepsis intrahospitalaria neonatal en Santiago de Cuba que habrían causado el fallecimiento de 63 recién nacidos.
De acuerdo con la página El Chago - Santiago de Cuba en Facebook, citando dos fuentes médicas, los decesos "se asocian a posibles brechas en la vigilancia epidemiológica, lo cual pudiera explicarse por la dinámica hospitalaria, unido quizás a posibles violaciones de normas higiénico-sanitarias".
El MINSAP reportó en 2022 una tasa de mortalidad infantil de 7,5 por cada 1.000 nacidos vivos, lo que equivale a 39 fallecidos menos que en 2021, cuando ese indicador fue de 7,6, el más alto en dos décadas, y un aumento del 55% con respecto a 2020.
Si bien el incremento en 2021 fue achacado a los efectos de la pandemia de Covid-19, en esta ocasión las autoridades se limitaron a señalar que "a pesar de los esfuerzos del personal sanitario, el Programa de Atención Materno Infantil (PAMI) no alcanzó los resultados deseados".
El Gobierno cubano admitió "problemas" con el PAMI, que han impedido el control de la mortalidad infantil, pero los atribuyó a la falta de dirigentes y otros funcionarios encargados de atender a madres y recién nacidos.
Claro. La "revolución" nunca es culpable, de nada. Faltaría más.