El Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF, en inglés) y la Agencia de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AEXCID) de la comunidad autónoma Extremadura, España, han firmado un convenio de colaboración para reforzar los sistemas de salud de Cuba, Palestina y Haití, reportó la agencia Europa Prees.
A este proyecto, presentado el martes en una rueda de prensa en Mérida (España), la Junta (Gobierno) de Extremadura aportará más de 1,2 millones de euros con el objetivo de mejorar la atención sanitaria a menores en esos tres países.
En la presentación participaron el vicepresidente de UNICEF España, Fernando Sequeira de Fuentes, la responsable de proyectos internacionales de UNICEF España, Blanca Carazo Pérez, el presidente de la Junta de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, y la consejera local de Igualdad y Cooperación para el Desarrollo, Isabel Gil Rosiña.
Carazo Pérez detalló que el proyecto se enmarca dentro de la tarea de reconstrucción postcovid en los sistemas de salud, ya que uno de los impactos más graves de la pandemia sobre niños y niñas ha sido el desmantelamiento de los sistemas sanitarios en países vulnerables.
La colaboración de Extremadura con UNICEF permitirá reforzar la atención sanitaria a menores y sus familias, y preparar para futuras emergencias los sistemas de salud de Cuba, Palestina y Haití.
La responsable de proyectos internacionales de Unicef España explicó que en Cuba el programa está centrado en las unidades de neonatología y de cuidados intensivos pediátricos en seis provincias.
Para revertir la subida de la mortalidad infantil en la Isla a partir de la pandemia, UNICEF España trabaja en el envío de suministros como incubadoras, cunas térmicas y oxímetros para detectar neumonías.
Otro ámbito de las acciones irá encaminada a los profesionales de la salud. En Cuba ascenderán a 14.000 los sanitarios que recibirán formación. Además se realizarán campañas de mensajes públicos para que las familias y cuidadores tengan información sobre las enfermedades.
Carazo Pérez considera que las soluciones deben ser globales ante amenazas globales como la pandemia.
Paradógicamente, el Gobierno cubano presume de la formación de los médicos de la Isla, cuyos servicios exporta.
Hace unos días el Gobierno cubano admitió "problemas" con el Programa Materno Infantil, que han impedido el control de la mortalidad infantil, pero los atribuyó a la falta de dirigentes y otros funcionarios encargados de atender a madres y recién nacidos.
En julio una comisión nacional del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) y personal adscrito al Programa de Atención Materno Infantil estaba investigando casos de sepsis intrahospitalaria neonatal en Santiago de Cuba que habrían causado el fallecimiento de 63 recién nacidos.
La pandemia de Covid-19 dejó al descubierto el estado real del sistema de salud de la Isla, que los cubanos venían denunciando desde hacía décadas. El Gobierno reconoció, por su parte, que priorizó los recursos para la producción de unas vacunas que aún no cuentan con aval internacional, en detrimento de la producción de medicamentos y los servicios médicos.
