La tasa de mortalidad infantil pasó de 7,9 por cada 1.000 nacidos vivos en 2023 a 7,4 en lo que va de 2024, pero con un número menor de nacimientos, según el informe presentado el martes ante la Comisión de Salud y Deporte de la Asamblea Nacional del Poder Popular, publicó el portal oficial Cubadebate. Los datos contradicen un informe de Salud Pública de enero de este mismo año que situó la mortalidad infantil el año pasado en 7,1.
La doctora Catherine Chibás Pérez, jefa nacional del Programa Materno Infantil (PAMI) del Ministerio de Salud Pública, dijo que hasta el 11 de julio se han acumulado 34.648 nacidos vivos, 8.157 menos que en el mismo periodo de 2023. Además, el número de defunciones en menores de un año se ha reducido en 82 casos, pasando de 340 a 258.
Las estadísticas de la Salud Pública cubana pasan directamente de la opacidad al engaño. El mismo informe de enero de este año contabilizó 90.374 nacidos vivos, 5.126 nacimientos menos que en 2022 (95.500). La cifra ya chocó con el informe del doctor Reinol Delfín García Moreiro, viceministro de Salud Pública para la Asistencia Médica, quien en un programa de la Mesa Redonda a finales de octubre dijo que los nacimientos rondaban los 75.000. Así, en dos meses tendrían que haber ocurrido 15.374 nacimientos, para cerrar el año con 90.374.
Chibás Pérez pidió un esfuerzo intersectorial para mejorar los indicadores, lo que implica, en medio de la crisis de inseguridad alimentaria y de medicamentos que padece Cuba, "abordar de manera integral factores como la anemia, la desnutrición materna y las infecciones durante el embarazo, que inciden en el aumento del bajo peso al nacer".
Según la funcionaria, disminuyó también la tasa de mortalidad materna, pasando de 42,1 a 37,5 por cada 100.000 nacidos vivos. Aquí vuelven los datos que no coinciden. En enero el reporte del MISAP divulgó una cifra de 38,7 por 100.000 nacidos vivos. ¿Qué explicación tienen estos datos contradictorios?
En cuanto a la infraestructura, Chibás Pérez dijo que el país cuenta con 161 hogares maternos y 3.873 camas disponibles. Durante el primer semestre se inauguraron cinco nuevos hogares maternos: dos en Matanzas y tres en Pinar del Río, pero 35 municipios aún no cuentan con hogares maternos y algunos de ellos carecen de locales definidos o estos están en reparación.
Chibás Pérez se quejó de que la industria incumple con la entrega de los fármacos y reactivos necesarios para garantizar la atención a las principales causas de morbilidad y mortalidad en el Programa Materno Infantil, y persisten dificultades para facilitar la venta de módulos de pañales, almohadillas, toallas húmedas y artículos de aseo para embarazadas en varias provincias.
Además, sigue habiendo retrasos en la entrega de la canastilla y la dieta para embarazadas en todo el país.
Las cifras divulgadas están muy lejos de las registradas en otros años en que la tasa de mortalidad infantil rondaba los cuatro puntos y el régimen la utilizaba como bandera en su propaganda en medio de la opacidad de sus estadísticas.
Las cifras divulgadas están muy lejos de las registradas en otros años en que la tasa de mortalidad infantil rondaba los cuatro puntos y el régimen la utilizaba como bandera en su propaganda en medio de la opacidad de sus estadísticas.
En noviembre de 2022 el Gobierno cubano admitió "problemas" con el Programa Materno Infantil, que han impedido el control de la elevada mortalidad infantil, pero los atribuyó a la falta de dirigentes y otros funcionarios encargados de atender a madres y recién nacidos.
La prensa oficial ha publicado sobre el déficit de profesionales médicos, pero sin mencionar el éxodo migratorio que sacude a Cuba ni tampoco la exportación de especialistas que La Habana sigue promoviendo en medio de las denuncias de organizaciones de derechos humanos y algunos gobiernos que las catalogan como esclavitud moderna. Tampoco han ahondado demasiado en los bajos salarios que perciben los médicos, algo que constantemente es denunciado entre los propios profesionales y que ahora el Gobierno intenta solucionar mediante anuncios de subidas no precisadas.
Sobre el bajo índice de mortalidad infantil del que tanto presume el régimen, la analista de DIARIO DE CUBA Rafaela Cruz explicó que antes de 1959 ya había un mejoramiento sostenido y estaba entre los primeros del continente. Cruz centró la atención en la investigación de los economistas Vincent Geloso y Benjamin Powell junto al médico Gilbert Berdine, quienes han encontrado medidores objetivos que cuestionan la fiabilidad de las estadísticas que provee el Gobierno cubano.
El índice de mortalidad infantil recoge las muertes acaecidas durante el primer año de vida, mientras el menos publicitado índice de mortalidad fetal contabiliza los fallecimientos sucedidos entre la semana 20 de gestación y el momento antes del parto.
Estos investigadores han encontrado que, sin justificación alguna, la correlación entre el índice de mortalidad fetal y el índice de mortalidad infantil en Cuba duplica la encontrada a nivel mundial, lo que los lleva a la fuerte sospecha de que en la Isla se clasifican sistemáticamente las muertes neonatales —ocurridas hasta una semana después del parto— como muertes fetales, disminuyendo así, mediante amaño estadístico, el índice de mortalidad infantil.
Las cifras o estadísticas que emite el cartel de Punto Cero no son contradictorias, son falsas.
No importa si se trata de las pseudo elecciones, los quintales de papa, el número de turistas o las personas afectadas por el coronavirus.
Toda, absolutamente toda contabilidad o conteo comunista es una burda mentira y solo sirve para ocultar o manipular la realidad a conveniencia de los gánsteres en el poder.