El ministro del sector dice que se requieren millones de pesos que escasean en las arcas estatales para importar cinco productos básicos de la canasta familiar racionada.
El Gobierno dice que su 'sacrificio fiscal' busca estimular la producción de alimentos con la reducción de costos, pero la raíz de la crisis del campo está en políticas que impiden la libertad de quienes lo trabajan.
Células solares, artículos de viaje, ventiladores, figuran en la lista de compras desde Cuba cuyo valor asciende, pese al embargo, a casi 311 millones de dólares en nueve meses de 2024.
Impone el uso de la moneda libremente convertible y dice que obedece a 'distorsiones' en las operaciones de comercio exterior y al 'complejo escenario económico y financiero actual en Cuba'.
Más de tres años después, el Gobierno prorroga una medida tomada excepcionalmente para mitigar su incapacidad de abastecer a la población de productos de primera necesidad.
Hace meses están llegando a puertos cubanos barcos con autos procedentes de EEUU, mientras los buques con alimentos tienen que fondear afuera, en espera de que el régimen pague la carga.
La decisión, dice, forma parte de la actualización de la política de comercialización que incluye nuevos impuestos y flexibilización en medio de la crítica situación del sector.
Aunque España se perfila como el origen principal de las importaciones, la compañía afirma que tratará 'con absoluta prioridad las producciones nacionales'.
Esta autorización es parte de una nueva política para la transmisión de la propiedad de vehículos motor, remolques y semirremolques, su comercialización e importación.
Prepara una nueva resolución para impedir a las personas jurídicas la importación de tecnologías con baja eficiencia energética que se comercializan en la Isla.