El reciente informe de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) Perspectivas del Comercio Internacional 2024 proyecta un pésimo año para el comercio exterior de bienes de Cuba con contracciones del 15% de las exportaciones y del 5% de las importaciones.
El economista Pedro Monreal desgranó algunos de los datos del reporte en una publicación en sus redes sociales, donde apuntó que el proyectado declive del 15% en las exportaciones de bienes de Cuba en 2024 ubica al país entre las cinco naciones de América Latina y el Caribe con mayores contracciones debido a "la caída de producción de azúcar de caña y melaza y al desplome del precio del níquel".
"Otra proyección adversa para Cuba se refiere a una variación negativa de los términos de intercambio en 2024, es decir, caídas proyectadas de los precios de sus exportaciones de bienes en comparación con los precios de sus importaciones", explicó Monreal.
Las proyecciones de la CEPAL para Cuba reflejan los estimados realizados para el primer semestre de 2024, con una dinámica particularmente negativa en el caso de las exportaciones de bienes, que se contrajeron un 23% en términos interanuales respecto a igual periodo de 2023.
Cuba es el único país para el que la CEPAL no proyectó cifras de exportaciones e importaciones de servicios para 2024. Este hecho llama la atención de Monreal, "debido al alto peso que tienen las exportaciones de servicios en la balanza de bienes y servicios de Cuba".
De acuerdo con Monreal, "la nota del Cuadro I.A1.2. 'América Latina y el Caribe: valor de las exportaciones e importaciones de servicios, 2022-2024' parece indicar la reticencia del gobierno de Cuba a proporcionar directamente a la CEPAL las cifras de su comercio exterior de servicios".
"Es precisamente la ausencia de datos del comercio de servicios lo que imposibilitó a CEPAL ofrecer una proyección de la balanza de bienes y servicios de Cuba en 2024", señaló el economista.
Monreal considera "otro aspecto interesante del informe de la CEPAL" el que se refiere al estado de la subalimentación, para la cual se utilizan dos indicadores: "prevalencia de la subalimentación promedio" y "prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave".
"Es interesante que, de acuerdo con la CEPAL, en base a datos de la FAO, Cuba se encuentra entre los cinco países de la región con mejores índices de 'prevalencia de la subalimentación promedio' (nivel inferior a 2,5% de la población experimenta hambre)", un hecho muy alejado de la dura realidad de la mayoría de las familias cubanas a la hora de poner comida en la mesa.
Sin embargo, respecto al segundo indicador "prevalencia de la inseguridad alimentaria moderada o grave", Cuba no figura entre los 28 países para los que se muestran datos sobre la "prevalencia de la subalimentación promedio entre 2021 y 2023".
"No queda clara la razón por la que no se reflejó en el informe de la CEPAL el dato para Cuba de la "prevalencia de la subalimentación promedio", una estimación del porciento de la población que enfrenta limitaciones para obtener alimentos suficientes en el transcurso de un año", señaló Monreal.
La grave caída de la producción agrícola en Cuba y su dependencia de las importaciones de alimentos hizo que el 37,8% de los habitantes del país (4,2 millones de personas) hayan padecido de inseguridad alimentaria durante 2023. O sea, no consumieron la cantidad de calorías diarias necesarias, según estimados internacionales.
A esa conclusión llegó un estudio del Servicio de Investigación Económica (ERS) del Departamento de Agricultura de EEUU (USDA, por sus siglas en inglés). El informe mostró que en 2023 la brecha alimentaria promedio estimada en Cuba era de 225 calorías per cápita por día.
Si se compara con el cálculo genérico al respecto de la Organización Mundial de la Salud (OMS), que establece como óptimo el consumo en adultos de entre 1.600 y 2.000 calorías al día para las mujeres y entre 2.000 y 2.500 para los hombres, ese dato apunta a una grave crisis alimentaria, que ya ha sido denunciada por otros organismos.
Las exportaciones anuales de azúcar de Cuba, que alguna vez fueron una fuente importante de divisas y que podrían utilizarse para financiar importaciones, se desplomaron de 1,1 millones de toneladas métricas en 2016 a 110.000 toneladas métricas brutas en 2023, una caída del 90,5%.
Según la investigación, "la inseguridad alimentaria refleja los altos precios internos de los alimentos, que reducen el poder adquisitivo de los hogares, en particular para los de bajos ingresos, en los que los alimentos representan una proporción mayor del gasto total".
No hay que ser un técnico de la CEPAL, ni un genio Premio Nobel para saber qué desde hace muchos años la anti-Economia Cubana, marcha de peor en peor....