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Opinión

Shakespeare en el Parque y Hamlet en Villa

'No son Hamlet Lavastida, el Movimiento San Isidro ni la CIA los culpables de que en junio hayan ocurrido 249 manifestaciones públicas de protesta en Cuba.'

Miami
Una función de 'Shakespeare en el Parque', Nueva York.
Una función de 'Shakespeare en el Parque', Nueva York. New York Post

Cada verano tienen lugar en ciudades de EEUU y otros países de habla inglesa representaciones de obras de William Shakespeare en parques públicos y con entrada gratuita. Son las ya famosas "Shakespeare en el Parque". Pareciera que este verano la cúpula militar cubana decidió emularla de manera siniestra con Hamlet en Villa Marista.

Villa Marista, al que los cubanos apodan "Villa", fue una escuela católica transformada en centro principal de detención y torturas del comunismo cubano. Es la tenebrosa Lubianka del Departamento de Seguridad del Estado, a su vez conocido como G-2. Allí, sin poder respirar otro aire que el de su celda y el de los cuartos de interrogatorio, languidece ahora mismo el artista plástico cubano Hamlet Lavastida.

Hamlet apenas regresaba a su patria, después de disfrutar algunos días de felicidad que le otorgaron una exitosa beca y exposición de obras en Berlín, cuando fue apresado y lanzado a este infierno. Su presunto delito: "incitar a delinquir". ¿Cómo? En un chat virtual privado había comentado que los ciudadanos que lo desearan podrían escribir en los billetes cubanos las siglas del Movimiento San Isidro (MSI), en solidaridad con esos artistas.

Es pecado de lesa humanidad para la elite de poder que alguien tenga talento y lo ponga en función de apoyar a quienes no aceptan el Estado confesional de partido único. Ya está en marcha la maquinaria represiva de jueces dóciles y prensa genuflexa para hacer desaparecer de la vida pública a otro destacado talento de las artes plásticas cubanas. Talento y civismo son sinónimos de subversión en Cuba. Al lado del poder van quedando solamente los mediocres, cobardes y canallas.

Hamlet y EEUU no son el problema

Pero no son Hamlet, el MSI ni la CIA los culpables de que en junio hayan ocurrido 249 manifestaciones públicas de protesta en la Isla según reportó este mes el Observatorio Cubano de Conflictos (OCC). Los cacerolazos y cierres de avenidas no son importados desde Langley, cuartel general de la CIA. Es el sistema, el régimen de gobernanza, el que los provoca.

Para decirlo con terminología marxista: ese sistema determina el modo en que operan las relaciones sociales de producción a escala nacional, y es hoy la camisa de fuerza que traba las fuerzas productivas del país. Es el sistema —el régimen de gobernanza— el que crea una situación de explosividad social. Un sistema obsoleto, insostenible, excluyente y represivo. Un régimen de gobernanza que es controlado por una exigua minoría para beneficio propio y excluye a la ciudadanía de participar en el sistema y sus beneficios.

En ese contexto no son organizaciones estructuradas con liderazgos identificables los actores de esta ola de insumisión. A decir de Lope de Vega, es Fuenteovejuna. El pueblo. El gran excluido.

La oposición a ese sistema o régimen de gobernanza es masiva porque la distribución de recursos se ha polarizado. De un lado crece con rapidez la miseria más abyecta, la hambruna, el desamparo farmacéutico, hospitales en ruinas, la ausencia de servicios de agua y electricidad. Del otro, el 0,01% de la población goza de todo lo necesario —incluyendo vacunas importadas contra el Covid-19— y de lujos extraordinarios amparados por cuentas bancarias en el exterior. Son la Cosa Nostra en la nueva economía política del poder cubano.

Controlan un oligopolio (GAESA) que absorbe más del 80% de los recursos en divisas al país, sin que ninguna institución del Estado los audite. Su lógica empresarial es maximizar ganancias, no atender las necesidades de la población ni del desarrollo nacional. ¿Para qué va GAESA a invertir en producir carne si le es más fácil importarla y venderla en divisas al 240% del costo de importarla? ¿Qué esa no es la moneda en que se pagan los salarios? Carece de importancia si los cubanos en el exterior envían remesas. Los militares las reciben, las envían a bancos en el extranjero y les entregan a los familiares unas monedas nacionales devaluadas que solo sirven para comprar mercancías en sus tiendas.

Ese es el despiadado régimen de explotación que se paralizó cuando EEUU —principal emisor de remesas a Cuba— exigió que los militares trasladaran a una institución civil el manejo de esos flujos y que en Cuba se entregaran los envíos en la misma moneda que fueron enviados. Si se aceptaran esas dos condiciones, mañana mismo podría reiniciar Western Union sus envíos porque esa empresa nunca fue sancionada.

Pero la estrategia egoísta de la elite militar de poder ha sido hasta ahora resistirse a ceder. Y ha lanzado con agentes de influencia y tontos útiles una campaña para persuadir a la Administración Biden de que les devuelva su negocio de remesas, en nombre de la crisis humanitaria que ellos mismos han creado desde que rechazaron colaborar con el "deshielo" de Obama.

El fantasma intelectual de la espía Ana Belén Montes

La propaganda asegura que las condiciones extremas de la población se deben exclusivamente a razones externas (el "bloqueo"), y en especial al descenso en las remesas por las sanciones contra los militares. Según esa falacia, poner de nuevo en manos de GAESA, los más de 3.000 millones de dólares anuales remesados desde EEUU "estabilizarán" la situación y evitarían un "probable" o "inevitable" éxodo masivo hacia EEUU.

No es novedoso vender la idea de que "estabilizar" al régimen cubano sirve a los intereses de EEUU. Su promotora, en la década de los 90, fue la espía Ana Belén Montes. Por su aparente simpleza fue una premisa muy popular en los medios de defensa, inteligencia y académicos de EEUU. Estuvo en la raíz de la concepción del "deshielo" sin reciprocidad.

Según esa tesis, Cuba ya no constituía un peligro a la seguridad nacional de EEUU salvo por el hecho de que su precariedad socioeconómica impulsara a los ciudadanos a lanzarse al mar. El corolario de esa falsa premisa (como se demostró luego con Venezuela) era que EEUU debería ayudar a la gobernabilidad del régimen cubano, pasando de las sanciones a la colaboración gradual.

Según la tesis manufacturada en los laboratorios de la inteligencia cubana, EEUU podría continuar apoyando la causa de los derechos humanos como cuestión de principio y estética, con discursos y muestras puntuales de solidaridad, pero no hacer nada que pudiera apoyar de forma eficiente a las fuerzas sociales que luchan en la Isla por alcanzar la libertad y prosperidad cambiando el régimen de gobernanza.

La realidad es exactamente lo inverso. Es del régimen de gobernanza del que nace la escasez crónica, la ingobernabilidad, las violaciones a los derechos humanos, las presiones migratorias. Su insostenibilidad económica endémica conduce a la búsqueda de recursos estableciendo alianzas con fuerzas que amenazan de forma directa la seguridad nacional de EEUU: Rusia, Venezuela, Irán, narcotráfico y crimen internacional organizado. La idea de que le resulta beneficioso a EEUU estabilizar el régimen de gobernanza cubano y la elite de poder que lo administra es un disparate.

Ana Belén Montes sigue en prisión, pero su tesis es reciclada e impulsada hoy por los dueños de GAESA pese al ensayo frustrado del "deshielo" incondicional. Ciertos lobistas de la elite de poder cubana apuestan a manipular otra vez —apoyados en la premisa de Ana Belén— los sentimientos humanitarios de algún que otro funcionario en Washington. Apuestan a su corta memoria. No tiene por qué ser ese el caso. La soberbia con que la elite cubana se burló de Obama, apropiaron los beneficios, reprimieron a los opositores y asfixiaron aún más a la población no son fáciles de olvidar.

No hubo olvido de lo sucedido en noviembre pasado entre los electores cubanoamericanos. Tampoco hasta ahora parece haberlo por parte del presidente Biden y su Departamento de Estado quienes, después del fallido "deshielo" unilateral, se muestran esta vez decididos a marchar en estos temas "sin pausa pero sin prisa".

Mucha agua ha pasado bajo el puente desde 2015

Hoy es muy difícil para un liberal honesto caer por segunda vez en manos de la desinformación y propaganda de La Habana.

La supuesta promesa del cambio que representaba el retiro de Raúl Castro ha quedado como simple maniobra continuista. El rostro  de la nueva generación reformista, Miguel Díaz-Canel, se ha desfigurado como un pelele de la nueva elite militar de poder.

Los cuentapropistas que iban a ser agentes de prosperidad fueron asfixiados antes de llegar Donald Trump a la Casa Blanca. La represión se ha tornado aún más totalitaria contra el sector cultural y el periodismo independiente. Hoy se rebelan los barrios humildes de las zonas urbanas y los productores independientes de los campos cubanos. Las nuevas generaciones de mujeres y hombres, negros y blancos, se muestran contestatarias, no sumisas.

Las evidencias de la participación injerencista de Cuba en Venezuela y su complicidad con fuerzas narcoterroristas en la desestabilización del hemisferio han pasado a primer plano. La Habana sigue albergando terroristas y criminales. El Parlamento Europeo se ha hartado de un acuerdo que no ha movido un ápice la naturaleza represiva del Gobierno cubano. Los lituanos rechazan sumarse a un tratado que fortalece a un importante socio de su mortal enemigo ruso. Las brigadas médicas cubanas ya son vistas como lo que siempre fueron: un esquema de negocios basado en el tráfico humano y el trabajo forzado de esos profesionales. ¿Y las alternativas que se ponderaban en 2015? China demostró que el mercado no trae democracia ni seguridad regional. Myanmar probó que las transiciones que apuestan a acomodar la prevalencia del poder dictatorial no llegan lejos.

La estabilidad en Cuba se logra, aquí y ahora, apoyando a los que como Hamlet Lavastida exigen cambios reales al régimen de gobernanza, no fraguando acuerdos en las sombras con opresores que son tan anticubanos como antiestadounidenses.

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20 comentarios

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Profile picture for user Plutarco Cuero

Que se busquen 100 comandos como el haitiano ... Cien cabezas fuera de sus cuellos, pudieran ayudar ...

El cubano ha tenido el agua al cuello muchas veces ,hasta que no le tape la boca no habra una explosion social ,el maestro en bajar el nivel del agua era Fidel C y ya no esta , asi que en cualquier momento alli habra una explosion social ,yo vi a un Bejucal sublevarse contra la policia ,donde tuvieron que llamar al ejercito ,solo porque a un policia se le fue la mano y le dio un punetazo fuerte a un muchachito de 15 anos ,el dia que a uno de esos berracos se le valla la mano y mate a un muchacho el explote no lo para nadie ,el cubano esta hasta la coronilla.Pronto en Cuba van a golpear sino matar a algunos policias abusadores ,veremos que pasa,,efecto domino,,,

Los activistas políticos son la punta del iceberg del rechazo a la fatal gestión del gobierno, una enorme masa disconforme que de haber una sociedad civil que los movilizara, se manifestarían y crearían una crisis.

Pero lograr la dinámica que empuja a revueltas, revoluciones y cambios profundos, en Cuba sería muy difícil por no decir imposible, dada la fragmentación social y la monstruosa y bien engrasada maquinaria de terror de Estado.

Esta relación desfavorable de fuerzas políticas frustra toda gestión de la oposición en contra del gobierno, aunque desde dentro del poder, tal vez una implosión o un grupo racional que lograra el control, decida el arranque hacia los cambios.

Dado el escenario diplomático actual, es ingenuo esperar cualquier acción civil o militar contra el régimen actual en Cuba, ya que el país es visionado como "normal" por la comunidad internacional, aunque sabemos que ello no es cierto.

Conste que quisiera tener una opinión optimista y no ésta tan pesimista.

Profile picture for user Pedro Benitez

Comentario 1, “La estrategia egoísta de la elite militar de poder ha sido hasta ahora resistirse a ceder” en medio de una expansión hotelera. Pero puede ser prudente considerar que su gestión mediática y diplomática para lograr que “les devuelva su negocio de remesas” no es la única puerta de salida. Porque el sistema perverso puede ser perfeccionado mediante un flujo cuantioso de inversión extranjera. La inversión extranjera facilita la explotación de los trabajadores cubanos. Y las agencias empleadoras estatales se encargan de desmochar los salarios para liquidar la independencia económica del ciudadano, reduciendo considerablemente la necesidad de liberar las fuerzas productivas. Una solución perfecta para mantener el poder absoluto sin presiones de reformas económicas; la esclavitud moderna en todo su esplendor.

Profile picture for user Pedro Benitez

Comentario 2. Ya dieron el primer paso -unificar la moneda- para atraer el capital extranjero. Y aunque las condiciones actuales en Cuba no son favorables para el capital foráneo, no podemos concluir que esa puerta permanecerá cerrada.
“La estabilidad en Cuba se logra, aquí y ahora, apoyando a los que como Hamlet Lavastida exigen cambios reales al régimen de gobernanza” y a los movimientos ciudadanos que se alejan de los personalismos y las estructuras verticales y que se organizan dentro de estructuras horizonatales como el MSI y el 27N.

Profile picture for user Weston

Sr. Benitez, respeto su opinión, pero no creo que Hamlet Lavastida, Otero Alcántara, Ferrer, Tania Brugueras, Ruiz Urquiola, y muchos otros de los que uno conoce por DDC, jueguen algún papel en crear "cambios reales".
La única posibilidad de cambios reales sería una explosión social, que no descarto, pero tampoco reclamo.
Con la misma fuerza que el gobierno americano de hoy habla de democracia en Cuba y no hace nada al respecto, tambien la Unión Europea, Rusia, China y la mayor parte de los países de América Latina reconocen al gobierno de Cuba como legítimo. Yo creo que es una dictadura, pero fuera de Cuba se ve distinto.
En lo que se arregla el problema, según usted, apoyando y más bien dando a conocer a esos peculiares opositores, el pueblo cubano sigue sufriendo.
Los cambios en Cuba vendrán desde dentro. Ni el exilio, ni los opositores, ni los Estados Unidos determinarán esos cambios.
Cuándo vendrán? Pues nadie sabe.
Parece que con Díaz Canel no se puede contar para ello.

Profile picture for user Pedro Benitez

Sr. Weston; la sociedad civil en Cuba ahora empuja con más fuerza gracias al apoyo y la solidaridad de todos los cubanos. Los cambios en Cuba pueden surgir a partir de la continuidad de la simbiosis entre los exiliados y los cubanos en la isla.

Profile picture for user Pedro Benitez

Sr. Weston, mejor si me tratas de tú. La explosión social no garantiza cambios reales. Una explosión social espontánea y desordenada puede ser reprimida y moldeada con facilidad. Sin embargo, mencionas nombres de cubanos con capacidad para prender la chispa de un Movimiento Ciudadano.

Profile picture for user Ana J. Faya

Que la Administración Biden actúe sobre Cuba tratando de estabilizar al país, significaría estabilizar a ese régimen represivo, y silenciar de hecho las voces opositoras como las de Lavastida. Me parece que ese es el mensaje de este artículo de Blanco, con lo que concuerdo. El todopoderoso EEUU, o hace lo que ninguna administración anterior ha hecho, que es tirar la 82 Aéreotransportada sobre La Habana, o debe continuar las presiones diplomáticas y financieras sobre ese régimen, que tuvo su cuarto de hora con Obama y lo despreció. De momento, el pueblo hoy no respeta a los que mandan y protestan contra la miseria de sus vidas y sus familias como no se hizo antes, de ahí que esas protestas tengan la potencialidad de transformarse en algo más. Toda solidaridad será más que necesaria con esa población y también con los opositores que hoy se alzan a pesar de ser reprimidos y acosados.

Profile picture for user Pedro Benitez

Concuerdo, continuar las presiones diplomáticas y financieras sobre el régimen. Sin embargo, una parte importante del movimiento opositor en el exilio enfoca la presión internacional como el elemento primario de esta lucha. Esto parece estratégicamente incorrecto. El enfoque primario debe estar relacionado con impulsar y acelerar un Movimiento Apolítico y Ciudadano. El movimiento tiene que ser apolítico para neutralizar las fricciones entre las diferentes tendencias políticas.

Decía el doctor Mariano Azuela que las revoluciones eran muy bonitas cuando comenzaban, pero terribles en sus finales. La cubana --como la mexicana-- parece no haber escapado a este destino.

Agotada la épica, huérfanos de promesas y con una economía totalmente quebrada, realmente en Palacio sólo les queda la extinción del patógeno, como lo haría un buen doctor con un paciente en choque séptico.

No vivimos tiempos bárbaros, así que pedirle a una potencia cercana pero extranjera que intervenga política, diplomática o militarmente, es poco realista. Tampoco existe una sociedad civil cubana siquiera primaria que pueda mover a la ciudadanía.

Nos queda la iglesia, pero ella está arrodillada frente al poder tratando de cumplir las premisas de su propia supervivencia. El generalato-comerciante no va a ceder y permitir competencia. Así que la gangrena nacional seguirá implacable su breve paso.

Gracias al señor Juan Antonio Blanco por su excelente artículo.

Profile picture for user Weston

En realidad, y por suerte, este artículo no es sobre Shakespeare ni sobre un muchacho cuyos padres nombraron Hamlet en Cuba. Esos son pretextos literarios para analíticamente, exponer la tesis de que "La idea de que le resulta beneficioso a EEUU estabilizar el régimen de gobernanza cubano y la elite de poder que lo administra es un disparate."
Es decir, la política respecto a Cuba, implementada por Donald Trump era la correcta.
Es muy difícil para mí abrazar cualquiera de las dos opciones (Obama vs Trump) porque si bien apoyé el llamado deshielo que Obama propició, y si bien (probablemente) en lo único que discrepé significamente con Trump fue en su política respecto a Cuba, la vida me demostró que la naturaleza actual del gobierno cubano no ha sufrido cambios sustanciales y que la política de Trump estuvo a punto de resultar exitosa. Pero..., Trump ya no es el presidente. Ningún político en USA tiene la valentía de Trump para llevar esa política hasta el final.

Profile picture for user Weston

(Continuación).
Por lo tanto, la tesis del señor Blanco, aún siendo correcta, es una ilusión. La idea de desestabilizar el país, ya (y subrayo "ya") ha dejado de ser efectiva. Simplemente porque ningún gobierno americano lo llevará a efecto, de igual manera que ninguno lo hizo antes de Donald Trump.
Es decir, las circunstancias han cambiado, y eso es algo que muchos analistas políticos pasan por alto.
Y por otra parte, cómo se puede "desestabilizar" el país sin una convocatoria de masas? Dirigida por quién? Por un puñado de muchachos jóvenes, autodenominados artistas, curadores de arte, científicos y homosexuales disidentes?
Lo siento, pero lo veo muy difícil.
La libertad de Cuba tuvo su cuarto de hora mientras Donald Trump era el presidente de los Estados Unidos. Tiempo pasado, que no volverá, así que abran sus entenderas y piensen que tal vez, "estabilizar al régimen", mejorando la economía del país es lo mejor que le pudiera ocurrir al pueblo cubano.

Señor Weston, lo único que hizo Trump (en la segunda mitad, o cuarto final de su mandato) diferente a los presidentes anteriores fue activar la Helms-Burton. En mi opinión, que he expuesto aquí un par de veces, el embargo no afecta para nada al régimen cubano pero le cae como anillo al dedo para justificar toda la mierda que hace y la debacle del pais, ante el pueblo cubano y ante los tontos útiles y los paises que lo apoyan cada año en el show de la ONU. El único que entendió eso fue Obama. Se puede levantar el embargo sin otorgarle creditos al gobierno cubano. Quiere x toneladas de papas, que las pague al contado. ¿Remesas por Western Union? Sin límites. Pero si Jeff Bezos le manda 10 millones de fulas al tio en Cuba, el tio tiene que recibir los 10 millones, ni un dime menos. Pero eso, como hemos visto, no es lo que quieren esos HP, de ahi los "accidentes" acústicos que comenzaron durante la presidencia de Obama y que no hay manera de que ocurrieran sin la aprobación de los Castro.

Profile picture for user Weston

OK, estoy de acuerdo con casi todo lo que usted ha dicho. No coincidimos en el papel que jugó Trump. Pienso que de haber sido re-electo (o mejor, de no haber "ganado" Biden fraudulentamente), el gobierno cubano hubiera reventado por la presión que se estaba ejerciendo sobre él. Pero eso es historia.
Ya dije que cuando Obama inició el llamado deshielo, lo apoyé, aún cuando creo que Obama es el presidente que más daño le ha hecho a los Estados Unidos. Y por eso, el más querido en el extranjero.

Usted me disculpa pero tengo suficientes años, muchos vividos en este pais, y he visto demasiada evidencia que me hacen no creer lo que ha escrito acerca de Biden y Obama. Salud.

Profile picture for user Weston

Gracias por su respuesta. Un diálogo civilizado es siempre productivo.
Respeto su opinión que es la de, por lo menos, la mitad de los norteamericanos; pero de cualquier manera, ya yo di por perdido a este país. Y lo siento por mi descendencia.
Respecto a Cuba, también he perdido la fé.
Quienes pusieron a Fidel en el poder, asumen el papel de jueces de quienes crecimos en la Revolución.
Sin embargo, mi capacidad para renunciar a la cubanía es nula. El cubano es racista, machista, "homofóbico", honesto, trabajador, sincero, emprendedor y valiente.
Ahora quieren convencerme de que los líderes futuros en Cuba serán "diversos", que quiere decir, traídos de otro lugar.

Es absolutamente necesario que la comunidad internacional se enfrente al régimen militar y dictatorial cubano. Es criminal lo que están haciendo con la población cubana en general incluyendo a los emigrados. Y en particular con los jóvenes como Hamlet y otros. Hasta cuando va a seguir esa situación donde los jóvenes no vislumbran un futuro como lo tienen sus pares en el resto del mundo. Es que si aceptáramos la premisa de que el "bloqueo cruel e inhumano que nos impone el imperialismo" es cierta, ¿qué cosa hace el "humanitario" gobierno para paliar las visicitudes del cubano de a pie? Que alguien mencione una sola ley o medida o disposición en ese sentido. ¿Por qué no dejan simplemente "que la gente viva"? La gente está muriendo de hambre, pero ponen un límite a la entrada de alimentos por aduana. Y todos sabemos lo que hacen con el campesino que cultiva la tierra. La bola está del lado del equipo canelista, como dice el articulo que empiecen dejando que la gente reciba los dólares.

Profile picture for user Ana J. Faya

El caso de Hamlet Lavastida en Villa Marista al parecer responde más al peligro que el régimen vio en la oposicion de este joven, que al esquema de "detengo-suelto-acoso-y vuelvo a detener" que el régimen les ha aplicado a los de San Isidro y el 27N. Lavastida sabe lo que dice y por qué lo dice, conoce al régimen y a sus parientes socialistas en Europa, Rusia, o China. Merece la solidaridad de sus colegas, la denuncia de todo aquel que está contra las dictaduras, de izquierda o derecha. La Cuba de 2021 no es la de los 60.

Profile picture for user Gualterio Díaz

Así están las cosas. Como ninguna protesta tiene poder de convocatoria masiva ni llega nada, hay que contarlas.