Si no se reconoce la crisis en Cuba como resultado deliberado y previsto de la planificación centralizada socialista, no se verá entonces que solo despertaremos de esta larga pesadilla cambiando no políticas, sino al sistema mismo.
La 'revolución cubana' amplía su récord como la más larga autocracia no monárquica conocida nunca en Occidente, y una de las seis más prolongadas en toda la historia de la humanidad.
Como testaferro del régimen, ha pasado de abogado de los cinco espías a eje de la defensa de La Habana en el juicio en Londres por una deuda millonaria.
La histeria monetaria que vive Cuba está distrayendo el foco del verdadero problema, que no es de dólares, euros, CUC, MLC o CUP, sino de modelo político-económico.
'El cambio en Cuba se producirá con o sin la voluntad gubernamental, pero para que sea positivo, depende de la decisión de los cubanos de participar en los destinos de su nación'.
Los economistas Mauricio de Miranda y Ángel Marcelo Rodríguez Pita, y la periodista independiente Miriam Leiva, analizan las últimas decisiones económicas del régimen de la Habana.
Cuando el castrismo consiguió el poder, hace 66 años, nadie pudo imaginar el cataclismo social y económico que convertiría a Cuba en la única nación de América martirizada por el comunismo. Aquí, un recuento de cómo ocurrió.
'El colapso del sistema totalitario cubano es inevitable. Para que el retroceso sufrido y el daño ocasionado al país no se repita, se precisa una reflexión crítica y colectiva'.
Sin la plaga castrista, Cuba habría tenido 15 presidentes de la República, constitucionales electos por periodos de cuatro años y no reelegibles. Y habría en la Isla unos 18 millones de habitantes.
El ensayista Enrique Patterson, ponente en el 'Foro DDC: Para la Cuba de mañana', explica a DIARIO DE CUBA cómo en el régimen comunista todos los cubanos son 'negros', pero los negros son peor tratados.
'Cuando toda la población cubana es tratada como a los negros, los negros son tratados peor', señala el ensayista y activista, uno de los ponentes en el 'Foro DDC: Para la Cuba de mañana'.
Lo anunciado por Manuel Marrero no es una solución al mercado cambiario, una herramienta de estabilización o un modo de controlar la inflación, sino un mecanismo para convertir remesas privadas en dinero del castrismo.
'En esta isla sin desarrollo, y ya casi sin país, pululan dirigentes, cuadros, secretarios, leyes, disposiciones, normas, regulaciones y límites por todas partes a la iniciativa privada'.