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Turismo

Alarma en La Habana: se desploma la industria turística cubana el primer mes de 2025

La 'locomotora de la economía' de Cuba se apaga, como mismo se apagaron la industria azucarera y la matriz energética. Y remontar el declive ya no depende solo de un cambio en la forma de gestión.

Miami
Turistas en una calle de La Habana.
Turistas en una calle de La Habana. Diario de Cuba

El régimen cubano ha comenzado el año con una muy mala noticia: su industria turística se ha desplomado un 24,56% al cerrar el mes de enero, con el arribo de 196.004 turistas, muy por debajo de la cifra alcanzada en el mismo mes de 2024, cuando recibieron 240.027 viajeros. Si lo comparamos con el 2019, año previo a la pandemia, la caída es de un descomunal 59,96%. Todo indica que el pronóstico del régimen cubano de alcanzar 2,6 millones de turistas en el 2025 es otra quimera inalcanzable.

Lo más impactante ha sido el desplome del turismo canadiense, principal mercado emisor de visitantes a Cuba, que declinó un 30,03% en comparación con enero del pasado año. Esta caída ha significado la llegada de 38,187 turistas canadienses menos a la Isla. El otro mercado que se ha desplomado fuertemente ha sido el ruso, que cayó un 47,69%, al alcanzar solamente 11,974 turistas, una cifra muy inferior a la de 22.890 de enero de 2024. Rusia fue uno de los pocos mercados en crecimiento en los últimos dos años. El tercer mercado con la caída más grande en el mes de enero ha sido el Reino Unido, al aportar 3.663 turistas menos que enero de 2024, lo cual representa una caída de 60,27%.

Factores de impacto en el descalabro del sector turístico

Varios son los factores que han incidido en este desastre que se ha prolongado por tres años y que ha tenido en el primer mes de 2025 su mayor desplome, lo que augura que todavía la industria turística cubana no ha tocado fondo.

En primer lugar, hay que señalar el control total que tiene el Grupo de Administración Empresarial S.A. (GAESA) sobre las finanzas y el sistema de gobernanza cubanos. Este superpoder es el que ha trazado las directrices de la toma de decisiones políticas y económicas del país en los últimos 15 años, entre ellas la definición de las prioridades de inversión, actuando con total impunidad y pasando por encima del control de todas las instituciones gubernamentales designadas para ejercer tales responsabilidades.

En segundo lugar, hay que destacar la irracional decisión de invertir 24.000 millones de dólares en los últimos 15 años —cuando la industria turística no lo necesitaba y los resultados alcanzados por esta no lo justificaban—, en detrimento de invertir en otros sectores que sí precisaban inversión y que, sin duda, son de prioridad estratégica para el desarrollo y la estabilidad económica del país, como el sector energético, la agricultura y el transporte, por solo citar algunos de los más importantes. Lo anterior levanta la sospecha de una gran operación de lavado de capital, a la cual nos hemos referido en otros artículos e investigaciones.

En tercer lugar, hay que mencionar el impacto que ha tenido la crisis multisistémica que hoy presenta el país y su efecto dominó en la propia industria turística. El colapso de la matriz energética, que ha sumido a Cuba en maratónicos y agobiantes apagones; el colapso del transporte, el abasto de agua potable y el sistema de salud; la falta de medicamentos y alimentos, sumados al estado ruinoso en el que se encuentran las ciudades cubanas, hacen que el país sea un destino turístico poco atractivo.

En cuarto lugar, hay que mencionar el declive de la seguridad sanitaria. El Gobierno hoy es incapaz de proveer los recursos médicos necesarios para mantener a la población sana y segura. Las epidemias de dengue y oropouche que hoy azotan al país, así como la crisis epidemiológica causada por la falta de higiene en las calles, sumados a la precariedad de la infraestructura hospitalaria y demás componentes del sistema de salud, son el vivo reflejo de esta realidad.

El mito de potencia médica mundial se ha desvanecido. La acumulación de montañas de desechos sólidos mezclados con residuos orgánicos hace que las calles cubanas despidan olores fétidos y haya nubes de moscas por todas partes. La capital del país, por ejemplo, acumula diariamente más de 30.000 metros cúbicos de basura, 7.000 más que hace un año, según cifras oficiales. Esta situación contribuye a la proliferación de focos de mosquitos transmisores del dengue y hace aún más difícil su erradicación.

En quinto lugar, hay que mencionar el aumento de la criminalidad en las calles. La pobreza extrema, que alcanza a alrededor del 90% de la población del país, producto de la alta inflación, la escasez de alimentos y medicamentos, sumada a la proliferación del contrabando de drogas, han contribuido a un aumento considerable de la actividad delictiva. Esta se refleja en el considerable aumento de los robos, los asaltos y los asesinatos. 

La inseguridad sanitaria y el aumento de la criminalidad han hecho que varios de los principales países emisores de turistas a Cuba hayan emitido alertas de viaje para sus ciudadanos, respecto al riesgo que implica visitar la Isla en estos momentos. Canadá, por ejemplo, ha recomendado a sus ciudadanos interesados en viajar a la Isla tener un alto grado de precaución, debido a la escasez de productos de primera necesidad, entre los cuales se incluyen alimentos, medicinas y combustible. El Gobierno canadiense también ha emitido una alerta de viaje por el avance del dengue, la falta de electricidad, agua potable y la criminalidad en las ciudades cubanas.

En sexto lugar, hay que mencionar el descalabro interno que ha tenido la propia industria turística debido a la gran ola migratoria que ha sacudido al país en los últimos tres años, y que ha generado un fuerte proceso de descapitalización de los recursos humanos, que ha afectado a todos los sectores de la economía cubana.

En el caso del sector turismo, se estima que más de 10.000 trabajadores se han marchado del país. Esta salida abrupta de personal calificado ha afectado considerablemente la calidad de los servicios. Esta debilidad de la industria turística cubana se refleja constantemente en las quejas de los turistas en las redes sociales, los cuales señalan el maltrato, el mal servicio, la mala calidad de la comida, la suciedad en las habitaciones, etc.

En séptimo lugar, hay que mencionar la fallida política exterior del régimen cubano, que se manifiesta en el apoyo incondicional dado a Rusia en su genocida invasión a Ucrania, lo cual ha sepultado el arribo de turistas al país por parte de los tradicionales cinco principales emisores europeos a la Isla: España, Italia, Francia, Alemania e Inglaterra.

En octavo lugar hay que mencionar la gran estampida de agencias turoperadoras y líneas aéreas del mercado cubano. Proceso que se ha acelerado en los últimos meses, en la medida que la situación económica, política y social de la Isla ha continuado deteriorándose.

En este sentido, a las líneas aéreas que se han marchado de Cuba en los últimos meses hay que sumar al operador alemán Touristik Union International (TUI), gigante del turismo europeo, que suspendió sus vuelos de Amsterdam a Varadero a partir de marzo pasado. Ese era el único servicio que unía a la Isla con Países Bajos.

Otros turoperadores han reducido considerablemente sus platillas de trabajadores en la Isla ante la debacle del mercado cubano. Recientemente, la agencia canadiense Sunwing Vacation decidió sacar 26 hoteles cubanos de su lista de oferta, debido a cuestiones relacionadas con la mala calidad de las instalaciones.

Todo apunta a que Cuba como destino turístico comienza a desaparecer de los mapas de ofertas de los turoperadores internacionales. La mala calidad de los servicios, los apagones constantes, la crisis del transporte, la escasez de alimentos, la inseguridad en las calles, el deterioro del sistema de salud, la falta de medicamentos, sumados a la falta de higiene en las ciudades y el azote de las epidemias de dengue y oropuche son una constante que lastra la imagen de la Isla. Del glamur que en algún momento tuvo en el pasado, Cuba se ha convertido en la fruta rechazada.

Conclusiones

El desplome que ha tenido la industria turística cubana en el primer mes de 2025 es una terrible señal para el régimen, que ha visto desplomarse en los últimos tres años su matriz energética, su industria azucarera y el mercado de las remesas. Esto va a significar una reducción significativa de ingresos en una economía que ha perdido su capacidad exportadora y sus líneas de crédito por ser el Gobierno mal pagador. Sin duda, esto significa una tremenda escalada en la crisis multisistémica que vive el país y que hunde en la pobreza a más del 90% de la población.

Esta debacle muestra claramente la mala gestión del Gobierno de Díaz-Canel en el manejo de la economía. Todo indica que por cuarto año consecutivo el país va a incumplir con sus propios planes. La meta de alcanzar los 2,6 millones de turistas fijada para el 2025, es una nueva utopía.

Remontar el declive de la industria turística cubana ya no depende de un cambio de gestión de la propia industria, ni de una mejora de sus problemas internos de mal servicio y malas ofertas, depende en gran medida de un cambio de sistema. Depende de resolver todos los problemas internos que hoy presentan las otras industrias estratégicas del país, y que directamente tienen sinergia con la industria turística. Para ello, es imprescindible resolver el agudo y profundo problema de generación de energía, el de la seguridad sanitaria, el déficit de transporte, la escasez de alimentos y medicamentos, así como recuperar la seguridad en las calles.

Fuera de esa fórmula será imposible retornar a un lugar de liderazgo en la industria turística en la región del Caribe. Pasarán varios años para que Cuba pueda rebasar nuevamente el umbral de los 4,7 millones de turistas que alcanzó en 2018. La realidad es clara: la "locomotora de la economía cubana" se está apagando como mismo se apagó su industria azucarera y su matriz energética.

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4 comentarios

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Profile picture for user padre Ignacio

Los alarmados son en primer lugar, GAESA, y luego cuatro o cinco choferes de almendrones y un puñadito de jineteras y pingueros porque el pueblo no ve un puto kilo de todo este tinglado.

Todo turista que vaya a vacacionar a Cuba tiene muy bien merecido los maltratos y el mal servicio, lo ideal sería que en el paquete turístico viniera incluida una buena entrada a palos cómo recibimiento en pleno aeropuerto, cómo muestra de agradecimiento por llevarles dólares a la Dictadura.

Ricoooo Ya quedan muy pocos tontos útiles porque son tantas las quejas de los turistas sobre el mal servicio en los hoteles, que no hay de nada, que hay cucarachas, que no hay esto y lo otro o que los colchones tienen chinches, etc, etc y ya los turistas se han dado cuenta que si van a gastar sus ahorros para vacacionar es más inteligente irse a Punta Cana o a Cancun y sería también más barato 2.6 millones de turistas ? JaJaJa Este año si llegan a 2 millones de tontos es mucho ABAJO EL COMUNISMO ABAJO LA YEGUA RAUL CASTRO ABAJO EL SINGAO DIAZ CANEL

¿196 mil turistas en enero?

Aún sobraban 200 mil turistas en ese mes.