
¿Está cara la comida en Cuba? Los productores explican por qué
DDCLa Habana 1'Se ha encarecido el fertilizante', y eso, 'cuando hay', se queja un campesino cubano.
'Se ha encarecido el fertilizante', y eso, 'cuando hay', se queja un campesino cubano.
'Impagos a los campesinos, cosechas perdidas, contribución a la inseguridad alimentaria': los cubanos hacen su propia lista de 'misiones gigantes' de Acopio.
Y se trata solo de la deuda acumulada con productores de Ciego de Ávila.
Los productores se quedan sin alternativas para comercializar sus productos entre la ineficiencia estatal y el control excesivo.
Los campesinos estarán ahora obligados a registrar fidedignamente sus producciones en un sistema informático estatal, so pena de exorbitantes multas.
'Pero si los que existen están desabastecidos, ¿cómo van a abrir más?', cuestionan los cubanos.
Pese al anuncio de cambios en las políticas de comercialización, el campo cubano se vuelve cada vez más feudal.
Agricultores camagüeyanos denuncian la pérdida de decenas de toneladas de mangos por retrasos en la recogida.
'No es justo que se pierda esa cantidad de tomate con la necesidad de alimentos que está atravesando el país', afirman.
La empresa estatal alega que no había fuerza de trabajo para recoger los alimentos.
La Habana continúa sin cumplir la promesa de 30 libras de productos agrícolas para cada ciudadano.
La empresa estatal Acopio no tiene combustible para recoger las producciones.
Es una burla que le hablen de mercado a los campesinos mientras los fuerzan a entregar la mayor parte de lo que producen al Estado a precios fijados por este.
Las nuevas tarifas de acopio 'se aprueban, como norma, sin subsidios', dice la ministra Meisi Bolaños Weiss.
'Es terrorismo lo que tienen con nosotros', dice un productor. 'Es mejor mil veces pagar la multa que venderle a Acopio', considera otro.
Pide 'comprensión' a los productores que se quejan del crecimiento de los costos y el tope de precios con el ordenamiento monetario.
Tanto los productores estatales como los privados se verán afectados por la normativa.
El Gobierno induce la escasez con sus políticas, y luego alega que hay escasez para justificar su intromisión.
Aunque da pasos en la dirección necesaria, la estrategia arrastra el lastre burocrático y controlador del sistema económico estatista y planificado.
Mientras tanto, 'la población compra los mangos a los revendedores a altos precios', denuncia una ciudadana.