Los robos en el campo, el encarecimiento y la falta de fertilizantes, y la ineficiencia de la empresa estatal Acopio son algunas de las causas detrás de los altos precios de los alimentos en Cuba, que resultan inaccesibles para gran parte de la población. Así lo expresaron varios productores en un reporte del periodista Lázaro Manuel Alonso para el Sistema Informativo de la Televisión Cubana.
"Hay productos que hoy tienen un precio alto, pero es a través de una cadena que ha pasado. En los últimos meses del año pasado hubo serios problemas con el combustible, como lo hay ahora. Hoy, hace que la poca malanga que se sembró, el poco boniato que se sembró, tenga precios muy altos", explicó a la Televisión Cubana un vendedor de un mercado agropecuario de oferta y demanda, donde varios consumidores consideraron los precios "inalcanzables".
Esos mercados, donde los productos son de primera calidad, pero muy caros, suman más de 1.300 en La Habana, según el reporte. La cantidad contrasta con los 37 establecimientos estatales de productos agrícolas, donde la calidad de las frutas y los vegetales deja mucho que desear, como muestran las imágenes televisivas. Pese a ello, tampoco resultan económicos.
El reporte señala que las ofertas y los precios de los mercados estatales "deberían ser el contrapeso para sus semejantes en el sector privado" y reconoce que la realidad "dista mucho de ese anhelo". La razón, a juicio de Luis Anguera, director comercial de la empresa estatal Acopio en La Habana, es la falta de productividad del campo.
"Si el campo no produce, no entrega a Acopio, nosotros no tenemos la variedad que tienen los MAO (Mercados Agropecuarios de Oferta y Demanda). Y en los mercados de oferta y demanda hay mucha gente que trae sus producciones directas".
Sin embargo, las declaraciones de campesinos cubanos demuestran que en el fondo de esos precios que provocan quejas en la población hay mucho más que la baja productividad del campo y que Acopio tiene una cuota de responsabilidad.
"Cuando vamos a comprar la divisa para adquirir los productos químicos, que le compramos a Quimimport, hay que pagar el dólar al precio que esté", dijo Miguel Gutiérrez Puentes, productor de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Antero Regalado, de Güira de Melena, provincia Artemisa.
"Hoy hay que proteger todos los cultivos. Antes eran algunos cultivos los que había que proteger", señaló Jorge Luis Denis González, presidente y productor de la CCS Niceto Pérez, ubicada en el mismo municipio artemiseño. "Hoy casi todos los cultivos hay que protegerlos: cebollino, cebolla, boniato. Estamos enfrentando una actividad delictiva contra todos los productos prácticamente. Eso ha incrementado la ficha de costo".
Abelardo Álvarez Silva, productor y presidente de la CCS Artero Regalado, se quejó de que los cultivos varios, excepto la papa, "no tienen protección ninguna, ni de sanidad vegetal ni de fertilizantes. Eso ha traído consigo que la productividad en los suelos baje grandiosamente. Hoy estamos produciendo alrededor del 40% de lo que producíamos en tiempos normales". A ello añadió la baja calidad de las semillas.
"Se ha encarecido el fertilizante, cuando existe, cuando hay", dijo Julio Armando Capote Montelongo, de la CCS Frank País, también de Güira de Melena.
Además, los campesinos sufren la falta de piezas de repuesto para los tractores, falta de gomas y baterías, por lo que también han aumentado los precios de sus producciones.
La empresa estatal GELMA, encargada de suministrar insumos y materiales para la producción "transita por un momento complejo, debido a la falta de financiamiento para sus importaciones y una industria nacional que tampoco satisface las demandas de los campesinos", de acuerdo al reportaje.
"Hoy tenemos, por ejemplo, operaciones de consignación con pagos retenidos a proveedores, que son los mismos proveedores con los cuales tenemos que hacer tomas y retomas para poder volver a reabastecer el mercado", explicó María del Carmen Fages Placencia, directora de desarrollo y asuntos internacionales de la mencionada empresa.
La funcionaria culpó al embargo estadounidense, por la decisión de algunas empresas de retirarse del mercado cubano, pese a reconocer impagos a los proveedores por parte de la empresa.
Aunque el director comercial de Acopio culpó a la baja productividad en el campo de la falta de oferta de calidad en los mercados estatales cubanos, Álvarez Silva criticó a la empresa por no aprovechar las oportunidades de comprar a los productores.
"Hoy hay una realidad: cuando nosotros podemos producir algunas producciones para ponérselas a las entidades estatales, me refiero a Acopio fundamentalmente, para crear un impacto en los precios de La Habana, no se aprovechan esos momentos. Cuando no hay envase, o no hay transporte. O La Habana (nos dice) 'no te había demandado'", dijo Álvarez Silva.
El propio reportero Lázaro Manuel Alonso reconoció la necesidad de "atender a aquellos que reciben tarde el pago de sus cosechas para que no encuentren en la comercialización por privado la salida más expedita".
La semana pasada, el economista Pedro Monreal afirmó en Twitter que en Cuba no se logrará incrementar la oferta nacional de alimentos hasta que se construya "una agricultura privada moderna" que multiplique el aporte del sector privado.
También sugirió que "pudiera establecerse temporalmente una 'cesta' de productos comercializados estatalmente a precio de costo, o al costo más bajo posible", teniendo en cuenta datos de la Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI) que reflejan que el 94,6% de la venta de alimentos en Cuba es estatal y que el 90% de las ventas de este sector se concentran en siete categorías de productos.
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