La 'limpieza' que lleva adelante el mandatario coloca ahora como prioridad la relación entre la Presidencia y el poder castrense en Brasil.
Tras el asalto a la democracia en Brasilia, el Gobierno de Lula da Silva deberá revisar su orden de prioridades.
El expresidente brasileño Jair Bolsonaro se desmarca de los asaltantes más de siete horas después de los sucesos.
El gobernador de la capital brasileña destituyó al secretario de Seguridad del Distrito Federal por no responder a los ataques de los bolsonaristas.
El presidente saliente culpa de su derrota a un error de software y exige a la autoridad electoral que descarte los votos.
Noticias falsas sobre una enfermedad de Lula da Silva o un llamado a la insurrección por parte de Bolsonaro, caldean el clima político en Brasil.
El vicepresidente saliente dice que las protestas tendrían que haberse producido cuando 'el jugador que no debería haber jugado' fue autorizado.
Sus partidarios protagonizan cortes de carreteras y protestas. Los camioneros que lo apoyan exigen la intervención del Ejército.
'Lula da Silva tendrá que abrir amplio diálogo con los líderes de las fuerzas de centro y de derechas en el Congreso y a nivel federal.'
En una apretada segunda vuelta, se impone a Jair Bolsonaro por poco más de un punto de ventaja.
El Tribunal Superior Electoral aprobó una norma orientada, según sus voceros, a combatir la desinformación.
Si el ex presidente gana estas elecciones, apenas tendrá control sobre el 30% del Congreso de Brasil.
'El hecho es que no queremos entender una realidad que se empeña en imponerse: el bolsonarismo ha echado raíces en Brasil.'
En la segunda vuelta electoral, Bolsonaro deberá expandir su crecimiento recién mostrado, mientras que Lula da Silva deberá mostrar que no alcanzó su techo.
'Se espera que electores de los candidatos que están en tercero y cuarto puesto, sin posibilidad alguna de que estos candidatos ganen, puedan migrar para Lula da Silva.'
'Ladrón', 'idiota', cruces a una semana de los comicios en los que Bolsonaro parte con una desventaja de entre 10 y 15 puntos con respecto a Lula, según las encuestas.
Existe preocupación por la reacción que tendrá Bolsonaro, quien durante la campaña ha dejado entrever que no reconocerá una derrota.
El mandatario apuesta por mostrarse junto a multitudes, mientras que Lula da Silva hace énfasis en las redes sociales.
El presidente califica a Lula como 'ex presidiario' y le cuestiona su apoyo a Nicolás Maduro, Gabriel Boric y Daniel Ortega.
El actual presidente de Brasil se ha aprovechado de los programas de ayuda social implementados en plena campaña electoral.
