La Policía Federal de Brasil arrestó al general retirado Walter Souza Braga Netto este sábado, un mes después de acusarlos a él, al expresidente Jair Bolsonaro y a otros miembros del gobierno anterior del intento de golpe de Estado que tuvo lugar el 8 de enero de 2023, además de otros delitos, informó la televisora Globo.
En esa fecha, partidarios de Bolsonaro invadieron Brasilia el Palacio de Planalto (sede del Ejecutivo), la Corte Suprema, y el Congreso Nacional.
Braga Netto fue arrestado en el barrio Copacabana, de Río de Janeiro. Será entregado al Comando Militar Oriental y estará bajo la custodia del Ejército. La Policía también realizó un registro de su vivienda.
Durante el Gobierno de Jair Bolsonaro, del Partido Liberal, quien presidió Brasil desde el 1 de enero de 2019 hasta el 1 de enero de 2023, el general retirado se desempeñó como ministro de la Casa Civil y de Defensa. Fue candidato a vicepresidente como compañero de fórmula de Bolsonaro en las elecciones de 2022, que ganó Luiz Inácio Lula da Silva, del Partido de los Trabajadores.
De acuerdo con Globo, la investigación policial apunta a la existencia de una organización estructurada y coordinada para mantener a Bolsonaro en el poder tras su derrota electoral frente a Lula.
La Policía Federal solicitó prisión preventiva como medida cautelar contra el general retirado y excandidato a la vicepresidencia de Brasil, con el argumento de que representa un riesgo para el orden público, debido a la posibilidad de cometer acciones ilegales.
Según la investigación, Braga Netto habría tenido una participación relevante en los hechos delictivos de enero de 2023. De acuerdo con un investigador citado por Globo, el general retirado era "el jefe, el cerebro del golpe, pero bajo el mando de Bolsonaro".
La investigación policial afirma que el exministro de Defensa brasileño coordinó acciones ilícitas llevadas a cabo por personal militar entrenado en Fuerzas Especiales; entregó dinero en una bolsa para financiar operaciones; intentó obtener datos confidenciales del acuerdo de colaboración de Mauro Cid, exasesor de campo de Bolsonaro, y tuvo una actuación relevante en la coordinación de acciones clandestinas para tratar de detener y ejecutar al ministro del Supremo Tribunal Federal, Alexandre de Moraes.
La defensa del Braga Netto aún no se ha pronunciado sobre el arresto de su cliente. En noviembre, tras ser acusado por la Policía Federal, el exministro y exaspirante a la vicepresidencia de Brasil aseguró que lo ocurrido el 8 de enero "nunca fue un golpe de Estado".
El intento de golpe de Estado en Brasil recibió una rotunda condena internacional, a la que se sumaron incluso gobiernos de ultraderecha como el de la italiana Georgia Meloni, quien consideró que "las imágenes de la irrupción en las sedes de las instituciones" eran "incompatibles con cualquier forma de desacuerdo democrático".
Bolsonaro, quien viajó a EEUU dos días antes de la toma de posesión de Lula, por lo que no le entregó la banda presidencial, tomó distancia de sus seguidores que perpetraron los asaltos, mediante un mensaje publicado en su cuenta de Twitter más de siete horas después de los sucesos.
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