'Cualquier estudioso de la obra de Virgilio Piñera, en algún punto de sus investigaciones tropezará con la leyenda de esa casa, cuya última guardiana acaba de fallecer.'
'Ya no había público, de manera que hubo por supuesto que recurrir a las ovaciones alevosamente grabadas en las cintas de un antiquísimo magnetófono soviético': un cuento del recién aparecido 'Cómo conocí al sembrador de árboles'.
'Destrozaron puertas y ventanas e hicieron saltar los techos. El despojo, explicaron, tenía el valor de la renovación, dijeron que era el único camino de la generosidad.'
'No agredí (me quitaron la fuerza); en cambio, permití que me agredieran. Fui una sombra obediente; me caractericé por la cobardía, o por algo más simple: un empecinado deseo de vivir.'
'Compartimos también un espacio, Marianao, Ampudia, General Lee, Luisa Quijano, el Obelisco, el antiguo palacio de la familia Carvajal (luego asilo, luego derrumbe).'
¿En qué momento se malogró en Cuba la ilusión de una nación moderna? ¿Cómo hacer para escapar de una maldición histórica? ¿Hasta qué punto el placer, la memoria y el arte, pueden salvar a un individuo de las contingencias del tiempo?
'Había que encontrar el modo de ser libres en medio del encierro. Se hacía preciso encontrar la sutileza que nos devolviera la fe literaria en medio del descreimiento.'
Una saludable transnacionalización de los análisis sobre Cuba: Jacqueline Loss, Odette Casamayor-Cisneros, Damaris Puñales-Alpízar y Mabel Cuesta publican libros sobre el impacto de la descomposición de la URSS y la desaparición del campo socialista en la cultura cubana.
Enfermera, bailarina, espía, prostituta, modelo de Man Ray, tonadillera, esclava y nostálgica a pesar de sí misma, el personaje de Abilio Estévez discute lo que pueda ser Cuba.
Una ojeada al último libro de Camilo Venegas: 'La fuerza de saber que si la política y la historia se empeñan a veces en arrasar, al final se tiene la literatura para recomponer la geografía tanto física como espiritual de un país'.
'No creo que haya vuelto a divertirme como me divertí aquellos cuatro años que duró mi amistad con Piñera. También podría decir que fueron los peores años de mi vida'.