Lo advirtió el experto Jorge Piñón a DIARIO DE CUBA en los días finales de diciembre de 2023: "No voy a repetir mis numerosos comentarios sobre el Sistema Eléctrico Nacional: está colapsado, y arreglos temporales no van a resolver lo que es un problema estructural".
Pese a ello, el pronóstico del investigador del Instituto de Energía de la Universidad de Texas y la certidumbre de que los apagones seguirían golpeando a los cubanos no nos preparó para lo que sucedió en los 12 últimos meses. ¿Tres desconexiones totales del sistema eléctrico en un año, solo una provocada por el azote de un huracán? ¿Es posible que todavía la crisis energética cubana no haya tocado fondo? ¿Habrá que esperar nuevos apagones nacionales en 2025?
Oscuridad tras oscuridad
Las autoridades reconocieron en su resumen del desempeño económico de Cuba en 2023 que en la contracción económica del 2% de la Isla en ese año tuvo una enorme responsabilidad la imposibilidad de generar la energía necesaria para el funcionamiento normal de la economía. En diciembre de 2024, el problema se hizo sentir ya en todos los sectores, a juzgar por los nuevos informes oficiales.
A diferencia de 2023, cuando el Gobierno anunció como gran cosa que durante el fin de año no habría déficit eléctrico, y así fue hasta inicios de enero de 2024, esta vez no se hizo esa promesa. Los apagones de 12 horas y más ya son lo normal, los cubanos se han ido habituando a ellos muy a su pesar, e incluso en La Habana se imponen cortes de servicio diarios entre las 10:00AM y las 10:00PM.
Cuando se quiera entender la presunta resignación de la gente a tan anómala situación hay que mirar de dónde se viene: en febrero pasado, Lázaro Guerra Hernández, por entonces director técnico de la estatal Unión Eléctrica (UNE) de Cuba, aseguró que los mantenimientos de las obsoletas centrales termoeléctricas del país eran imprescindibles para enfrentar el verano en mejores condiciones de generación, una promesa semejante a la realizada en 2023, cuando durante los meses de canícula los cubanos soportaron apagones de hasta más de 16 horas en algunas localidades.
En la primera quincena de marzo de 2024, la Termoeléctrica Antonio Guiteras, de Matanzas, tuvo su intervención técnica correspondiente. En ese periodo, los apagones llegaron a ser de 20 horas y más en varias zonas de Cuba. Como consecuencia, el 17 de ese mes hubo protestas masivas en Santiago de Cuba, Guantánamo, Santa Marta y otras localidades de la Isla.
En mayo, tocó el turno del mantenimiento a la unidad 1 de la Termoeléctrica Lidio Ramón Pérez, de Felton, en Holguín, la otra gran generadora de la Isla. Esos días serán recordados por los cubanos como una tortura: a las altas temperaturas se sumó la salida de servicio simultáneamente de hasta nueve plantas generadoras, para dar lugar a cortes de energía de más de 20 horas.
Esta vez tampoco los mantenimientos a las plantas generadoras evitaron los apagones del verano, que se vieron agravados más tarde, cuando el 18 de octubre la Isla quedó por completo a oscuras tras una avería en la Guiteras. El 6 de noviembre se produjo una segunda desconexión total, durante el paso el huracán Rafael por el occidente del país, y una tercera el 4 de diciembre, otra vez por la salida de servicio de la Guiteras.
Un asunto que empeora la situación es la irregularidad en el suministro de combustible del extranjero, lo que dificulta compensar la generación térmica de electricidad con los grupos electrógenos y las patanas rentandas a la empresa turca Kardeniz Holding.
Pese a las promesas y estrechones de mano entre funcionarios, Rusia habría enviado en todo 2024 menos de una decena de barcos de combustible a la Isla; Venezuela sigue la tendencia a la caída en los cargamentos, prefiriendo como mercado a aquellos compradores que pagan en efectivo; mientras que México mantuvo envíos regulares, pero insuficientes para cubrir la demanda.
En ese escenario, La Habana comenzó a hacer cada vez con más frecuencia compras spot en mercados internacionales, en especial en Europa. Ello dio lugar al espectáculo frecuente de tanqueros frente a las cosas cubanas con cargas, a la espera de entrar a puerto. Ello, aparentemente por la imposibilidad de las autoridades de la Isla para pagar por esas importaciones.
Todo esto podría complicarse más de cara a 2025: el 17 de diciembre pasado, el ministro de Energía y Minas de Cuba, Vicente de la O Levy, informó que solo tres de las ocho patanas turcas siguen operando en la Isla. Ello, pese a que estas fueron ofrecidas por las autoridades a los cubanos como una solución prometedora para la crisis eléctrica nacional.
Al intervenir en una sesión de la Asamblea Nacional del Poder Popular (ANPP), reunida en La Habana, el funcionario explicó que la retirada de las patanas ha sido a "consecuencia de la imposibilidad de cumplir los compromisos de pago por la ausencia de divisas". Las tres en funcionamiento hoy aportarían 337 MW, aseguró.
Funcionarios de la estatal Unión Eléctrica aseguraron en febrero de 2023 que las centrales flotantes rentadas deberían entregar entre el 18 y el 20% de la generación de electricidad en Cuba de ese año. No obstante, desde entonces la crisis eléctrica no ha hecho más que empeorar, mientras que la escasez de combustible que vive la Isla hace que a menudo las patanas permanezcan sin operar.
Según De la O Levy, las termoeléctricas cubanas han perdido 400 MW de generación debido a los años de uso y las averías, mientras que la pérdida en años recientes de cinco plantas restó 615 MW más de potencia al sistema en su conjunto.
"Los grupos de generación distribuida a base de fuel oil disminuyen debido a la interrupción de líneas de crédito para su sostenimiento. Al margen de 100 MW añadidos en 2023, gracias a una donación de la República Bolivariana de Venezuela, la disponibilidad está por debajo de la tercera parte del total", señaló.
En cuanto a las máquinas que generan electricidad a partir de diésel, desde 2020 decrecen como promedio a un ritmo de 100 anuales. Esto, a causa de la falta de crédito y la sobrexplotación: de las cuatro horas diarias sugeridas de uso, muchas veces estas operan durante todo el día. "Entre ambos tipos de motores, generan 500 de los 3.000 MW diseñados", explicó.
Los planes y promesas
A lo largo de 2024, el Gobierno ha insistido en que la solución para la crisis será el tránsito hacia las energías renovables. La Habana ha presentado un plan ambicioso de inversiones que incluyen el montaje de numerosos parques fotovoltaicos a lo largo de la geografía nacional, el incremento del uso de la biomasa y de la eólica en la oferta de energía.
Pero, en palabras del ministro, ya comenzaron los problemas: hay al menos tres parques de paneles solares cuyo montaje está paralizado "por deudas con el Banco de Desarrollo de China", reconoció.
Pese a ello, aseguró De la O Levy que "en junio de 2025 resultará posible asumir la demanda del día y las afectaciones en meses de verano decrecerán a 700 MW". Así que el plan para este año sería recuperar 850 MW de disponibilidad en la generación distribuida y en las termoeléctricas que consumen combustible nacional, para una generación promedio de 1.400 MW, de los 3.000-3.300 MW diarios que demanda el país. O sea, no se cubriría ni siquiera la mitad de la demanda nacional.
"Aplaudimos el uso de las energías renovables pero, desafortunadamente, es un sueño de hadas esperar la solución a corto plazo", comentó sobre el tema Jorge Piñón.
"De acuerdo con el National Renewable Energy Laboratory, el costo de la energía solar es de 1.06 dólares por kilowatt, por lo que una instalación de 1MW puede costar mas de un millón de dólares. ¿Con quién se firmaron los contratos? ¿Cómo y quién va a pagar por esta electricidad limpia: el consumidor o el Estado?", cuestionó. Y el plan oficial hace referencia a 1.000 MW producidos de esa forma.
Según las autoridades, a fines de 2025 deben haberse instalado alrededor de 1.200 MW de energía solar, lo que equivale al montaje de unos 55 parques solares. Para tener una idea del desafío que esto representa en todos los órdenes (constructivo, ingenieril, logístico), al cierre de 2024 la capacidad total instalada en Cuba de esa tecnología era de 298 MW. De acuerdo con fuentes oficiales, en 2024 se instalaron solamente 12 MW. Esa capacidad sería capaz de generar el equivalente al 9.6% del consumo total en 2019, un año relativamente normal de la generación. Hoy esa fuente de generación apenas cubre el 4% de la generación total.
Pero, si nos atenemos a los números publicados por las autoridades, la generación total en 2024 es la más baja de los pasados cinco años, y está muy lejos de la registrada en 2019. Prácticamente todas las fuentes (termoeléctricas, grupos electrógenos, centrales azucareros, plantas flotantes turcas) reducen la generación debido a una menor disponibilidad de potencia y de materia prima.
"Para entender la gravedad de la situación, téngase en cuenta que en 2024, como promedio, se dejó de servir entre el 30-50% de la demanda máxima. Y esto a pesar de que desde hace años se impuso racionamiento en los establecimientos del sector público", recordó al respecto el economista cubano Ricardo Torres, profesor de la American University, de Washington.
Desde la perspectiva del también experto en energía, el plan lanzado por el Gobierno sería "un alivio sin dudas, pero estaría lejos de resolver los apagones. Por otro lado, las autoridades tampoco explicaron cómo se resolvería la escasez de combustible para la generación".
Si a todo lo anterior se le suma la falta de transparencia en las cifras que ofrecen las autoridades, hay demasiadas señales para desconfiar de esta, como de promesas de solución previas. Vicente de la O Levy presentó un gráfico a la ANPP que muestra un índice de generación total de energía en Cuba entre 2019 a 2024 que no coincide con las cifras publicadas por el Anuario Estadístico, que elabora la estatal Oficina Nacional de Estadísticas e Información (ONEI).
O sea, aparte de asumir que los apagones van a seguir en 2025, ¿estamos ante otro cuento de camino del régimen?
La fosa de las Marianas…
Señores, no se olviden que ahora Ramiro Charco de Sangre Valdés va a dirigir el problema energético del país. No se olviden de su experiencia tirando cadenas a los tendidos eléctricos en Bauta, según confesó orgullosamente el mismo.
¿Se acuerdan cuando el "homeless" dijo que "un país amigo estaba financiando la construcción de tres termoeléctricas" y "hay conversaciones para una cuarta"?
¡Que hijos de perra son!
Super Mario O'Levy Ministro de Desenergias y Minas HB va a resolver el problema de 65 años en sólo un par de horas, lo que pasa que Uds. No entienden, la profunda labor de concientización y educación política que lleva a cabo el. Bla bla bla....
Minas HB... 😀
Caballero del país del Sol naciente:
HB, porque otras Minas en Cuba no las encontrará y si las hubiere, estarían en quiebra, note el fenomenal parecido de O'Levy con super Mario..
Ivan el terrible decía que ninguna situación era tan mala que no fuera susceptible de empeorar, puede que para el 25 falten las velas.
Para mediados del 2025, sino pasa antes, a los cubanos les van a poner la corriente una semana al mes. Al tiempo.