La tarifa eléctrica aprobada para los regadíos y otras actividades del sector agropecuario tras la implementación de la Tarea Ordenamiento provoca gran preocupación a los campesinos, pues pese a la "rebaja" anunciada en febrero, los nuevos precios resultan irrentables a los productores que utilizan sistemas de riego electrificados.
El agricultor Reinel Tomé Santos, de Sancti Spíritus, comentó al periódico provincial Escambray que el primer impacto del reordenamiento económico "fue negativo", pues tuvo que pagar unos 141.000 pesos cubanos, con lo cual no podría cosechar en la campaña de frío, ya que le resultaría irrentable.
Aunque Tomé Santos es uno de los mayores productores de frijoles de la región, los nuevos precios le resultan difíciles de afrontar, pues tendría que "dejar de sembrar en la campaña de frío", ya que el consumo de unas 60 horas de riego divididas en seis días utilizando solo tres de los cinco sistemas que tiene implementados superó los 140.000 pesos cubanos.
"Antes, regando con los cinco sistemas y muchos días al mes, oscilé entre los 10.000, 15.000 o 20.000 pesos, cuanto más; ahora la corriente subió demasiado, la evaluación que hice es que, si eso se mantiene con el gasto excesivo, unido a los insumos y jornales, no dan las cuentas", afirmó el campesino, cuya disminución en la producción podría afectar el abastecimiento de la región.
"Por ejemplo, la producción en una caballería de frijol, que rinde una tonelada por hectárea, puede aportar 360.000 pesos, pero a los precios de hoy cuesta 440.000 pesos, hay 80.000 pesos de pérdida", explicó.
El productor dijo tener esperanzas en que las tarifas estén siendo revisadas, pues de lo contrario en medio de una de las mayores crisis económicas que ha sufrido la Isla en lo que va de siglo, marcada por la escasez de alientos, se vería obligado a disminuir considerablemente la producción de frijol, maíz, soya, trigo, chícharo verde y hortalizas, entre otros cultivos.
"Si tenemos que sembrar menos o dejar de sembrar, cuánto puede repercutir eso hacia delante. Es que, si pongo los cinco sistemas a regar en 26 días del mes, incluido el sistema de Batey Colorado, solo como gasto de corriente tendría que pagar 344.500 pesos mensuales, cuando le sume los insumos y los jornales, ¿hasta dónde crecen los gastos?", preguntó.
El matemático René Alemán, consultado por el medio de prensa, confirmó que con los nuevos precios resulta irrentable la cosecha. "Elaboramos una ficha de costo para asegurar el frijol y la misma Empresa de Seguros hubo cosas que no nos pudo incluir porque nos íbamos por encima del valor del grano, es decir, matemáticamente tiene pérdidas porque vamos a gastar más que lo que vale la producción", afirmó.
El campesino espirituano William León Hernández relató que cuando obtuvo la máquina de riego eléctrica, un año atrás, se le "abrieron los cielos". "Ahora se me ha oscurecido; aquí estoy regando el maíz y tengo en el bolsillo una factura de 100.000 pesos entre corriente e insumos, si eso no disminuye, no me va a quedar otra opción que dejarla", afirmó.
Aldo Fortaín Sánchez, presidente de la Cooperativa de Créditos y Servicios (CCS) Juan Darias, contó que el primer mes fue muy duro, por lo que "algunos productores fueron sancionados en la tarifa por un sobreconsumo, los precios son exuberantes".
El presidente de la CCS se quejó de que "la Empresa Eléctrica luego de que hace la facturación va directo a la cuenta bancaria de la cooperativa y cobra del dinero que esté ahí". En su opinión "eso no debe funcionar así", pues deben conciliar "como se hace con el Lácteo, con Acopio, con Porcino, no se debe permitir que se aborde una cuenta sin antes tener una conciliación y analizar las discrepancias".
La ganadería, también afectada por la tarifa eléctrica
Pero las dificultades generadas por la nueva tarifa eléctrica no solo se limitan a la agricultura, pues la productora ganadera Ana Julia Álvarez Rey, de Cabaiguán, preguntó: "¿A quién se le ocurre que alguien para producir tenga que pagar esa cantidad de dinero por un poco de corriente en medio de la tremenda sequía y la escasez de insumos?"
Además, Álvarez Rey recordó que "hoy hay dos prioridades: salud y alimentos; ¿quién los produce?, el guajiro, el que siempre ha dado el paso al frente".
"A mí el corrientazo me llegó al alma, porque el desarrollo me trajo la electricidad y la máquina forrajera para molerle la comida al animal para que pueda dar la producción de leche o pueda ser en el futuro un buen semental; además, no se la puedes echar cruda porque se enferma, y solo de vacunos tengo 328 cabezas", explicó.
"En enero me llegó la tarifa con 17.324 pesos, antes pagaba 600, 800 pesos; esa cifra todavía me estremece, es que ni vendiendo un toro genético todos los meses llego a ese pago; ¿consecuencias?, para decírtelo claro: aun teniendo la caña, el king grass y la máquina forrajera, el rebaño está pasando hambre porque lo tengo a dieta reducida en plena sequía, consciente de que eso compromete el futuro genético de la finca, pero no puedo con tanto gasto de electricidad", finalizó la ganadera.
Mientras, continúa el retraso en los pagos
La Cooperativa de Producción Agropecuaria (CPA) Aramís Pérez, del municipio Cabaiguán, sufrió especialmente el cobro automático que realiza la Empresa Eléctrica, pues mientras les retiraron más de 100.000 pesos de sus cuentas, muchos de sus campesinos siguen por cobrar las cosechas de enero.
"La Empresa Eléctrica tiene que saber que nadie estaba preparado para ese costo porque la agricultura no es una fábrica de jabón; estamos a inicio de marzo y todavía a la cooperativa no ha llegado la factura de enero, dicen que tienen problemas con el papel; la realidad es que los 85 socios de la CPA estamos desprotegidos financieramente, sin embargo, los campesinos alrededor de la cooperativa pagan 200 pesos el día, de manera que la CPA se quedará sin fuerzas si no se apura y le paga un anticipo digno a los trabajadores", se quejó Nielvis Hernández Quintero, económica de la entidad.
"Como está de brava la sequía, a los cultivos que tenemos —tabaco, plátano vianda, yuca, malanga, tomate, maíz, garbanzo, frutabomba y otras hortalizas— hay que regarlos en el mes no menos de tres veces cada uno. Hicimos nuevas fichas de costo a partir de la reducción del 15% de la tarifa eléctrica y bajamos a 119.000 pesos, muy caro todavía, eso representa el 40% del gasto total de los cultivos varios", agregó Idel Gil Coca, presidente de la CPA.
Gil Coca explicó que, "de continuar la situación agravante con los gastos tendría que cambiar el objeto social, que es tabaco y cultivos varios, hacia la ganadería y otras variantes".
"Sabemos que son asuntos en análisis, pero hace falta rapidez, llevamos dos meses sin pagar a los trabajadores por problemas de créditos, contratos y otras trabas; sin embargo, no hemos dejado de producir ni de entregar comida; se aprobó un subsidio de 15 centavos por el enfriamiento de cada litro de leche y todavía no lo pagan ni alcanzará para cubrir el gasto de corriente porque el Lácteo está recogiendo el producto cada cinco o seis días en espera de que haya un mayor volumen; pero el termo lo tenemos trabajando ininterrumpidamente, el gasto de corriente cae sobre la CPA y ya ese equipamiento nos generó pérdidas en enero y febrero", finalizó.
Mientras la escasez de todo tipo de alimentos se agrava en Cuba, la producción agrícola, ya deprimida por la carencia de insumos e incentivos económicos para los campesinos, ha recibido con la Tarea Ordenamiento, aplicada por el Gobierno a partir de enero último, un golpe demoledor.
Asimismo, las autoridades han impuesto topes de precios en los agromercados con la esperanza de contener su incremento desmesurado, pero ello solo ha contribuido más al desabastecimiento.