Los nuevos 'precios astronómicos' para los escasos insumos ponen en peligro la campaña tabacalera cubana

Desde el 10 de octubre pasado se inició en Cuba la campaña tabacalera 2020-2021 con muchos tropiezos, en medio de una crisis aun más aguda que la del año precedente. A las dificultades se ha sumado la subida del precio de los insumos, que para muchos campesinos hace inviable la inversión.

"Este año no podremos cumplir el plan de siembra siquiera. Por un lado, por faltan de recursos y, por el otro, por los nuevos precios astronómicos que tienen ahora los insumos", comentó a DIARIO DE CUBA un técnico especialista de la Empresa Tabacuba en Holguín.

"Nos fallaron los recursos para las nuevas siembras que estábamos implementando e incluso para mantener en condiciones óptimas las ya existentes. Nos faltaron el alambre para los cobertores, la madera para casas de cura, las tejas, las bombas aspersoras, sistemas de riego y muchas cosas más que son vitales para una campaña óptima".

"También han sido insuficientes los productos químicos, y los que han llegado no son los más efectivos. Por otro lado, después del 1 de enero, con la 'Tarea Ordenamiento', han subido los precios. Los campesinos no están preparados económicamente para asumir que se eleven los costos y algunos precios están demasiado elevados".

"Todo eso limita la producción y, sobre todo, la calidad. Es algo muy negativo. Lo peor no solo es que dejemos de crecer en área sembrada, sino que lo que logremos completar no tenga la calidad y rendimiento esperados".

"Es malo para todos: para el campesino, que no puede cubrir esas inversiones y no sabe si es costeable; para los resultados económicos de la empresa, porque dependemos de la producción de los campesinos, y para la economía del país, principalmente porque hay una buena parte destinada a la exportación que será imposible entregarla".

"De los cuatro municipios tabacaleros aquí en Holguín, es en la UEB Mayarí donde se concentra la producción de capas de exportación. En este territorio pensábamos sembrar más de 50 hectáreas de esa clase y, por falta de recursos, apenas llegaremos a 30 hectáreas, el 60% solamente. Es una campaña crítica la verdad", reconoció el especialista.

Según publicó la prensa oficialista en octubre pasado, al iniciarse la campaña, la provincia tenía un plan de siembra de 1.110 hectáreas, pero a pesar de haber extendido otro mes, hasta el 28 de febrero, y de que se prevé que alcance al menos la primera quincena de marzo también, parece una quimera que se alcancen siquiera las 1.000 hectáreas. Incluso "si se logra sería un error económico, porque no hay con qué garantizar la protección fitosanitaria de las nuevas siembras. ¡No tenemos nada!", dijo el mismo especialista.

Alexander, un productor mayaricero, opinó que "ni cuando el Periodo Especial, en los 90" vio una campaña "con tantos problemas como esta".

"Los productos que traen no sirven y son muy pocos", dijo. "No se pueden controlar los gusanos (larvas defoliadoras que afectan las hojas) y después, aunque sea culpa del Estado que lo que vende es porquería, cuando vas a vender la cosecha, si no tiene la calidad que piden, te pagan el tabaco como basura".

"A nadie le importa lo que invertiste, si vives de eso o que la culpa es del Estado. Pero no podemos inventar productos químicos, dependemos de ese suministro", criticó Alexander.

Ramón, otro productor, está inconforme además con el precio del fertilizante y cree que eso está influyendo en que los campesinos no se sientan motivados a cumplir el plan de siembra.

"Este año hay posturas suficientes, pero ahora lo que nos frena es el nuevo precio del abono (fertilizante químico industrial), que subió a las nubes y nadie lo puede comprar. Un saco que costaba en diciembre 105 pesos y ya era demasiado caro, ahora vino a 845 pesos. ¡Más de ocho veces! Esto es una locura, un abuso. Yo mismo no siembro más y, como yo, la mayoría por aquí", declaró molesto.

La provincia de Holguín es una de las de mayores aportes al programa de Cuba para el fomento y desarrollo de este importante rubro económico. Aparte de ser un alto productor, posee 15 fábricas de tabaco y cigarro, cinco de las cuales producen para la exportación. También la provincia procesa en sus instalaciones materia prima de Santi Spíritus y Pinar del Río.

Resulta contradictorio que el Gobierno recorte inversiones en un sector de la agricultura que genera exportaciones muy seguras e inmediatas, mientras promueve una mentalidad exportadora en otros sectores económicos que ni siquiera se sabe si lograrán posicionarse en el mercado internacional.