Los artistas cubanos continúan criticando la respuesta de Miguel Díaz-Canel a las protestas pacíficas en la Isla: el uso de la violencia contra los manifestantes y la detención de cientos de personas que salieron a pedir libertad desde el pasado 11 de julio. El cineasta Ernesto Daranas, la locutora Laritza Camacho y la intelectual Yanetsy Pino Reina lamentaron "el despliegue de la fuerza bruta" en la Isla.
"No podemos echar a pelear a nuestros hijos. Con independencia de su ideología y de su credo, ellos tendrán que cargar con la renovación de un país pobre y envejecido, el país de sus padres y abuelos, espejo del destino que no quieren para ellos. Por duras que sean las circunstancias actuales, Cuba tiene que empezar a cambiar realmente con todos y para el bien de todos, y debe hacerlo contando, de manera muy especial, con esos jóvenes", dijo Daranas en una carta pública compartida en Facebook por la cantante Haydée Milanés.
Daranas recordó que el 27 de noviembre de 2020 "se desperdició una oportunidad histórica" cuando los jóvenes pidieron un diálogo frente al Ministerio de Cultura en La Habana. "El diálogo que pudo empezarse con un grupo de jóvenes artistas para extenderse al resto del pueblo cubano fue reemplazado por una burda campaña de descrédito".
"No era difícil prever cuál sería el resultado de la escalada que se había iniciado. El 11 de julio, miles de compatriotas, de todas las generaciones y de los más diversos lugares de Cuba, salieron a las calles. Frente a ellos, se colocaron otros cubanos, muchos de ellos igualmente jóvenes; vecinos, policías, reclutas, reservistas, agentes de civil y tropas de élite", dijo.
Una parte de los jóvenes "ha decidido alzar su voz antes que emigrar en silencio. La patria les importa y eso debería alegrarnos. No somos un país de bandidos ni obtusos. Sabemos que la mayoría de los que han salido a las calles no son delincuentes o confundidos porque mucha gente que queremos y respetamos ha estado entre ellos", afirmó Daranas en referencia al discurso de Díaz-Canel.
"La violencia del Estado contra su pueblo es inaceptable, también lo es el vandalismo que se aprovecha del reclamo de los ciudadanos honestos. Me opongo a la represión de las cubanas y cubanos que ejercen pacíficamente sus derechos. No acepto que seamos lanzados unos contra otros solo a causa de nuestras ideas. Deploro la manipulación que tergiversa lo que realmente está sucediendo en Cuba en estos momentos. La gran mayoría de los cubanos nos oponemos radicalmente a cualquier forma de violencia entre nosotros. Estamos hartos de actos de repudio, medidas cautelares, detenciones arbitrarias y brigadas de respuesta. Repudiamos las campañas de descrédito en los medios. Tampoco queremos ver nuestras calles tomadas por el descontento", aseguró.
Daranas dijo que "el llamado debe ser a la paz, el diálogo y la cordura. No a la violencia. Sí a una Cuba diversa y civil, con todos y para el bien de todos, sin distinción de ideología, raza, credo o lugar de residencia. La calle y la Patria son de los cubanos".
"No necesitamos un despliegue de fuerza bruta, necesitamos un ejercicio de inteligencia colectiva que marque el rumbo que nos saque definitivamente de una crisis que ya abarca más de 30 años. A cada cubano le asiste el derecho a confrontar de manera civilizada con su Estado y con quienes no piensan como él, a ser parte real del diseño de este país, a exigir que sus libertades básicas sean respetadas, a aspirar a una Cuba donde el único límite lo establezcan su capacidad, su talento y esfuerzo", agregó.
Pese a la oposición de artistas e intelectuales al uso de la fuerza y las detenciones, el Gobierno cubano anunció juicios rápidos contra los detenidos y condenas que pueden llegar a ser de hasta 20 años.
"No queremos, como el Gobierno, vivir de las remesas"
La conductora y actriz Laritza Camacho envió una carta pública a Díaz-Canel tras las protestas pacíficas en Cuba. "Lo que ha sucedido es inaceptable, se sale de toda lógica posible y va en contra de mis principios como cubana y como ser humano, más allá de cualquier ideología. Esperé sus disculpas y su dimisión después de ver el caos y la violencia que su orden directa provocó en los últimos días", dijo.
"Hubiera sido bueno que se pintara las canas, se disfrazara un poco y se acercara de incógnito a cualquiera de esos 'grupos de revolucionarios confundidos' que salieron a las calles. No tenía que gritar mucho, no tenía que marchar al frente, solo tenía que escuchar. Después, cuando apareciera la Policía con toda la técnica preparada para agredir (tenían palos, perros, balas de goma, de todo), solo tenía que esperar unos minutos y sentir en su piel el primer palazo y dejarse montar en la patrulla, dejar que se le sentaran arriba, lo esposaran y ni siquiera lo escucharan cuando les dijera '¿no me conocen? Soy el presidente'. Después, solo después, cuando lograra aclararlo todo, se sentaría a valorar el horror que sus palabras habían provocado y entonces podría tomar decisiones", dijo Camacho.
La popular locutora de radio y televisión aclaró a Miguel Díaz-Canel que no es anexionista. "No estoy apuntada en ningún bombo, no pertenezco a ningún partido, no estoy en el 27N, no estuve en las manifestaciones de los últimos días. Amo con pasión mi trabajo, puede revisar mi casa y no va a encontrar riquezas ni bien habidas ni mal habidas de ningún tipo; sólo mi dignidad, mi honestidad y mi patriotismo a prueba de todo. Como ve, parece que reúno las condiciones para el diálogo. Si hasta ahora no se ha sentado con ninguno, pruebe conmigo. ¿Dialogamos?"
Camacho dijo a Díaz-Canel que ha visto muchas veces "el intento fallido de 'rectificar', 'ir por el camino correcto', 'reordenarse'…mientras La Habana se cae a pedazos y Cuba se destruye. Estoy en contra del bloqueo (embargo), lo conozco y me ha afectado de cerca, solo le doy el dato de que mi madre pasó sus últimos años sujeta a un tratamiento de hemodiálisis. Le doy otro dato por si se decide a dialogar conmigo: Mi padre luchó en la clandestinidad, estuvo en Girón".
"Por si no se decide a conversar conmigo, le dejo escrito aquí otras tres o cuatro cosas. La prensa ¿Está reflejando nuestra realidad? La censura ¿no le parece que es igual a poner a fajar cubanos contra cubanos? Desaparecen a los artistas, no por su arte, sino por su manera de pensar y advierto: el día que perdamos la memoria, dejaremos de ser cubanos. Celia Cruz existe, presidente, es más, se ha hecho eterna y solo pongo ese ejemplo porque esa negra tiene 'Azúcar'", dijo.
"La economía presidente: Hay que trabajar y la estructura cerrada de nuestras empresas propicia el robo, la corrupción y la poca productividad. El cubano es trabajador y quiere trabajar. No queremos, como el Gobierno, vivir de las remesas. En tiempos de pandemia nos hemos dado el lujo de sacar de las aulas a estudiantes de Medicina por su manera de pensar, igual ha pasado con algunos médicos. Anote esa y rectifique, regréselos a su lugar que las consultas no son reuniones del partido y los necesitamos para salvar vidas", apuntó.
"Cuba se ha convertido en un pueblo que quiere emigrar. Vergüenza. Las grandes potencias roban cerebros pero aquí dentro estamos secando los cerebros. La diversidad de ideas existe y los cubanos no somos la excepción, podemos pensar de muchas maneras diferentes y fíjese que no hablo de ideas antagónicas. Si todavía quiere seguir en el poder, revise, trabaje a favor de su pueblo, busque la unidad y mire a los cubanos directo a los ojos ¿puede hacerlo?", agregó.
"Cuba no es un hombre, un Gobierno o un partido"
La narradora, poetisa y ensayista Yanetsy Pino Reina publicó en Facebook una declaración de principios tras las protestas pacíficas en más de 60 localidades de Cuba y el llamado a la violencia de Díaz-Canel.
"Estoy y estaré totalmente en contra de la violencia, sin importar de dónde o de cuáles ideologías provenga. No puedo estar del lado de quienes, en lugar de promover la conciliación, la paz y la crítica de lo mal hecho, inducen a su pueblo al enfrentamiento y a las golpizas por razones de credos políticos o de otra naturaleza. Hay innumerables formas de defender un proyecto, corregir o persuadir a la gente, sin acudir a la violencia", dijo Pino.
"No tolero el abuso de poder, mucho menos cuando he visto a personas débiles (mujeres, niños, etcétera), sufrir allanamientos de morada y actos violentos por miembros de la Seguridad nacional. Y créanme, soy profesora de Semiótica, y tengo suficientes recursos para darme cuenta de cuándo es un montaje audiovisual y cuándo no. Un país que siempre ha abogado por el bien común, no puede cometer o justificar horrendas escenas como esas", señaló la profesora asistente de la Universidad de Ciencias Pedagógicas de Sancti Spíritus.
"Cuba no es un hombre, un Gobierno o un partido. Cuba somos todos, es su pueblo. Hay que acabar de gobernar con oposición, con diferencias de credos e ideologías, y forjar discursos y comportamientos de tolerancia y respeto entre todos, en busca de la paz. Vi muchas personas protestando por problemas reales que tenemos; los cuales no son secreto para nadie. No se trata de marginales ni de mercenarios mayoritariamente, sino de población insatisfecha en estallido social. Y las insatisfacciones vienen dadas por la incapacidad crítica institucional de dar respuestas correctas en la circunstancia correcta, de manera que se contribuya al mejoramiento de todos", dijo.
Pino aclaró que nadie le pagó por decir lo que piensa y que está en contra de una intervención extranjera en Cuba porque "generará un baño de sangre que nadie querrá y al final, estaremos peor, mucho peor".
La escritora e intelectual está dispuesta a enfrentar "con calma y dignidad" cualquier represalia en su contra. "Ya sabemos que pensar tiene un costo. El precio de las palabras es invaluable. Solo estoy dando mi humilde opinión, y ojalá sirva para crecer todos en pos de la paz y el bien común", dijo.
"Quizás esto que he escrito me cueste, o moleste a alguien, pero no puedo dejar de hacerlo cuando día tras día he visto a mi país sin redes sociales, sin conectividad, en el que se veta un derecho elemental: la comunicación. No toleraré aquí discursos de odio o de incitación al odio ni de unos ni de otros", agregó.
El régimen no tiene coartada y no está dispuesto a dialogar porque sería reconocer que lo han hecho mal durante sesenta años. La culpa, como siempre, la tienen los Estados Unidos, pero ya esa fâbula no cuela, porque los cubanos ya se han cansado de seguir la rima, la falta de verduras, frutas, vegetales, bienes básicos y de libertad de expresar las ideas, no tienen nada que ver con el bloqueo.
Ahora bien si a cada cubano que critica o protesta contra el gobiern es un mercenario, un agente del imperialismo, las posibilidades de que en Cuba haya una transición pacífica, son completamente nula.