Miguel Díaz-Canel informó que "hay más de 2.000 viviendas dañadas" en todo el país, lo cual todavía "no es el número final", en una nueva actualización de las afectaciones provocadas por la tormenta tropical Laura durante la más reciente reunión del Consejo de Defensa Nacional.
El gobernante explicó que las viviendas afectadas en su mayoría se encontraban en mal estado previamente, por lo que "en la medida en que podamos reponerlas por otras con más fortaleza, la afectación de este tipo de eventos será menor", dijo, y luego añadió que "estamos pagando las consecuencias de las problemáticas que tenemos con el fondo habitacional".
Cuba, desde mucho antes de la tormenta, tiene un fondo habitacional sumamente deteriorado, pues de acuerdo a las conservadoras cifras oficiales más de la mitad de las viviendas del país se encuentran en regular o mal estado, además, existe un déficit habitacional de 900.000 casas.
Por esa razón Díaz-Canel agregó que "todo lo que se recupere tiene que quedar mejor que como estaba antes", pues en muchas ocasiones las reparaciones que se realizan en las viviendas afectadas durante los eventos climáticos son de tan mala calidad que no resisten a la próxima tormenta.
El mandatario añadió que hay daños importantes en la agricultura y en el servicio eléctrico, el cual aún no se ha recuperado en un porciento importante, lo que origina, además, interrupciones en las comunicaciones y en el abasto de agua.
Según el jefe del Estado Mayor Nacional de la Defensa Civil, general de División Ramón Pardo Guerra, antes del paso de la tormenta se evacuaron a 435.000 personas, de los cuales 33.200 fueron ubicados en centros estatales y el resto en casas de familiares y amigos.
El titular de Energía y Minas, Liván Arronte Cruz, confirmó que los daños más cuantiosos se contabilizan en el sistema eléctrico, en el cual se afectaron 1.157 megawatts, que deben ser restituidos este miércoles, y las provincias más perjudicadas fueron Pinar del Río y Santiago de Cuba.
De acuerdo a la información publicada en el diario Granma, la recuperación del servicio eléctrico en Pinar del Río se halla en alrededor del 15%, luego de que solo el 5% de la provincia amaneciera el martes con fluido eléctrico, debido a las averías ocasionadas por los vientos en dos de las cuatro líneas principales de transmisión, 12 de los 15 circuitos de subtransmisión, y 110 circuitos de distribución.
En el caso de las viviendas, los perjuicios mayores están en las cubiertas, aunque se certificaron numerosos derrumbes totales. Los organismos provinciales se encuentran evaluando los daños actualmente, aunque ya se dio la orden de liberar los inventarios de materiales de la construcción para comenzar lo más pronto posible las reparaciones.
Respecto a la agricultura los funcionarios no ofrecieron cifras totales, aunque informaron que los cultivos más afectados fueron el plátano, la yuca y el maíz, fundamentalmente en las provincias de Artemisa y Mayabeque.
La única noticia positiva es la referente a las lluvias, pues en 81 embalses hubo un aumento del nivel y, de manera general, se incrementaron las presas en 200 millones de metros cúbicos de agua, lo cual favoreció a Santiago de Cuba, Guantánamo, Pinar del Río y Granma.
En la provincia de Pinar del Río, una de las más afectadas por la tormenta, sufrieron perjuicios más de 250 viviendas, mientras que en Artemisa se han contabilizado al menos 40 derrumbes totales y otros 200 parciales.
En Mayabeque 110 hogares sufrieron daños, de los cuales 18 colapsaron totalmente y otros 87 perdieron los techos, mientras en Villa Clara resultaron afectadas 133 viviendas, en Sancti Spíritus 200 y en Camagüey aproximadamente otras 216.
También se perdieron cuantiosos cultivos a lo largo del país: solo en el municipio La Palma, de Pinar del Río, se calculan afectaciones en el 30% de las plantaciones de yuca, el 40% de los plátanos y en la totalidad de las 700 hectáreas de maíz, mientras en Artemisa se dañaron más de 2.100 hectáreas de plátano, unas 600 hectáreas de yuca, y más de 160 toneladas de aguacate.
Mayabeque, por su parte, presenta pérdidas que sobrepasan las 2.440 hectáreas, sobre todo en cultivos como el plátano, la yuca, el maíz y los frutales, mientras en la avicultura se cuantifican 400 aves muertas a consecuencia de la caída de cubiertas, vigas y otros componentes de las naves, con la ocurrencia de 16 derrumbes
En Villa Clara las autoridades calculan la pérdida de al menos unas 4.000 latas de café, mientras en Granma solo fue significativa la pérdida del techo en una despulpadora del municipio de Buey Arriba, y la caída de más de 17.000 matas de plátano en Pilón.
En Santiago de Cuba los agricultores acopian actualmente de alrededor de 2.000 latas de café en suelos del municipio de San Luis, así como en la cosecha de unas 200 hectáreas de yuca y plátano afectadas en el polo agropecuario Los Reynaldos, de Songo-La Maya.