En sus discursos en cada reunión de los últimos meses los representantes del régimen cubano están apelando al "desarrollo local" para salir de la crisis de desabastecimiento y la inflación galopante que mantiene en jaque la alimentación más elemental de los cubanos, pero el economista Pedro Monreal avizora otro fracaso.
Este martes, el primer Manuel Marrero Cruz volvió a machacar en el asunto en un mensaje en Twitter.
"En todas las provincias se deben estremecer las direcciones administrativas y sistemas empresariales, y potenciar el desarrollo local, en aras de incrementar la oferta de bienes y servicios al pueblo, para disminuir los altos precios que existen hoy en Cuba", escribió.
Monreal, sin embargo, criticó que ahora se recurra a la cuestión de "lo local, como antes fueron los topes de precios y la inflación de diseño", sin que se dediquen las inversiones adecuadas a la agricultura y que el sector continúe con sus fuerzas productivas atenazadas por el sistema.
"Toda economía nacional contiene una red de economías locales, pero la primera no es la simple suma de las segundas. La pregunta clave es ¿Qué genera la coherencia de la diversidad local?", señaló el economista en un hilo en Twitter.
"En términos económicos, la coherencia nacional de lo local nos remite a la conocida cuestión del 'cálculo económico' (racionalidad para decidir entre múltiples opciones al utilizar recursos). De manera simplificada, eso lo hace el mercado, el plan, o alguna combinación", añadió.
En opinión del experto, "la noción de que las instancias administrativas de Cuba son más competentes que el mercado para hacer el 'cálculo económico' pasa por alto que fue precisamente un paquete administrativo (la Tarea Ordenamiento) lo que condujo a la inflación actual".
"A ver si se entiende: no se supera una crisis alimentaria como la actual sin inversiones, y la escala de muchas de estas rebasa ampliamente la disponibilidad de los recursos locales y provinciales", apuntó.
"Un programa nacional para integrar lo local incluye definiciones de mecanismos, plazos, indicadores y recursos ¿Cuántos miles de millones de pesos se destinarían en 2023 a apoyar el desarrollo local, especialmente el agropecuario?", se preguntó.
Para Monreal, "demandar desarrollo local sin asegurar un nivel mínimo de recursos —eventualmente generados mediante la rectificación del actual deformado patrón de inversión nacional— probablemente termine siendo un ejercicio de 'localismo' hueco".
El Gobierno cubano invirtió más de 23.359 millones de pesos —de los 71.069 millones gastados entre enero y diciembre de 2022— en los servicios empresariales, inmobiliaria y alquiler, en los que se incluye la construcción de hoteles e infraestructura turística, en detrimento de otros sectores críticos como agricultura, salud o educación, según los datos la ONEI.
Hace un mes, Monreal advirtió que estas estadísticas oficiales "confirman la persistencia de una estructura muy deformada de la inversión en Cuba, en la que un tercio se concentra en servicios empresariales, inmobiliaria y alquiler (incluye parte del turismo)".
"En medio de una situación de inseguridad alimentaria, es preocupante que el peso relativo de la inversión agropecuaria se mantenga estancado a un nivel que es más de 12 veces inferior al peso relativo de la inversión en servicios empresariales e inmobiliaria", señaló Monreal en un hilo en Twitter.
"Seguramente se entiende, pero conviene repetirlo: sin una mayor inversión agropecuaria no se superará la inseguridad alimentaria en Cuba, ni se mitigará la inflación, ni la pobreza, ni habrá desarrollo nacional. Poco importan las consignas que se inventen", advirtió.
"El sector agropecuario es la principal fuente de trabajo del país, con 16,7% del empleo total. Forzado a trabajar con baja inversión, el agro funciona como un gran foco de baja productividad laboral que lastra el crecimiento económico general de Cuba", añadió.
El informe de la ONEI incluyó datos por provincias de inversión total, pero no desagregados por actividad en cada provincia.
Pedro Monreal precisó que, en la estadística oficial, la categoría "hoteles y restaurantes", con 3.226 millones invertidos entre enero y diciembre de 2021, incluye la inversión que no se enmarca en un esquema de funcionamiento inmobiliario. "La actividad 'servicios empresariales' no se limita al turismo, pero incluye la inversión turística vinculada a un esquema inmobiliario", apuntó.
Esto me recuerda al tristemente célebre Cordón de La Habana, uno de los tantos disparates económicos de Fidel Castro y que pretendía producir más café que Colombia y Brasil juntos. Entre la limonada como base de todo, las regaderas y la continuidad ya no saben que otra cosa inventar para entretener al solar.