El opositor Consejo para la Transición Democrática en Cuba (CTDC) ha lanzado la iniciativa "Ni olvido ni abandono: salvemos a los presos políticos cubanos", que pide asistir a estos y a sus familias "en sus necesidades más urgentes: alimentación, medicamentos y artículos de higiene personal".
"Hacemos un llamado urgente a la diáspora cubana, a las organizaciones de la sociedad civil y a todos los defensores de la libertad en el mundo: no permitamos que los presos políticos cubanos languidezcan o mueran lentamente en las cárceles del régimen. La dictadura los somete a un proceso sistemático de aniquilación, destruyendo su salud física y mental a través del hambre, la tortura y la negación de atención médica", dijo el CTDC en un comunicado enviado a DIARIO DE CUBA.
El llamado surge en momentos en que la cooperación internacional estadounidense está temporalmente suspendida, lo que afecta a los grupos de la sociedad civil, al periodismo independiente y a las organizaciones de derechos humanos, incluidas las que envían ayuda a los presos políticos cubanos y sus familias.
"La continuidad del presidio político en Cuba constituye una tragedia humanitaria de enormes proporciones. No solo es inhumano, sino la prueba palpable de que el régimen cubano viola sistemáticamente los derechos humanos como política de Estado". Son "hombres y mujeres valientes que no merecen estar en prisión ni un minuto más, que han perdido su libertad y arriesgado sus vidas por defender los derechos humanos y luchar por la democracia. Ahora, nos corresponde a nosotros estar a la altura de su sacrificio. No basta con denunciar, es hora de actuar", señaló el CTDC.
Recordó testimonios como el del líder opositor José Daniel Ferrer García, tres veces prisionero de conciencia, que "describen las cárceles cubanas como verdaderos campos de concentración". También, los de Félix Navarro y Carlos Michael Morales, quienes "han denunciado que el hambre y la falta de atención médica se utilizan como herramientas de tortura".
Navarro ha dicho que en la prisión de Agüica, en Matanzas, el director, Emilio Cruz Morales, "ha convertido el hambre en un arma de terror. Los presos sin apoyo familiar tienen prohibido acceder a los alimentos sobrantes de los comedores. La orden es clara: toda comida no es consumida debe ser arrojada a la basura. Cualquier guardia que desafíe esta norma es castigado", señaló el CTDC.
La organización mencionó asimismo los casos de opositoras como Lisandra Góngora y Saylí Navarro, quienes siguen padeciendo las condiciones de la prisión política.
"En 2024, al menos 50 prisioneros murieron en estas condiciones, muchos por desnutrición y tuberculosis", advirtió el CTDC.
"No hay causa que prospere si se abandona a quienes han sido encarcelados en primera fila por defender la libertad, la democracia y los derechos humanos", dijo la organización. "La justicia y la dignidad humana no pueden ser solo principios abstractos, deben traducirse en acción. Apoyar a los presos políticos no es caridad, es una obligación moral para quienes creemos en un futuro libre y justo", añadió.
Explicó que la iniciativa "Ni olvido ni abandono: salvemos a los presos políticos cubanos", busca una coordinación "proactiva, comprometida y eficaz entre organizaciones defensoras de los derechos humanos", con el objetivo es ayudar a los presos políticos y a sus familias.
"En Cuba, una familia necesita al menos de 50 a 100 dólares mensuales para sostener a un preso político. Cada aporte, por pequeño que sea, puede marcar la diferencia entre la vida y la muerte en las cárceles del régimen", indicó la organización.
"No podemos fallarles. Su lucha es nuestra lucha. Su supervivencia y su libertad dependen de nuestra solidaridad. (…) Extender una mano solidaria es un deber de todos los que creemos en la justicia, en la dignidad humana y en la esperanza de una Cuba libre", resaltó.
