'Me dijeron que no podían realizar la operación porque en el salón no hay oxígeno y hay filtraciones'.
La iniciativa presentada en Miami busca proveer a pacientes en estado grave de tratamientos en falta en la Isla.
El ministro de Salud afirma que el Estado es responsable de garantizar la gratuidad de los servicios en Cuba, donde la verdadera garantía empieza a ser el dinero.
El Gobierno lo sabe, pero la implosión del sistema sanitario hace que sus exhortaciones a combatir las ilegalidades encuentren oídos sordos.
El ministro de Salud Pública, José Portal Miranda, informó en la Asamblea Nacional que Cuba carece del 70% de los medicamentos básicos que necesitan los pacientes.
BioCubaFarma producirá amoxicilina, cefalexina y cefixima, y los inyectables ceftriaxona, cefuroxima y ceftazidima.
Se suman a ello productos sanitarios recibidos como donación entre enero y junio de 2024, por un valor de 3.609.682 dólares.
Sin productos para poner en las farmacias, el régimen solo apela a más 'control' para aplacar las 'insatisfacciones' de la población.
Activistas entregan donaciones de productos de primera necesidad escasos en la Isla, aún más en zonas rurales alejadas de las ciudades.
Al mismo tiempo, el centro de innovación ruso Skólkovo aprueba cinco proyectos farmacológicos cubanos desarrollados por BioCubaFarma y crece la cooperación entre ambas instituciones.
Lo anterior, pese a los millonarios ingresos que reporta a La Habana la exportación de profesionales al extranjero, en especial médicos.
Pollo, leche en polvo y huevos son los alimentos más comprados por La Habana en el vecino del norte en mayo último.
Desde el 13 de junio no recibe de las autoridades el medicamento que necesita para su enfermedad crónica, denuncia su esposa.
A casi tres años de la introducción de esas medidas, las autoridades cubanas no han sido capaces de solucionar la crisis que les hizo adoptarlas.
Mientras la salud de los reos comunes se debilita por la 'indiferencia y la indolencia', los políticos son víctimas 'de una práctica sistemática de aniquilamiento' a través de las condiciones de reclusión y las enfermedades, considera Juan Carlos González Leyva.
'Poco a poco nos hemos vuelto insustituibles', dice una vendedora de Santiago de Cuba. 'Si no existiéramos, hoy el panorama sería apocalíptico para el Estado'.
El Fondo Ruso de Inversión Directa destina 11 millones de dólares para 'medicamentos innovadores contra enfermedades geriátricas y oncológicas'.
El cargamento será utilizado por los fabricantes de fármacos de la Isla para la producción de antibióticos esenciales.
Desde Baracoa, Guantánamo, Elizabeth Coba Proenza denuncia su delicada situación familiar y de salud.
Dipirona a 600 pesos, Omeprazol a 500, Salbutamol a 800, Amoxicilina a 1.000, Clonazepan a 3.000, Ibuprofeno a 500 y Ketotifeno a 500… el mercado negro sigue ocupándose del abastecimiento.
