De acuerdo con una publicación de la plataforma femenina cubana YoSíTeCreo, al menos 66 cubanas permanecen en prisión tras las manifestaciones del 11J. El número puede no resultar significativo, teniendo en cuenta que constituyen menos del 10% de las 956 personas recluidas. Lo significativo es el ensañamiento con ellas del Estado cubano que, según la directora del Centro de Educación Sexual (CENESEX), Mariela Castro, está a la vanguardia en lucha contra la violencia hacia la mujer.
Mientras la Organización de Naciones Unidas (ONU), a la que pertenece el Estado cubano, aprueba reglas que hacen énfasis en las necesidades especiales de las mujeres como reclusas, el régimen de La Habana pone el énfasis en violentarlas.
Las Reglas de las ONU para el tratamiento de las reclusas y medidas no privativas de la libertad para las mujeres delincuentes, conocidas como Reglas de Bangkok, fueron aprobadas por la organización en su sexagésimo quinto período de sesiones, el 21 de diciembre de 2010.
Resulta contradictorio invocar estas reglas en el caso de las cubanas encarceladas tras el 11 de julio, pues no son delincuentes, sino ciudadanas que ejercían el derecho a manifestarse pacíficamente, reconocido en la Constitución. Pero el régimen las ha criminalizado y ha decidido tratarlas como a delincuentes, o incluso peor, si tenemos en cuenta las mencionadas reglas.
Según la Regla 2.2, antes del ingreso en prisión o en el momento de producirse, "se deberá permitir a las mujeres con niños a cargo adoptar disposiciones respecto de ellos, previéndose incluso la posibilidad de suspender la reclusión por un período razonable, en función del interés superior de los niños".
La matancera Rocío Brito fue detenida el 20 de julio y hasta mediados de agosto no había podido ver a su hija de un año, según denunció a BBC Mundo, su suegra Elizabeth Álvarez
"La bebé está sin lactar porque se llevaron presa a su madre. Está muy afectada porque estaba muy pegada a ella, nunca se habían separado. Y lactar era parte fundamental de su alimentación, porque todavía no está muy acostumbrada al puré (papilla)", declaró al medio británico Álvarez, quien agregó que su nuera también estaba muy mal.
"Rocío también está muy mal. Las veces que ha podido hablar desde la cárcel ha dicho que está con los pechos a reventar y con dolor porque se le acumula la leche", señaló.
Brito, de 22 años, fue encarcelada por participar en chats en los que los manifestantes habían convocado a salir a las calles.
Daniela Cecilia Rojo Varona fue detenida el 11 de julio, mientras estaba sentada en el suelo haciendo el símbolo de Libertad con los brazos. Estuvo 26 días sin ver a sus hijos de siete y cuatro años. Tras ser excarcelada espera juicio por desorden público agravado.
Según YoSíTeCreo, Lizandra Góngora, Angélica y María Cristina Garrido, Donaida Pérez, Mailene Noguera, Letis Aile Patterson, Annia Romero, Yanay Solaya, Taimara Samón, Yaquelín Castillo, Mariuska Díaz Calvo, Gloria López, Kassandra Díaz, Katya Beirut, Isel Fumero, Lisdiani Rodríguez, Nidia Bienes, Lisandra Felgueira, Mayra Taquechel, Yainelis Pérez y Yusmely Moreno, son otras madres cubanas que permanecen encarceladas y alejadas de sus hijos tras las protestas del 11J.
La Regla 70 de Bangkok establece que "se informará a los medios de comunicación y al público sobre las razones por las que las mujeres pueden verse en conflicto con el sistema de justicia penal y sobre las maneras más eficaces de reaccionar ante ello, a fin de posibilitar la reinserción social de las mujeres, teniendo presentes los intereses superiores de sus hijos".
Daniela Rojo refirió a DIARIO DE CUBA que su familia no conoció su paradero hasta tres días después de su arresto, cuando un guardia le permitió llamar por teléfono.
El padre de los hijos de Lizandra Góngora relató a Cubanet que la Policía le negó información sobre su expareja desde el 22 hasta el 29 de julio, cuando recibió una llamada de las autoridades policiales informándole que estaba detenida. Durante el tiempo que se le negó información sobre el paradero de la madre de sus hijos, agentes policiales lo animaron a acusarla de haber abandonado a los menores.
Ambos casos constituyen ejemplos de la desaparición forzada que han sufrido varias personas detenidas tras el 11J y que el régimen y sus medios oficiales han negado.
Según la Regla 31, "se deberán elaborar y aplicar políticas y reglamentos claros sobre el comportamiento del personal penitenciario, a fin de brindar el máximo de protección a las reclusas contra todo tipo de violencia física o verbal motivada por razones de género, así como de abuso y acoso sexual".
La activista María Cristina Garrido, además de sufrir la separación de sus hijos por al menos un mes, fue golpeada en la cárcel por agentes policiales y obligada a gritar "Viva Fidel", según contó su esposo, Michel Valladares, a Radio Televisión Martí.
"La golpearon dos veces, se orinó y la metieron en un calabozo de tortura donde no se podía sentar ni acostar, por lo que tenía que estar parada", narró Valladares.
Varias detenidas como Gabriela Zequeira y Lázara Karenia González Fernández fueron arrestadas con violencia el 11 de julio
Zequeira, cubana de 17 años condenada a ocho meses de privación de libertad, denunció que los boinas negras que la arrestaron la golpearon en el oído, por lo que ahora no escucha bien.
Un video publicado en Facebook muestra cómo González Fernández es inmovilizada, levantada en peso y arrastrada por el suelo.
Pero la crueldad del régimen hacia las cubanas disidentes no surgió con el 11J. La Regla 4 de Bangkok plantea que "en la medida de lo posible, las mujeres serán enviadas a cárceles cercanas a su hogar o sus centros de rehabilitación social, teniendo presentes sus responsabilidades de cuidado de los niños...".
Aimara Nieto, madre de dos hijas, Dama de Blanco y miembro de la Unión Patriótica de Cuba (UNPACU), fue detenida junto a otras dos Damas de Blanco el 6 de mayo de 2018. Una agente policial la golpeó durante el arresto, pero Nieto fue acusada de "atentado y daños" y condenada a cuatro años de cárcel. Primero fue enviada a la Prisión Provincial de Mujeres El Guatao, en La Habana, pero posteriormente fue trasladada a Manatí, Las Tunas, a más de 600 kilómetros de su familia.
Según la Regla 19, "se adoptarán medidas efectivas para resguardar la dignidad y garantizar el respeto de las reclusas durante los registros personales, que serán realizados únicamente por personal femenino que haya recibido adiestramiento adecuado sobre los métodos apropiados de registro personal...".
Las mujeres detenidas en Cuba son desnudadas en las celdas sin el más mínimo respeto a su dignidad. Carolina Barrero es un ejemplo de esta práctica. "En el calabozo de San Miguel del Padrón, tres mujeres me entraron a la fuerza en una celda. Dos oficiales de la policía me aguantaron de los brazos mientras una tercera, vestida de civil, me desnudaba con violencia. Afuera de la celda un policía hombre miraba en silencio como quitaban la ropa de mi cuerpo", contó la historiadora de arte en mayo, tras una detención.
Según la Regla 58, "…cuando proceda y sea posible, se utilizarán mecanismos opcionales en el caso de las mujeres que cometan delitos, como medidas alternativas y otras que sustituyan a la prisión preventiva y la condena".
Thais Mailén Franco Benítez, joven madre de tres hijos sin antecedentes penales, detenida en una manifestación pacífica el 30 de abril, lleva más de cuatro meses en prisión preventiva. Ha cumplido el tiempo mínimo de condena para los delitos de los que se le acusa, que no se consideran graves dentro del Código Penal cubano vigente.
Y aunque resulte repetitivo, es importante señalar que la oficialista Federación de Mujeres Cubanas (FMC) no se ha pronunciado en ninguno de los casos de estas cubanas, muchas de ellas con hijos menores y sin antecedentes penales.
Un horrendo rosario de atropellos. ¿Para qué sirve la FMC? ¿El CENESEX? Y todavía Bachelet --una mujer también-- excluye a Cuba de su informe sobre DDHH.