Las protestas del 11J, las más importantes en Cuba desde 1959, han opacado otras, sin dudas de menor envergadura, pero que requirieron igual valor de los protagonistas y les han traído consecuencias igualmente nefastas. Una de esas protestas fue la del 30 de abril. Seis manifestantes continúan presos. De ellos, la única mujer, es Thais Mailén Franco.
Al igual que quienes protestaron el 11J, Mailén Franco y sus compañeros ejercían lo que el presidente del Tribunal Supremo Popular de Cuba (TSP), Rubén Remigio Ferro, reconoció como derecho constitucional: la manifestación con fines pacíficos. La realidad demuestra que este derecho en Cuba solo pueden ejercerlo los partidarios del régimen.
Aunque Mailén Franco solo se sentó pacíficamente con sus compañeros en la calle Obispo para exigir el derecho a la libre circulación que le estaba siendo violado con la prohibición de llegar a la casa de Luis Manuel Otero Alcántara, fue acusada de los delitos de "desorden público" y "desobediencia".
En un Estado de derecho a secas, sin el apellido socialista, Mailén Franco sería una ciudadana que habría ejercido su derecho a la protesta pacífica. En el Estado socialista de derecho que se supone es Cuba, esta mujer es una delincuente. Analicemos entonces la gravedad de los cargos que se le imputan.
Según las leyes cubanas, el desorden público y la desobediencia se sancionan con privación de libertad desde tres meses hasta un año. Al no tratarse de delitos graves dentro del vigente Código Penal cubano, pueden incluso castigarse con multas de 100 a 300 cuotas.
El día 30 de agosto, Thais Mailén Franco cumplirá cuatro meses en prisión y habrá sobrepasado el tiempo mínimo de condena previsto para los "delitos" que cometió, sin que se le haya encontrado culpable en un juicio.
Si en el proceso judicial, la defensa lograra demostrar su inocencia, lo que en Cuba es una posibilidad menos que remota, no serviría de nada. Para entonces, Mailén Franco podría haber cumplido la mitad de su condena en prisión con su salud evidentemente deteriorada a causa de la hipertensión arterial, los hongos que le aparecieron en los pies estando en prisión y la reciente caída que le provocó una fractura en el cóccix.
Sus problemas de salud fueron los argumentos de su abogado para solicitar que se cambiara la medida cautelar de prisión provisional. La medida fue ratificada por la Fiscalía con el argumento de que sus problemas de salud estaban debidamente atendidos por el sistema de salud penitenciario del Ministerio del Interior (MININT).
La afirmación contradice las constantes denuncias de sus familiares de la imposibilidad de hacerle llegar los medicamentos para sus padecimientos y la tardía y deficiente atención médica que ha recibido esta activista en la Prisión de Mujeres de Occidente (Guatao) donde se encuentra recluida.
Pero el argumento más importante para su excarcelación es que aThais Mailén Franco nunca debió serle impuesta la prisión provisional como medida cautelar.
Según la vigente Ley de Procedimiento Penal, esta es la medida cautelar de mayor rigor con la que son aseguradas las personas pendientes a un proceso judicial, pues implica condiciones similares al cumplimiento efectivo de una sanción privativa de libertad.
El Artículo 252 establece que la aplicación de la prisión provisional procede siempre que concurran dos circunstancias: la existencia de un delito y los motivos para vincularlo a la persona a la que se le impone la medida cautelar.
Sin embargo, su aplicación es excepcional. Deben emplearse las demás medidas previstas si los hechos no han producido alarma, no se cometen con frecuencia en el territorio ni existan elementos para pensar que el acusado intentará evadir la justicia.
Thais Mailén Franco es una persona joven, mujer, por lo que su tratamiento penal debió tener un enfoque de género, y madre de tres niños. Esta circunstancia hace poco probable que intentara huir del país para evadir la justicia. Incluso si hubiera pensado hacerlo, las medidas restrictivas debido a la pandemia de Covid-19 le habrían impedido salir del país y hasta de la provincia.
En cuanto a la alarma que produjeron los hechos, no hubo más que la generada por la Policía y la Seguridad del Estado al arrestar a los manifestantes con violencia, violando su derecho a protestar pacíficamente.
El objetivo de la prisión provisional de Thais Mailén Franco, que ya es una condena anticipada sin necesidad de juicio, no es evitar que evada la justicia y ni siquiera castigar los supuestos delitos de "desorden público" y "desobediencia". Si fuera este el objetivo, Mailén Franco habría sido enviada a su casa a la espera de juicio, o se le habría impuesto una multa por cada cargo.
Pero el propósito de mantenerla en prisión provisional, alejada de sus hijos y con su salud quebrantada es justamente castigarla por ejercer lo que, según el presidente del TSP, es un derecho constitucional en Cuba: la manifestación pacífica.
Diaz Canel es un cobarde ,reprime a los indefensos en respusta a la repulsa que el pueblo le hace ,se sabe odiado,despreciado tanto en el pais como en la opinion internacional ,el cartelito de singa0 no se lo quita nadie y ya nunca tendra personalidad para gobernar ya no el pais ,ni siquiera un municipio por lo despreestigiado que esta.Esa es su manera de vengarse ,abusar del poder no importa si es una mujer o un nino.Diaz Canel es un asesino.
Lo que han hecho con esta mujer es horrible. El caso de Lavastida también. ¡LIBERTAD PARA TODOS LOS PRISIONEROS POLITICOS!
Se deben guardar records de las condenas y que jueces la aplicaron y encarcelados por un tiempito.