A Thais Mailén Franco, una de las manifestantes de Obispo y única mujer que permanece encarcelada por ese suceso, no le han permitido acceso a medicamentos desde su detención el pasado 30 de abril, denunció a DIARIO DE CUBA su esposo, Michel Hernández Corría, quien solo ha podido hablar con ella una vez por teléfono desde el arresto.
"Ella presenta hongos en los pies y ese problema debe habérsele agravado porque cuando le llevamos medicamentos a Villa Marista, más de una semana después de su detención, no fue posible entregárselos. Mi esposa también tiene un tratamiento para la hipertensión y tiene problemas de hipertiroidismo, pero no ha podido tomar un medicamento más desde que entró en prisión", señaló el esposo a DIARIO DE CUBA.
"La única vez que pudo ver a sus tres hijos, el agente de la Seguridad que permitió la visita fue claro al decir que, si había una lágrima, así fuera por Thais o sus hijos, la visita se suspendía en el acto. Ellos filmaron todo el tiempo ese encuentro", añadió Hernández Corría.
Inicialmente recluida en la estación policial de 7ma y 62, en el municipio Playa, esta activista fue trasladada a la prisión para mujeres de Occidente, más conocida como el Guatao, en las afueras de La Habana, a inicios de la semana pasada.
En los videos de la sentada pacífica en la esquina de Obispo y Aguacate, divulgados en las redes sociales, la voz de Thais Mailén Franco es una de las que más alto reclama ver al artista Luis Manuel Otero Alcántara, quien cumplía entonces su quinto día en huelga de hambre y sed. La activista también exigía el cese de la represión contra sus compañeros en la protesta.
El día de la manifestación fueron detenidas más de diez personas, de las que cinco permanecen encarceladas: el periodista Esteban Rodríguez, trasladado a la prisión de Valle Grande; Yuisan Cancio Vera, enviado a una prisión en Pinar del Río; Inti Romero Soto, y el rastafari Angel Luis Cuba.
Otros tres se encuentran en reclusión domiciliaria: Nancy Vera, Leonardo Romero y la periodista Mary Karla Ares, enviada a su casa el sábado 29 de mayo, después de 30 días en prisión.
Durante el encarcelamiento de Ares González, la consultoría jurídica Cubalex denunció que la joven no recibió atención especializada ni medicación pese a los fuertes dolores causados por su padecimiento de endometriosis y fue sometida a interrogatorios de madrugada.