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Resumen 2024

Inseguridad ciudadana en Cuba: un 2024 de ascenso vertiginoso

¿Qué delitos marcaron el 2024 en Cuba? ¿Cuál ha sido la respuesta del régimen? ¿Es un problema de percepción, como afirman las autoridades, o el aumento de la criminalidad es palpable en las calles, como demuestran los números?

La Habana
Un vecino habla con la Policía en el lugar de un robo en Santiago de Cuba.
Un vecino habla con la Policía en el lugar de un robo en Santiago de Cuba. Diario de Cuba

El resquebrajamiento integral de la sociedad cubana descendió varios escalones a lo largo de 2024 y, entre la pobreza, los apagones, la censura, las protestas, el hambre, la emigración, la insalubridad, la represión y el diapasón de problemas que se expande cada vez más en la Isla, uno de los que tuvo en este año un ascenso vertiginoso fue la inseguridad ciudadana. ¿Qué delitos marcaron el 2024 en Cuba? ¿Cuál ha sido la respuesta del régimen? ¿Es un problema de percepción, como afirman las autoridades, o el aumento de la criminalidad es palpable en las calles, como demuestran los números?

"La crisis multisistémica en Cuba ha fomentado, no solo un incremento del índice de criminalidad, sino una cultura de la criminalidad. El análisis muestra un preocupante aumento en delitos violentos en 2024, destacando un crecimiento del 111% en los asesinatos, un 290% en agresiones y un 208% en robos en el primer semestre de 2024", detalló el Observatorio Cubano de Auditoría Ciudadana (OCAC), organización que, con el auspicio del laboratorio de ideas Cuba Siglo 21, presentó dos informes que revelan un alarmante incremento en la criminalidad en la Isla.

Recientemente, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba advirtió que el incremento de la criminalidad es causa y consecuencia del "acelerado deterioro de las bases primarias de nuestra convivencia".

Uno de los hechos criminales más mediáticos de este año fue el ocurrido a principios de junio en la Finca de los Monos, en La Habana, cuando varios jóvenes resultaron heridos en medio de una violenta trifulca a la que las autoridades policiales llegaron tarde. Numerosas versiones del hecho circularon en redes sociales, incluso algunas que afirmaban que había fallecidos entre los afectados.

La presión mediática sobre los efectivos del Ministerio del Interior y las pruebas de su ineficiencia llevaron a que tanto el Gobierno de La Habana como la maquinaria propagandística del régimen se vieran forzados a hacer control de daños sobre el asunto, aunque con evidentes contradicciones en sus declaraciones y alegando un trabajo ejemplar de la Policía que, tanto en este como en buena parte de los casos del año, brilló por su ausencia.

Las imágenes de este suceso que circularon en Facebook permiten apreciar a varios jóvenes correr portando palos o machetes, así como más de un enfrentamiento antes de que apareciera la primera patrulla. Este hecho demostró, asimismo, el auge de la violencia entre los más jóvenes, con particular énfasis en las zonas más desfavorecidas del país que, debido al resquebrajamiento integral de la sociedad, son cada vez más.

En tal sentido, según un artículo publicado en DIARIO DE CUBA por Maritza Betanzos, en noviembre "dos niños de 14 años capturados al supuestamente intentar robar un apartamento reconocieron que pertenecían a una banda que opera en el Distrito José Martí y en otras zonas periféricas de la ciudad de Santiago de Cuba, donde el pueblo está expuesto al bandidaje y los atracos de la delincuencia".

Otro hecho que evidenció el incremento de este tipo de crímenes en Cuba, a pesar de que el régimen insiste en negarlo o minimizarlo, ocurrió en agosto en el poblado de Ceballos, Ciego de Ávila. Allí, un asesinato múltiple dejó cuatro víctimas, entre ellos un niño de cuatro años y un adolescente de 17, además de dos mujeres, una de 29 y otra de 50 años.

Un crimen similar ocurrió en La Habana en octubre, cuando tres personas fueron asesinadas en una vivienda cercana al Parque Trillo, con el móvil aparente de tratarse de un robo. Las víctimas, todas mayores de edad, incluso una de ella, una anciana, fueron asfixiadas. En octubre, además, un adolescente de apenas 16 años fue asesinado a puñaladas en Bayamo. Según varios informes, las puñaladas habrían sido propinadas por un muchacho de solo 14 años.

"El aumento de la violencia de género, la violencia callejera y el abuso policial indica un panorama de creciente inseguridad y deterioro social en Cuba. Estos tipos de violencia no solo representan amenazas directas a la seguridad y bienestar de los individuos, sino que también reflejan problemas estructurales más profundos", dijo a DIARIO DE CUBA el investigador Arístides Vara Horna, del proyecto Cubadata y autor del estudio Explorando futuros posibles para la democratización en Cuba.

Sobre el incremento de la violencia en la Isla, Roberto Álvarez Quiñones escribió, en un artículo reciente publicado por DIARIO DE CUBA: "La actual ola de crímenes en Cuba es hija legítima de la 'Revolución'. Porque transformó a un país vanguardia en materia socioeconómica dentro del continente en el más pobre y hambriento del hemisferio, junto a Haití".

En marzo, Beatriz de la Peña La O, jefa del Departamento de Investigación de la Dirección de Procesos Penales de la Fiscalía General de la República, aseguró que en Cuba no hay más asesinatos, sino una mayor visibilidad de los hechos.

"La violencia criminal, que tiene que ver con los delitos de asesinato, homicidio, lesiones, robos con violencia y agresión sexual, no tienen un aumento, que no quiere decir que no haya un aumento en la incidencia delictiva en otros delitos que sí aumentan y que influyen en esa percepción de inseguridad", dijo.

Si lo que dice la funcionaria fuera cierto, significaría que Cuba nunca ha sido el país seguro que ha mostrado la propaganda oficial. O bien los hechos sangrientos no salían a la luz y la falta de información contribuía a crear una imagen de falsa seguridad, o lo que afirmó Peña La O no es verdad.

En tal sentido, en un programa reciente de Los Puntos a las Íes, de DIARIO DE CUBA, el abogado Edel González destacó que "no hay antecedentes" del momento actual y explicó que numerosos delitos como robos, hurtos, violencia en el hogar o lesiones graves quedan impunes.

Además, el Consejo para la Transición Democrática en Cuba recalcó, en la citada declaración, que "está claro que la naturaleza ejemplarmente punitiva del sistema jurídico cubano no está en el camino de resolver el grave problema de violencia social que se ha instalado en nuestro país; como demuestra el incremento de los feminicidios, a pesar de algunas cadenas perpetuas impuestas a perpetradores".

"Los primeros antídotos a tanta violencia pasan por el claro reconocimiento a un problema que lo es también de salud pública", añadió, así como por "instituir una conversación nacional" e "instalar con urgencia un proyecto pedagógico antiviolencia en el sistema escolar, en las prisiones, en las escuelas de Policía y en las instituciones del Estado".

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