La reciente vuelta de tuerca a la crisis energética cubana, bautizada por el Gobierno como "contingencia", ha empeorado aún más la calidad de vida en la Isla. DIARIO DE CUBA indagó en varias provincias sobre las consecuencias que han generado para el cubano de a pie los apagones y la escasez de combustible, transporte y alimentos.
Donde más se reflejan las dificultades es en el campesinado, sector que sufre una situación crítica, según el presidente de la Liga de Campesinos Independientes de Cuba, Esteban Ajete Abascal. "A un año del paso del huracán Ian por la provincia, hay muchos campesinos que todavía están viviendo sin techos y sin colchones", recordó el residente del poblado San Diego de los Baños, municipio pinareño Los Palacios.
Incluso en Pinar del Río, una provincia eminentemente agrícola, es difícil encontrar comida. "La escasez de alimentos ya es algo cotidiano, difícilmente puedes ver algún establecimiento con productos agrícolas. La mayoría de esos sitios están cerrados y otros tienen los productos bien caros. La carestía es algo que está dañando a la población porque a los ancianos, que dependen de una pensión, no les alcanza para poder comprar los alimentos del día a día", añadió Ajete.
En La Habana, un vecino del barrio Santo Suárez, municipio Diez de Octubre, dijo bajo condición de anonimato que todo se complica aún más cuando hay hijos: "Como padre de familia, se me hace muy difícil la adquisición de leche. Los niños consumen bastante leche, y al mío le gusta mucho. Sin embargo, la cuota que dan en la bodega es reducida, muchas veces viene mezclada y cuesta mucho diluirla en agua. Incluso dándole calor se hace una pasta, y muchas veces ni le cae bien".
Una encuesta realizada por el proyecto Cubadata en la segunda quincena de julio expuso que el 83% de los cubanos consultados coincidió en lo difícil que resulta hallar productos básicos a precios asequibles. En el primer lugar de los productos más caros (858 entrevistados así lo consideraron) aparece el arroz; luego, las carnes de cerdo, pollo y pescado (759), los huevos (703) y el aceite (647), aunque el azúcar, la leche y las viandas tampoco escapan de la subida.
"Eso nos obliga a un gasto excesivo para poder conseguirla por la calle —continuó el padre consultado por DIARIO DE CUBA—. La mejor es una bolsa mexicana que está en 2.300 pesos, un gasto bastante fuerte. Se nos hace bien difícil a mi esposa y a mí, a pesar de que tenemos un salario por encima del promedio porque trabajamos en una MIPYME (micro, pequeña o mediana empresa). La alimentación en general no es buena. Un niño pequeño debe alimentarse bien, y el mío no se alimenta como uno quisiera, a pesar de que nosotros como padres tratamos de darle lo mejor y nos sacrificamos por él."
Dentro de los hogares cubanos, los menores están entre los más afectados por la "contingencia". El joven padre Axel Noa, vecino de la ciudad de Baracoa, en la provincia de Guantánamo, explicó su caso a esta redacción: "Ahora lo que más afecta es el problema de los apagones. Yo tengo una niña pequeña que va a la escuela y tengo que volverme loco e inventar para hacerle la comida y la merienda. A veces no tengo tiempo y hay que quedarse sin comer esperando hasta que llegue la corriente. Yo no tengo otra alternativa, yo vivo en un apartamento y no puedo cocinar con leña ni nada de eso".
Las mujeres son otro de los grupos más golpeados por las carencias que se arrecian con la crisis. Ramona, una vecina del municipio holguinero Mayarí, ha tenido que cortarse las uñas y ponerse un pañuelo en la cabeza para "fajarse" con el fogón de leña que su marido, Yordan, le "inventó" detrás de la casa. "Le tengo horror a la leña, pero no hay otra opción, pues todos mis equipos de cocina son eléctricos. Aquí no hay servicio de gas. Trabajo de manicurista y me da pena que las clientas me sientan mal olor en el pelo. ¡Y mi marido mucho menos! Yo soy muy presumida, pero tengo dos niños en etapa escolar y con los apagones no se pueden garantizar los horarios. Volvimos al subdesarrollo, esto es como África o peor. Las mujeres tenemos la mayor carga siempre, en todo", explicó la holguinera.
Tampoco escapan de la "contingencia" los adultos mayores. Si hay un sector poblacional devastado por la crisis que vive Cuba es el de la tercera edad. A finales de agosto, DIARIO DE CUBA reportó la precariedad y la falta de alimentos que enfrentaban varios ancianos de Santiago de Cuba.
La baracoesa de 73 años Idania de la Cruz también señaló los apagones como lo que más la afecta. "Ahora mismo hay que estar corriendo y cocinando antes de que se lleven la corriente. Si no te apuras, no puedes mandar los muchachos a la escuela, no puedes comer algo al mediodía. Cuando no hay corriente cocino en el patio con carbón, si tengo carbón".
Casi la mitad (47,2%) de los más de 1.000 entrevistados por Cubadata en todas las provincias del país dejó de comer alguna vez durante todo un día porque los alimentos no alcanzaban. En el 70,8% de los hogares de los encuestados alguien comió menos o se saltó comidas. Los mercados informales constituyeron el espacio principal donde los cubanos encuestados (44,8%) compraron los productos básicos.
"Los niños están yendo a las escuelas prácticamente sin merienda —detalló Ajete Abascal sobre la escasez de alimentos—, con una situación crítica del vestido y el calzado. Por las noches no se puede dormir con apagón. Los niños que tienen que ir al otro día a las escuelas están despiertos hasta tarde por el calor. Las amas de casa, que son las que llevan el peso de los hogares, están bien preocupadas porque no hallan qué llevar a la boca de sus hijos. Este mes nos rebajaron a tres libras de azúcar por persona y es lo único que han entregado por la canasta básica. El arroz no lo han entregado y en el mercado negro una libra está oscilando entre 140 y 150 pesos. Por la calle, una libra de frijoles cuesta 300 pesos, la carne de cerdo prácticamente ha desaparecido, y una caja de pollo vale 9.000 o 10.000 pesos."
Israel, un jubilado holguinero que trabajaba en la construcción, explicó los problemas que también hay con la canasta básica: "Lo peor es que con esto que anunciaron (la 'contingencia'), no van a pagar los atrasos con los mandados. Debían el aceite de julio, agosto y septiembre, pero llegó solo el de septiembre. Es decir, que julio y agosto ya se jodieron. Y es el único alivio que tiene el pueblo de comprar algo acorde con el salario".
Según Dignoris, una ama de casa del municipio holguinero Mayarí, la situación se grava cada día más: "El Gobierno nos está lanzando a comprar en la calle con un salario de miseria. Y para rematar ahora con todo caro por el dólar subiendo, los apagones uno detrás del otro... en vez de anunciar algo que alivie la situación vienen con esta nueva crisis para terminar de ahogarnos. Es un abuso. El pueblo no aguanta más, es terrible. Esto está cada vez más feo, ojalá pudiéramos irnos todos aunque sea para Haití".
La escasez de combustible condiciona todos los sectores de la economía, pero el escenario es nefasto en el caso de la agricultura, donde se generan gran parte de los alimentos. "A los campesinos, que necesitamos el combustible para producir, no nos llega nada y muchos tienen comprometida su cosecha. Los que se dedican al tabaco no han podido sembrar a estas alturas, y tienen que sembrar antes de diciembre, porque si no están amenazados por el Gobierno de que se les retiran las tierras. Esto es un agujero negro que se está tragando diariamente la vida del cubano", dijo Ajete Abascal a DIARIO DE CUBA.
Con las nuevas medidas que el Gobierno ha impuesto a la población, el transporte está prácticamente paralizado por la falta de combustible. Desde el nuevo catamarán que viajaba a Isla de la Juventud, hasta los ómnibus urbanos de las principales ciudades, gran parte del transporte público se ha ido deteniendo.
Nelson Castellanos, un vecino del municipio habanero Plaza de la Revolución, dijo a DIARIO DE CUBA: "a ninguna hora del día puedes coger una guagua que no esté repleta. Supuestamente en este país todos trabajan, y todavía a las 10:00AM están las guaguas abarrotadas".
Como para Edgar Mariano, un vecino del municipio Regla, para muchos la solución está en irse de Cuba: "Ya ni siquiera lo más elemental lo pueden garantizar. No digo que te lo regalen, simplemente garantizar su venta. Como el mismo café que está desaparecido de la bodega hace cinco meses. ¿Dónde está la tacita de café de esos viejos que se tuvieron que comer esta mentira durante tantos años? Yo estoy a dos meses de irme del país y todo lo que he hecho en los últimos años ha sido para poder garantizarme un futuro afuera. Cuando salga, no vuelvo más".
El 57,5% de los cubanos consultados por Cubadata en un sondeo realizado entre marzo y abril pasados tenía la intención de emigrar de la Isla.
Díaz Canel y su pandilla, al igual que Fidel en los '90; han impuesto un Periodo Especial 2a parte, con el nombre actual de Contingencia; porque les ha dado la gana que sea así. Primero: porque no aman, ni siquiera respetan a su pueblo. Segundo: es una firma de avasallar al pueblo, en nombre del Bloqueo, extra territoriando un problema que es creado por ellos,
La contingencia en Cuba es eterna. Cuando la zafra de los 10 millones yo era niña y recuerdo que pasábamos las noches enteras sin luz y mi abuela nos hacía cuentos para entretenernos. Ahora ni zafra, ni azúcar ni nada.
Hola: Mi abuela nos entretenía en aquellos apagones con los cuentos más estúpidos de "isleños" (Islas Canarias) porque gracias a Dios el "isleño" se reía de lo subdesarrollado que era cuándo llegaba a Cuba, gente muy noble, trabajadora, humilde, mi abuelo (por un lado) y mi bisabuela (por el otro) los "abandonaron" en un barco rumbo a Cuba, sin saber nunca más de su familia, nadie lo ha contado, aunque creo que sus padres "isleños" lo hacían para envíarlos a un mundo mejor...........Muy Cruel, muy Triste.............
Esto que cuenta me ha recordado un pasaje de la novela de Blasco Ibañez, Arroz y Tartana, donde narra que a muchos niños, principalmente maños, los abandonaban delante de una iglesia donde había una veleta los dejaban ahí entretenidos y cuando se daban cuenta ya el familiar se había largado. Mi padre, canario, fue a Cuba pero por voluntad propia, con 17 años, con 20 ya tenía su primer negocio propio, estuvo trabajando duro toda su vida hasta que llegó el cenicero y mandó a parar.
El cubano tiene mala memoria, en los 90's con aquél "período especial" desapareció hasta la "luz brillante" y en mi casa en medio del patio comenzamos a cocinar con carbón, con leña, con lo que apareciera, los cítricos que rodean mi aldea SAB (Plan Cítrico desarrolado por Israel y FC, y no es chiste, quizás la Sra. Ana pueda ampliar esta relación fallida) sufrieron el embate de los paleolíticos buscadores de leña, el gato de la familia alguien lo secuestró sin exigir rescate; la miseria en Cuba es cíclica cómo la tontera del "calentamiento global", gracias a aquél aspirante a dictador Hugo Chávez la Dictadura Castro se llenó y acabó con las riquezas de Cubazuela, la pobreza, la miseria y el descalabro en los Regímenes Dictatoriales estará asegurado mientras exista un pueblo esclavo dispuesto a que lo repriman.
Otra descripción más de la miseria en la que vive la gran mayoría de los cubanos.
Dan, entregan. ¡Eso no es cierto! VENDEN, que no es lo mismo. Hasta en eso han adoctrinado a los cubanos que las cuatro m... que les venden en las bodegas les hacen creer que se las están regalando.
Y observando bien a esa señora de la foto, con un año más que yo, parece mayor que mi madre que murió con más de 90 años. La miseria del comunismo es peor que un cáncer.
Cuba es una máquina del tiempo salida de las obras de ciencia ficción que está llevando a los cubanos a los tiempos de los taínos y siboneyes. Cuba va progresando pa' tras.
?Leche que dándole calor se hace una pasta? Eso huele a harina o maicena
Pues no quiera saber los ingredientes del "picadillo".