Malas noticias dejaron las sesiones del Parlamento en Cuba

Para un país tan obsesionado, y además necesitado, de aumentar sus exportaciones debe de haber sido  difícil tener que reconocer  que no todo ha marchado según lo previsto en esas operaciones en el actual 2021.  Ello transcurrió durante las pasadas sesiones de la Asamblea Nacional del Poder Popular.

El ministro de Economía y Planificación,  Alejandro Gil,  informó que no se han cumplido los planes de exportación de rubros tan importantes como el tabaco y el ron, y que el níquel solo cumplió en los ingresos debido a un aumento en sus precios internacionales, aunque quedó por debajo en unidades físicas. Bueno, ¿y sobre las exportaciones de azúcar, qué? En realidad deben de haber sido tan paupérrimas, que el funcionario ni se molestó en considerarlas.

Más grave que lo anterior ha sido el también incumplimiento en la exportación de servicios, que hasta ahora clasifica, junto con las remesas, como las mayores fuentes de ingresos con que cuenta el país. A solo dos meses para que finalice el año, la exportación de servicios se cumple solo al 67% del plan anual, lo que impedirá que se alcance lo planificado para el actual 2021.  Las autoridades achacan el incumplimiento al Covid-19 que prácticamente paralizó la actividad turística, pero también habría que pensar en una disminución que últimamente se aprecia en las misiones médicas en el exterior.

En lo referido a la producción interna, en especial los productos agropecuarios, los incumplimientos han sido notables. Quedan por debajo del plan renglones como el arroz, el maíz, los frijoles, la carne de cerdo, los huevos y la leche. Aunque el ministro no lo dijo, muchos de estos incumplimientos se deben al desestímulo de los productores por el no pago en tiempo de sus ventas al Estado. En el caso de la leche, por ejemplo, ha trascendido que solo en la provincia de Villa Clara los ganaderos dejaron de entregar a la industria más de ocho millones de litros de leche en lo que va de año. Esos productores, en ocasiones, han debido esperar hasta 40 días para cobrar las entregas hechas al Estado.

Se dio a conocer en el cónclave que, al cierre de septiembre, había 541 empresas estatales con pérdidas. Y el ministro Gil, aunque aseveró que en ello incidieron los problemas de recursos y las limitaciones materiales, añadió que "habría que hurgar en las cuestiones subjetivas, que no eran despreciables". Semejante afirmación podríamos relacionarla con el déficit fiscal que anunció la ministra de Finanzas y Precios, Meisi Bolaños (según ella, su reducción es el principal reto que tiene por delante la Administración Financiera del Estado), y con las palabras que en torno a ese asunto pronunció el primer ministro Manuel Marrero.

De acuerdo con las reflexiones de Marrero, en el referido déficit estarían incidiendo los gastos presupuestarios para salvar las finanzas de algunas entidades que presentan pérdidas debido al robo, el desvío de recursos y las ilegalidades. Y una vez más —¿será la definitiva?— se advierte que el presupuesto no está para atajar semejantes anomalías.       

Por último, a Marino Murillo le correspondió la desagradable encomienda de reconocer la insostenible condición en que viven los pensionados cubanos, sobre todo aquellos que perciben la cuantía mínima fijada por la Tarea Ordenamiento, que asciende a 1.528 pesos mensuales. Ahora Murillo dio a conocer que la espiral inflacionaria que afronta el país ha llevado la denominada "canasta de bienes y servicios de referencia" hasta los 2.821 pesos al cierre de agosto. Incluso superior al salario mínimo de la nación, fijado en 2.100 pesos.

Y concluía Murillo: "Este último valor, el de agosto, es 1,85 veces el costo de la canasta que hicimos para calcular la pensión mínima, lo que significa que quienes tienen pensión y salario mínimo,  hoy no están consumiendo lo previsto".

Por supuesto que para la cúpula del poder, Marino Murillo representa el fracaso de la Tarea Ordenamiento, aunque se resistan a aceptar públicamente lo desastroso de esa política.  Al parecer, desean desaparecerlo por completo. No bastó con su caída del Buró Político y del Comité Central del Partido. Ya hasta han disuelto la Comisión de Implementación de los Lineamientos, que él encabezaba. Probablemente lo hayamos visto por última vez.