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Covid-19

Un año de Covid-19 en Cuba: así ha sido la (mala) gestión del Gobierno

Los casos aumentan en el país, la desinformación continúa, y las vacunas solo existen en los titulares oficiales.

La Habana
Una mujer camina delante de un cartel en La Habana.
Una mujer camina delante de un cartel en La Habana. AFP

Un año después del inicio de la pandemia del coronavirus en Cuba, que acumula 58.379 personas infectadas y 357 fallecidas, la Isla se encuentra en el momento epidemiológico más delicado, pues el pasado mes de enero se reportaron más casos (15.536) que en todo 2020 y en febrero los positivos por la enfermedad llegaron a 22.998.

El mes de marzo no se presenta más esperanzador que los anteriores, pues solamente en los primeros diez días se han reportado 7.789 nuevos casos de Covid-19 y, de mantenerse la tendencia, podría terminar con más de 23.000.

A pesar de ello, las autoridades cubanas insisten en el éxito del manejo de la pandemia, que además del daño en salud a la población ha dejado a la economía en bancarrota por las estrictas medidas de confinamiento, que han detenido una gran parte de la actividad productiva y comercial del país, y la drástica caída del turismo.

"Lo que se ha aplicado en Cuba rompe los paradigmas del neoliberalismo. Aquí se ha triunfado porque el Gobierno y el Estado, con el Partido Comunista de Cuba al frente, han logrado integrar ese sistema para vencer la pandemia", afirmó el gobernante cubano, Miguel Díaz-Canel, frente a la Asamblea Nacional del Poder Popular a finales de diciembre.

Una polémica campaña turística al inicio de la pandemia

A finales de marzo de 2020, tras de desplegar una polémica campaña promocional ofreciendo a Cuba como destino turístico seguro en tiempos de pandemia, las autoridades anunciaron, bajo presión ciudadana, el cierre de las fronteras y la suspensión del llamado a los veraneantes extranjeros.

En esa fecha sumaban 21 los contagios, después de que un grupo de turistas italianos que hizo un recorrido por varios destinos de la Isla diera positivo al nuevo coronavirus. No obstante, el Gobierno señaló entonces que ello no era razón suficiente para cerrar escuelas y decretar fuertes cuarentenas. Esas medidas las tomó, también bajo presión popular, poco después.

Tras perder los ingresos del turismo, el Gobierno cubano comenzó a sacar partido de la crisis sanitaria en el mundo enviando miles de médicos en brigadas "solidarias" a decenas de países. También se decicó a la promoción de medicamentos como el interferón, presuntamente efectivos en el tratamiento de la enfermedad.

La escasez de productos de primera necesidad en la Isla se agravó con la llegada del virus, provocando grandes colas en los mercados. La respuesta de las autoridades fueron medidas represivas, multas y procesos penales contra "coleros" y "revendedores", así como con una fuerte campaña de criminalización de los vendedores privados, a quienes la prensa oficial y el Gobierno culparon del desabastecimiento.

A la altura de mayo, ninguna decisión había conseguido acabar con el virus. Para entonces, a pesar de los regaños de las autoridades a la población, a la que acusaron con insistencia de ser irresponsable e indisciplinada por no cumplir el aislamiento social, los mayores brotes habían ocurrido en instituciones asistenciales estatales, sobre todo hospitales, hogares de ancianos y centros de acogida de personas vulnerables.

Las quejas sobre las condiciones de los centros de aislamiento, donde las autoridades encerraron obligatoriamente a miles de sospechosos de contagio, llovieron en las redes sociales. El hacinamiento, la falta de higiene y la mala alimentación provocó que muchas personas sanas se contagiaran en esos centros, a juzgar por esas denuncias.

A pesar de ello, las autoridades continuaron exculpándose de la responsabilidad de los brotes y señalando a "personas irresponsables". En algunos casos se llegó a sancionar a médicos y a directivos de las instalaciones de salud donde hubo contagios.

Poca transparencia informativa

Cuando en el verano estalló la segunda oleada del virus, que provocó la aplicación de una estricta cuarentena en La Habana durante septiembre —durante la que se aumentó el monto de las multas aplicadas a los infractores—, se hizo evidente la poca transparencia de la información oficial sobre la pandemia. 

Tras el arribo en el mes de octubre de miles de turistas procedentes de Rusia, uno de los países con mayor cantidad de contagios del mundo en ese entonces, decenas de veraneantes rusos comenzaron a aparecer en los partes del MINSAP. Sin embargo, eran registrados como "residentes en el municipio Morón", de Ciego de Ávila, dato que provocó la reacción entre incrédula y crispada de los cubanos.

Asimismo, un brote en la Escuela Interarmas Antonio Maceo, de las Fuerzas Armadas Revolucionarias (FAR), se "esfumó" de los reportes oficiales tras confirmarse allí cerca de dos decenas de enfermos, a pesar de que los primeros casos aparecieron en los partes con 187 contactos y fuentes independientes reportaron que el brote se había extendido a poblados aledaños a Caimito, sede de la academia militar.

Los medios oficiales han demostrado su poca voluntad para hacer preguntas y reportar con seriedad cuando, por ejemplo, un brote se extendió entre los constructores de hoteles y obras turísticas de Varadero, y afectó a varios campamentos. El contagio fue aparentemente contenido poco antes de que las autoridades reabrieran el mayor balneario cubano al turismo internacional.

Tampoco ha habido reportes constantes y creíbles sobre el estado de salud de los médicos cubanos enviados a países con situaciones sanitarias más complejas que la de la Isla, como Venezuela.  

La táctica de desinformar y mentir llegó incluso a las más altas esferas. En mayo, Díaz-Canel afirmó durante una conferencia internacional que la ciencia y la medicina cubanas habían salvado al 80% de los pacientes críticos y graves contagiados por el virus Sars-CoV-2 en la Isla, algo que todavía él y muchos de los funcionarios cubanos repiten.

Sin embargo, a la altura de junio las cifras oficiales mostraron que habían fallecido entre el 26 y el 63% por ciento de los ingresados en cuidados intensivos. Y en octubre, con algo más de 5.300 casos positivos y 123 fallecidos, el país tenía una tasa de letalidad del 2%, muy similar a la de países vecinos como Costa Rica, Panamá, República Dominicana, Puerto Rico, Paraguay, Uruguay y Jamaica.

Por ello, el canciller cubano, Bruno Rodríguez, eligió modificar los énfasis del discurso oficial cuando afirmó: Cuba "no registra muertes de embarazadas, niños o personal sanitario, se ensayan cuatro candidatos vacunales y se dispone de 17 laboratorios de biología molecular. La gestión de Gobierno en Cuba tiene como prioridad al ser humano", en un tuit publicado el 22 de diciembre.

El primer mes de 2021 sumó más casos que todo 2020

El mes de enero de 2021, con más de 15.000 casos positivos y 70 personas fallecidas se convirtió en el más mortífero de la pandemia hasta entonces, lo que provocó que en territorios como La Habana, Santiago de Cuba y Guantánamo se abrieran nuevos centros de aislamiento para casos sospechosos de contagio y también hospitales de campaña para atender a las personas con síntomas de la enfermedad.

Además, el Gobierno se vio obligado a limitar a apenas uno o dos vuelos semanales los arribos de aviones comerciales procedentes de siete países y a suspender todo trasiego aéreo con Haití.

Pero si enero resultó preocupante, peor sería febrero, que a pesar de sus 28 días reportó 108 fallecimientos y 22.998 casos de coronavirus, siendo hasta el momento el más negativo desde el inicio de la pandemia.

La Habana se ha mantenido como la provincia donde la transmisión es mayor, seguida de Mayabeque, Pinar del Río, Santiago de Cuba, Isla de la Juventud y Guantánamo.

El científico cubano Amílcar Pérez Riverol, quien ha dado seguimiento a la pandemia desde sus redes sociales, afirmó a finales de febrero que, tras 35 días consecutivos con una media superior a 500 casos, habría "rebrote para rato".

Los designios de Riverol se están cumpliendo en marzo, pues en apenas diez días los nuevos casos positivos se acercan a los 8.000, por lo que el decano de la Facultad de Matemáticas de la Universidad de La Habana, Raúl Guinovart, alertó que se registrarán altos índices de incidencia en el occidente del país.

¿Cuándo comienza la vacunación?

Tres meses después del inicio de la vacunación en América Latina, donde más de 13 millones de personas han sido inmunizadas, Cuba se mantiene como uno de los pocos países de la región que no ha comenzado a vacunar a su población.

Todo parece indicar que las autoridades de la Isla esperan a tener lista algunas de las vacunas de producción local. La Habana fue el único Gobierno de la región en rechazar la entrada al convenio COVAX, una plataforma encabezada por la Organización Mundial de Salud (OMS) que distribuirá 26 millones de dosis en América Latina entre marzo y mayo del presente año.

Las autoridades cubanas tampoco han adquirido la vacuna rusa, Sputnik V, con la cual podrían comenzar a inmunizar a los cubanos y agilizar la vida de los residentes en la Isla, sometidos a las nefastas consecuencias de la Tarea Ordenamiento, al desabastecimiento de los mercados, a la escasez de medios de transporte, así como al cierre de buena parte de la vida social, cultural y deportiva de la nación.

"Nos vamos acercando al momento en que podamos vacunar masivamente a la población con seguridad y estas noticias han llegado cuando enfrentamos el rebrote que más trabajo nos ha costado controlar", afirmó Díaz-Canel en una reunión con científicos cubanos a inicios de marzo.

Añadió que con estas noticias aumentan las expectativas de la población, por lo que agregó que "siempre debe existir la convicción de que vamos a trabajar ante todo con una enorme responsabilidad para no arriesgar vidas humanas".

En ese sentido, un usuario que se hace llamar La Verdad de Cuba contestó al mandatario en Twitter: "Ahí va inflándose el globo como de costumbre. Nada que comprobar. En el papel y los medios de comunicación todo está siempre bien".

El futuro de la pandemia en Cuba continúa siendo incierto, pues las autoridades no han sido claras respecto a los plazos de vacunación, y aunque afirmaron que podrían inmunizar a toda la población en los primeros meses del presente año, eso parece cada vez más alejado de la realidad.

Mientras tanto, el país atraviesa su crisis económica más duras en lo que va de siglo, macada por la contracción del 10% del PIB en 2020 y la caída del 74% del turismo, una de las principales ramas de la economía cubana.

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5 comentarios

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Es bastante raro que el gobierno no haya comprado vacunas en el exterior, ni siquiera para vacunar al personal médico o de mayor riesgo. Una negligencia tan clamorosa debería se suficiente motivo para un protesta enérgica del pueblo, especialmente del personal involucrado. La oposición debería empezar la movilización del pueblo, no es tolerable una conducta semejante.

Carta de un cubano:

Señor Francisco Durán:

Ya en vísperas de cumplir un año de pandemia en Cuba, en el que Ud. se ha ganado con su carisma, lento hablar y rostro paternal el aprecio de nuestro pueblo, se le vio enfadado al límite por el exponencial incremento de los casos a lo largo de toda la isla. Se me antoja una pregunta, con todo el respeto y consideración que Ud. merece, ¿qué esperaba Ud.? ¿Ha transitado Ud. por la avenida 31 y 20 en Miramar, donde se encuentra la embajada de Nicaragua? Indescriptible “relajo”, amén de la presencia policial que no se sabe si están para organizar y mantener el distanciamiento social o es que también marcaron en la cola.Si a eso le suma Ud. las peripecias que tiene que hacer nuestro pueblo en colas, tanto para buscar el indispensable sustento como para el trámite más sencillo, el resultado es lapidario.

Continuación:
Es fácil culpar al pueblo de indisciplina social cuando se es consciente que en la mayoría de los casos los EVENTOS han sido INSTITUCIONALES. En fin, sea cual sea el motivo del crecimiento desmedido de infectados, el precio a pagar es el mismo, muerte y secuelas. Lo cierto, señor mío, es que se salió de control. En honor a la verdad, el detonante fue la apertura de aeropuertos y la entrada de extranjeros al país con el pretexto de que la economía estaba en ruinas. Pero lo cierto es que el pueblo no notó la diferencia entre una cosa y la otra, es más, me arriesgo a afirmar que la situación del cubano empeoró ostensiblemente, que solo estamos mejor hoy que la semana que viene.
Ni Dios ni los 600 santos arreglan la situación, mientras la solución esté en manos del problema… No digo más, no sé si firmar la carta o confesar mis pecados y pedir la extremaunción… SALVE DOCTOR, LOS QUE VAN A MORIR LO SALUDAN.

Ha evitado la vacunación con alguna vacuna extranjera para IMPONER SU SOBERANA MIERDA 007 y por supuesto VENDERLA COMO UNA GRAN COSA A PAÍSES comprometidos o desconocedores de la realidad ''científico-técnica'' del desastre cubano llamado ''revolución''.

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// Sí sí sí //
El castrismo es maaaalo, muy malo.
Pero "tiene" que sobrevivir, es mucha riqueza la que tienen los de arriba de ellos.
¿Porqué puede y VA A SOBREVIVIR a pesar de lo mal que está?
Porque NOSOTROS NI HABLAMOS de cómo **desarrollar su reemplazo**. Ni tenemos BUENOS sistemas para discusión en la Web, que Cuba necesita para desarrollar ese reemplazo y para muchísimo más en el futuro.
Los que le interesa el tema en serio pueden ver que el punto inmediato de partida para llegar a resolver casi todo en Cuba es... ¡un buen sistema para discusíón en la Web! ¡COSA RELATIVAMENTE SIMPLE!