Cuba tiene la tasa de contagios por Covid-19 más alta de América. El jueves la Isla amaneció con otro récord de casos, 7.745, es decir, 882 más que el récord anterior, del pasado 10 de julio. La Habana, provincia donde se ha administrado la mayor cantidad de dosis de los candidatos vacunales cubanos, rebasó en la jornada el millar de contagios. Matanzas, con casi 2.000, lleva semanas con sus instalaciones hospitalarias colapsadas.
Desde el inicio de la pandemia, el Gobierno de Cuba apostó con todo, incluida su engrasada maquinaria de propaganda, por el desarrollo de vacunas propias. Un caro y ambicioso proyecto al que dedicó incluso las escasas materias primas disponibles para producir fármacos, a pesar de que hoy la grave escasez de medicamentos en la red de farmacias condena al sufrimiento a cubanos con padecimientos crónicos y dolorosos, e impide el tratamiento de enfermedades de fácil curación, como la sarna.
En su esquema de prioridades, también han relegado las autoridades a últimos puestos los medios de protección, de diagnóstico y otros materiales gastables imprescindibles para la contención de la pandemia.
Así, después de más de un año lidiando con el Covid-19, inspectores y policías exigiendo el uso del nasuboco y multando por no llevarlo o por su uso incorrecto, en febrero la estatal Empresa de Confecciones Textiles Unimoda, ubicada en Matanzas, anunció la confección de mascarillas desechables, higiénicas y quirúrgicas por primera vez en Cuba.
A inicios de junio la prensa oficial publicó que la comercialización del producto estaba prevista para finales de ese mes. Empezaría por el sector de Salud Pública y llegaría más tarde, este mes de julio, a las cuestionadas tiendas del Gobierno para la venta en dólares.
Sin embargo, periodistas de DIARIO DE CUBA han podido constatar que las mascarillas desechables quirúrgicas no se venden ni se han vendido nunca en las farmacias de la Isla ni en ningún establecimiento estatal. Tampoco en las tiendas en divisas.
Las mascarillas quirúrgicas que se ven en las calles de la Isla vienen del exterior, traídas por particulares a sus familias, o revendidas por personas que viajan a realizar compras en otros países.
Una enfermera que trabaja con pacientes Covid-19 en Santiago de Cuba dijo a esta redacción que la cantidad de mascarillas que llega a los hospitales para los pacientes y personal de Salud es ínfima y que ninguna de las tiendas de la ciudad tiene ese producto en venta.
La Habana ha recibido mascarillas y otro tipo de material gastable a través de donaciones de organizaciones, entidades internacionales y varios gobiernos. Pero los cubanos de a pie han tenido que conformarse con mascarillas caseras, cuya eficacia no puede fijarse científicamente.
Ante el temor al contagio con las cepas más peligrosas del Covid-19 que circulan en Cuba desde hace meses, entre ellas las más contagiosas —la Delta y de la Delta Plus—, muchos han recurrido al doble nasobuco, pero no ha sido suficiente para frenar la enfermedad.
Sin recursos para los diagnósticos
Las quejas de los cubanos por la precariedad del sistema de Salud Pública incluyen también los medios de diagnósticos. Tests rápidos y pruebas PCR son escasos y decenas de pacientes se han visto afectados por esta situación. Las demoras para realizarlos y luego ofrecer los resultados han provocado en varios casos hasta la muerte de los pacientes, como publicó recientemente DIARIO DE CUBA.
En las redes sociales testimonios como el de Alain Fernández Acosta, residente en Cárdenas, Matanzas, provocan dolor.
"Son las 10:45PM del 7 de julio del 2021, así está el Policlínico José Antonio Echevarría, con solamente un local para la atención de Covid y sospechosos. La doctora me acaba de decir que solamente quedan 10 test rápidos y hay un solo botellón de oxígeno. Entonces, dónde está el apoyo médico y de insumos necesarios. ¿Dónde están?", escribió en Facebook junto a imágenes de los pacientes que esperaban.
En medio de este panorama, la prensa oficial anunció recientemente que estaba listo el primer kit cubano de diagnóstico del coronavirus.
Los primeros 644 estuches del diagnosticador Umelisa SARS-COV-2 antígeno, que se integra a los protocolos sanitarios y de detección del coronavirus en Cuba después de más de un año de iniciada la pandemia, fueron entregados a la Empresa Comercializadora y Distribuidora de Medicamentos (EMCOMED).
"Para el 8 de julio debemos estar entregando 826 estuches, y para el 15, más de 1.600, con lo cual nuestro sistema de Salud podrá contar con más de 705.000 pruebas de diagnóstico", dijo una funcionaria. Dada la actual racha de nuevos contagios es una cifra irrisoria.
En la potencia médica sin medicamentos, en el sistema donde profesionales de la salud y enfermos tienen que "hacer magia" para sobreponerse a la escasez de recursos tan básicos como las mascarillas, ¿dónde queda la pregonada estrategia de prevención en la estructura primaria de salud?
¿Y las millonadas que han cobrado alquilando médicos en qué las han invertido?
En lujos pequeños burgueses ... para no insultar con lujos aristocráticos que es lo que realmente desean, la FAMIGLIA CASTRO no tendría ningún pudor en construirse un palacio como el del Zar Putin ...
Nada sirve ni funciona en la isla. Estamos lidiando con un gobierno mentiroso desde el mismo 1959, mafioso, que solo les interesa mantenerse en el poder y no le importa el bienestar general de su poblacion. Es un gobierno fallido, delincuente y criminal. Que van a esperar de ellos? Alguien todavia tiene esperanza de algo mejor? que se reformen? Hay que ser mas idiota que ingenuo para creer eso.
.....ah, entonces abdala es una myerda, chico.....