Dos cubanos residentes en la provincia de Camagüey denunciaron negligencias en los protocolos de actuación frente al Covid-19 que terminaron con el fallecimiento de familiares. Demoras, escasez de recursos, peloteo pusieron fin a las vidas de Joaquín Noy Peláez y Prudencio Fuentes Gonzalez.
David Peña Noy, nieto de Noy Pélaez, denunció al sistema de salud cubano en una publicación en su perfil de Facebook en la que exceptuó a "los médicos y enfermeros intensivistas", quienes "están dando cuerpo y alma para salvar la vida de los infectados, aún con una gran carencia de todos los medios".
Peña Noy culpó al Estado cubano por ser "incapaz de garantizar medicinas y recursos para combatir el virus" en un largo escrito en el que relató lo ocurrido con su abuelo. Al anciano, pese a ser contacto de casos positivos y tener síntomas respiratorios durante varios días, no le hicieron el test de manera urgente ni lo ingresaron en un hospital.
"El día 22 de junio a las 5:00AM llevamos a mi abuelo con síntomas respiratorios (llevaba varios días reportado como contacto de mis padres, a la espera de un test rápido o un PCR) al policlínico Finlay, a que se le hiciera al menos el test de antígeno. La persona encargada nos dijo que no podía hacerle nada porque no tenía guantes", dijo.
"De allí insultados nos trasladamos al policlínico Pirre, donde el encargado de los test nos informó que tampoco podía hacerlo porque ese lugar era para personas con síntomas (mi abuelo con una falta de aire que no podía ni hablar). Luego de un tiempo de discusión logramos que le hicieran un test (que dio positivo). Inmediatamente volvimos para el Finlay a hacerle el PCR y allí de nuevo con las trabas 'no se podía hacer porque la encargada del laboratorio no tenía bata'. De nuevo a discutir, hasta que después de varias horas se lo logramos hacer", relató.
"Luego lo mandaron para la casa a esperar el transporte para que lo llevara al centro de aislamiento. En casa mi abuelo estuvo tres días a la espera del vehículo. Ya el tercer día estaba con fiebre y una falta de aire. Al ver cómo había empeorado su situación, el desespero me llevó a llamar al puesto de mando del policlínico Finlay que es al que pertenecemos, e intercambiar palabras fuertes con la encargada de atender a la población. Ese día como a las 9:20pm fue que llegaron por mi abuelo", relató.
"Ya era muy tarde, ya los pulmones se habían complicado, y aún con la situación en la que se encontraba no lo llevaron ni para un hospital, fue para un centro de aislamiento, la escuela formadora de maestros donde pasó dos días. Luego de varias quejas y de empeorar su estado de salud lo trasladaron al hospital Amalia Simoni. A los dos días de estar ahí hubo que trasladarlo a la sala de intermedia y conectarlo a un ventilador donde pasó sus últimos tres días (aclaro, buscando información sobre su estado por amistades ya que ni siquiera cogían el teléfono de la sala a ninguna hora)", lamentó.
El abuelo de Peña Noy falleció a la 1:40am del 2 de julio.
"Ahora tendremos que esperar ahogados por la impotencia a que el doctor Durán en su parte de mentiras diga 'ciudadano cubano de la provincia Camagüey, del municipio cabecera, de 78 años de edad, con antecedentes de hipertensión arterial, falleció a causa de..., hizo una estadía hospitalaria de..., las condolencias a sus familiares'. Y sin contar la verdadera historia, el mal trabajo de un sistema de salud el cual no sirve para nada. Yo no quiero una salud gratuita donde a muchos cubanos nos toque perder a nuestros seres queridos solo por eso 'POR SER GRATUITA'".
"Solo sabemos la situación en la que se encuentran los enfermos cuando tenemos alguien de nuestra sangre en un hospital de Cuba. Ya esto no hay quien lo aguante. Que no tenemos ni siquiera un lugar para quejarnos y ser escuchados. Y es triste ver a un familiar por última vez montarse en un ómnibus y regresar en cenizas", concluyó.
Odalis Basulto Sifontes, por su parte, denunció la muerte de su esposo Prudencio Fuentes Gonzalez, una persona sana con problema circulatorio, quien falleció después de aplicarse la tercera dosis de una de las vacunas experimentales cubanas.
Basulto condenó, también en Facebook, a "un sistema que es incapaz de garantizar medicinas y recursos para combatir el virus" y que "no tiene batas, caretas, espejuelos, guantes, desinfectantes". El fallecido, "ingeniero, administrador de farmacia, miembro de la Asociación de Combatientes y colaborador en Venezuela", tuvo complicaciones.
"El día 12 de junio se pone la tercera dosis de la vacuna. Cierran la farmacia (por un brote) y se encontraba en aislamiento. Se le reporta al médico de la familia. El día 14 amanece con fiebre, vómitos, fatiga y decaimiento", señaló Basulto.
Según la mujer, cinco días después, "el jueves 17 de junio le vinieron hacer el kit y dio negativo".
"Con síntomas de Covid, la persona que fue dijo que eso era una reacción de la vacuna. El día 18 con mucho decaimiento va para un centro de aislamiento (Ciencias Médicas de Camagüey). A las 5:30PM y allí le hacen PCR y comienzan a ponerle interferón. Dicho PCR llega el lunes 21 positivo. Con mucha reacción del interferón lo trasladan para la vocacional de Camagüey", añadió
Dijo que más tarde "deciden trasladarlo al hospital Amalia Simoni".
"Llegó incoherente, con temblores, con fiebre. Le hacen una placa de tórax y le da los dos pulmones comprometidos. Comienzan a ponerle rosefín, hidrocortisona y euparina y en los picos febriles le faltaba el aire. Por su falta de aire incrementada lo trasladan para terapia intermedia, lugar donde es muy difícil recibir parte de los pacientes, pues nunca contestan el teléfono", relató.
Según la historia de Basulto, su esposo siguió complicándose, lo tuvieron que intubar y ventilar y su organismo no respondió.
"Nos llaman el día 2 de julio a las 3:20AM para informar de su fallecimiento. Se le hizo todo el protocolo aprobado de una persona que muere por Covid. Cuando nos dan sus pertenencias no se pudo fumigar porque no apareció la mochila de fumigación y solo le echaron agua de cloro. Y saben cuál fue su certificado de defunción que lo vimos en la funeraria, trombolismo pulmonar, y supuestamente ya tenía un PCR negativo que nunca informaron. Hoy día 3 de julio no salió en la información del doctor Durán", denunció.
¡¡¡¡¡¡ P O T E N C I A _____ G U A C H I P U P I C A !!!!!!
La pandemia ha venido para demostrar el mito y desastre de "la potencia médica". Lo único que tienen de potencia es que crían médicos como pollos de granja que luego alquilan, pero el sistema sanitario y médico de Cuba está nivel de Burundi.
Y seguiran matando a los cubanos,construyendo hoteles de lujo,echándole la culpa al imperio.Lo más irrisorio es que pueden comprar alimentos y medicinas mientras paguen en efectivo. Según ellos tienen las arcas repletas de dolares.Asi que pueden comprar en el " enemigo", o al resto del mundo que no tiene embargo....