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Covid-19

Doble nasobuco para los cubanos

Mientras aparecen cepas más contagiosas de Covid-19, los cubanos tienen que conformarse con mascarillas caseras, cuya eficacia no puede fijarse científicamente.

La Habana
Una cubana tiende mascarillas caseras.
Una cubana tiende mascarillas caseras. bbc

En la conferencia de prensa del día 29 de enero, el principal epidemiólogo de Cuba, el Dr. Francisco Durán, fue interrogado sobre el uso de la doble mascarilla y su pertinencia. La respuesta fue vaga. Durán habló de generalidades como el nivel de protección que ofrecería un doble nasobuco ante el Covid-19, pero no pareció muy al tanto (o no quiso parecerlo) de que la cuestión está siendo ahora un tema apremiante en la agenda sanitaria de varios países.

Todo se debe a la agresividad comprobada de las nuevas mutaciones que han aparecido del virus, en especial la cepa británica, que se estima es un 70% más contagiosa que la actual y que para marzo podría ser la variante más difundida, según un reporte de la cadena NBC.

Varios países en Europa empiezan a disponer el uso de mascarillas de altos estándares para sus habitantes. En enero la canciller Angela Merkel, en acuerdo con los 16 estados de Alemania, indicó que los residentes del país deberán usar en el trabajo, transporte público y en las tiendas, las máscaras quirúrgicas FFP1 o FFP2. De este modo, explicó Merkel, Alemania evitaría caer en "condiciones británicas" de la propagación del virus.

Francia, por su parte, desde el 22 de enero tiene un decreto que prohíbe las máscaras artesanales (o hechas en casa) en lugares públicos, porque no filtran suficientemente las partículas para la agresividad de las nuevas cepas. Tres tipos de máscaras o nasobucos podrán usar los franceses también: las quirúrgicas, las FFP2 y la de categoría 1. Todas con estándares de alta eficiencia probada. Otros gobiernos, como el de Austria, se han unido a la decisión. Mientras que varios de Asia, como los de Singapur y Corea del Sur, según reporta el Washington Post, han ordenado producir masivamente máscaras de alta calidad para sus residentes.

Una alternativa a las máscaras graduadas médicamente puede ser el empleo de la doble mascarilla. Esta variante ha sido recomendada recientemente por varias autoridades sanitarias de Estados Unidos. "Sin la posibilidad de una máscara graduada, la gente podría usar un nasobuco de tela encima de una máscara quirúrgica", dijo la profesora Lindey Marr al Washington Post. "También pueden hacer un nasobuco de tres capas, usando un filtro eficiente para la capa intermedia", añadió.

Con doble mascara se presentó la poeta Amanda Gorman a la toma de posesión de Joe Biden y fue captada por una cámara indiscreta.

Tipos de máscaras

Los nasobucos o máscaras se han dividido en tres grupos: higiénicos, quirúrgicos o de alta eficacia.

En el primero se reúnen las máscaras caseras o artesanales, normalmente utilizadas en Cuba, cuya eficacia no puede fijarse científicamente. Se estima que aquellas de una sola pieza sirvan para proteger a las personas que están alrededor del portador del nasobuco, pero no al portador mismo.

Las máscaras quirúrgicas son las que comúnmente usa el personal médico en el quirófano para proteger al paciente de gérmenes ajenos. Suelen ser de una capa muy fina de tela, que parece de papel, blancas por un lado y verdes o azules por el otro, y deben ser cambiadas cada dos horas porque tienden a humedecerse muy rápido. El diseño es muy parecido al de algunas máscaras "higiénicas", así es que pueden confundirse.

El último grupo son las llamadas de alta eficacia, o autofiltrantes, porque filtran las partículas en ambas direcciones, hacia afuera y hacia adentro. Se clasifican según su capacidad para bloquear los gérmenes en FFP1, FFP2 y FFP3, de acuerdo con las normas europeas.

La FFP1 (filtro tipo P1) tienen una eficacia de filtración mínima del 78% y su porcentaje de fuga hacia afuera es del 22%. Suelen emplearse en la industria textil, de construcción, minera, etc. Las FFP2 (filtro de partículas tipo P2) pueden filtrar al menos el 92% de las partículas y dejan escapar sólo en 8% como máximo. Se usan cuando existe una baja o moderada toxicidad en el aire. La últimas, las FFP3, filtran hasta el 98% y tienen una fuga de un 2%. Se usan frente a aerosoles de alta toxicidad. En Estados Unidos se utiliza otra nomenclatura, como la N95 (referida al 95% de filtrado) que estaría entre la FFP2 y la 3.  

Todas son de precios elevados, así que la opción de la doble mascara vendría siendo, como siempre, la más económica que nos toca.

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