'No es un acto simbólico, es tangible y real', dicen autoridades ante otro respiro en medio de la escasez perenne de materia prima para la producción del pan racionado.
La medida pretende contrarrestar la práctica estudiantil de vender la merienda escolar para resolver el transporte, comprar aseo, divertirse o ayudar a la familia.
Con declaraciones que contrastan con una realidad diferente, varios funcionarios aseguran que la distribución de productos como aceite, leche, yogur, compota y pan ocurre sin contratiempos.
Esta situación es contradictoria, pues a cuentagotas y con todo el foco de la propaganda oficial, siguen arribando buques con harina de trigo a los puertos cubanos.
A cuentagotas y con todo el foco de la propaganda, arriban buques con la harina mientras desde EEUU activistas procastristas anuncian el envío de otras 800 toneladas.
La provincia natal de Díaz-Canel es la única del centro del país que asume esa medida 'vanguardia', como el nombre de su periódico oficial, alardeando de aplicar 'la descentralización de poderes' orientada.
La decisión contrasta con informaciones anteriores, según las cuales el 12 de marzo llegó al puerto de Santiago de Cuba un barco con 8.300 toneladas de harina, supuestamente destinadas a cubrir la producción de pan desde Ciego de Ávila hasta Guantánamo.
Pan de harina de maíz y de calabaza, restricciones por edades, colas en medio de apagones: el Gobierno cubano demuestra su incapacidad para proveer un pan digno al pueblo.
El arribo de un barco con 8.300 toneladas de harina de trigo listo para distribuir permitirá 'estabilizar' la producción del pan antes de finales del mes de marzo.
Lo caótico de la producción lleva a muchos cubanos a aglomerarse en las MIPYMES, únicas panaderías que están ofertando con regularidad, pero que tampoco cubren la demanda.