La población de Villa Clara se queda sin pan

Iniciando la primavera, el Gobierno de Villa Clara anunció su imposibilidad de continuar garantizando el pan correspondiente a la canasta básica normada, la que el Gobierno nacional aseguró aquí mismo "no faltará en este 2024", según expresó en una visita al territorio Miguel Díaz-Canel.

A través de sucintas declaraciones del director de la Empresa Provincial Productora de Alimentos (EPPA), Odel Dueñas Ruiz, la emisora oficial del PCC informó —en un audio hecho público— que "desde este fin de semana resulta imposible elaborar el pan de la canasta básica y aún no sabemos cuándo podremos reiniciar esa distribución que solíamos hacer en días alternos en bodegas y otros puntos de venta de la provincia". 

Se ha tomado la decisión, añadió el funcionario, "de distribuirlo solo para un segmento mínimo de la población que incluye a embarazas, hogares de ancianos, casas de abuelos, hogares para niños sin amparo filiar, para la merienda escolar, hospitales, círculos infantiles, y bancos de sangre".

Nada se dice en cambio acerca de los comedores y merenderos de las altas oficinas gubernamentales, así como los ministerios y organismos asociados que organizan frecuentes reuniones con comelatas, presuntamente dependientes —como la ciudadanía desprovista—, de la adquisición del pan en el muy caro "sector privado".

Las autoridades aseguran también, como otras tantas veces, que "en cuanto se estabilice la entrega de la harina se comenzará la distribución del pan de la canasta familiar normada", pero sin aclarar en dónde, a manos de quién, ni de qué "factor decisor" dependerá esa futura "entrega", como si el Estado regalara el pan.

A diferencia de las ya habituales reacciones de la gente en las redes sociales, extenuada con los anuncios contradictorios en tan corto tiempo, el perfil oficial del Gobierno Provincial en Facebook apenas muestra una decena comentarios, pero la mayoría son críticos. No han aparecido las combatientes ciberclarias, presuntamente afectadas también por el hambre.

Lupe Fernández escribió: "esto no tiene solución… y no se dan cuenta… ¡qué barbaridad!".

"Realmente, ustedes no tienen solución para ninguno de los problemas del pueblo, solo explicaciones y justificaciones que nada resuelven", escribió por su parte Fernando Ruiz Ruano.

Omelio Moreno afirmó que "el pan del pueblo no se debe tocar. De ese producto dependen en gran parte muchas personas, entre ellas niños y ancianos, ¡por favor!".

"¿Y para qué dijeron que en marzo se estabilizaría el pan?", preguntó Danilo Pérez Arana. "No más mentiras", reclamó. "Que ni tan siquiera un día sí y otro no puedan dar ese pan".

Con ironía, Manuel del Río Toboso expresó: "Buen estímulo para producir más y más". Mientras. José Enrique Moreno Crespo remató con un "no hay mejora por ningún lado".

Resulta palmario que Sancti Spíritus y Cienfuegos, las provincias vecinas más cercanas, no hayan anunciando medidas extremas semejantes, sino que, por el contrario, hayan garantizado cierta fluidez en la elaboración del pan de forma escalonada, como fuera establecido hacer en marzo. Y aún así, el pueblo ha reaccionado igualmente en su momento de forma airada.

Paralela y paradójicamente, la implementación de la política de "Atención a la Niñez, la Adolescencia y la Juventud" y "cuánto avanza esta prioridad del país en Villa Clara" constituyeron las motivaciones principales del encuentro sostenido por su delegación al Congreso de la Unión de Jóvenes Comunistas (UJC) con directivos de entidades y organismos rectores de la vida socioeconómica aquí.

No obstante el desabastecimiento general de la harina de trigo importada —materia prima básica para a elaboración del alimento que constituye el símbolo más alto de la emancipación del proletariado—, las empresas vinculadas a la producción de otros productos con destino al mercado en divisas y enclavadas en el territorio, como PROXCOR S.A. o La Pinta SURL, no parecen sufrir carencias, pues sus producciones continúan a buen ritmo.

Los anuncios desoladores parecen ser solo para el pueblo al que alguna vez obligaron a cantar la letra del himno de la Internacional Comunista: "¡Arriba los pobres del mundo, de pie los esclavos sin pan!".