Las autoridades de Villa Clara dicen que abril es el 'mejor mes de los últimos tiempos' en cuanto a la distribución de productos racionados, aunque no han vendido la sal de marzo.
Actualmente, la salinera no puede mandar sus producciones a otras provincias, afectando incluso la distribución del producto correspondiente a la canasta racionada.
Misión imposible: para tener hoy el per cápita de media libra diaria de carne de hace 174 años habría que producir nacionalmente 11 veces más carne y además importar.
También en este programa: La destrucción va ganando terreno en Ciudad Libertad y el Estadio Panamericano de La Habana, y residentes en Guantánamo cuestionan privilegios de las MIPYMES en tiempos de escasez de pan.
Una madre reclama atención para su hijo, víctima de la explosión del Hotel Saratoga y de la burocracia del sistema de Salud Pública.
A cuentagotas y con todo el foco de la propaganda, arriban buques con la harina mientras desde EEUU activistas procastristas anuncian el envío de otras 800 toneladas.
Se trata del primer envío de seis que llegarán durante abril hasta completar las 408 toneladas de arroz.
La provincia natal de Díaz-Canel es la única del centro del país que asume esa medida 'vanguardia', como el nombre de su periódico oficial, alardeando de aplicar 'la descentralización de poderes' orientada.
Ante los problemas logísticos del Ministerio de Comercio Interior, decenas de entidades han puesto sus medios de transporte a disposición de la entrega del cereal.
Los beneficios que permiten a los cubanos proveerse comida, aseo, medicamentos e insumos médicos dependen de que los envíos solo incluyan esos productos básicos.
La malnutrición materna es una de las realidades que influye en las cubanas a la hora de decidir tener hijos o no.
'No tengo de donde alimentarlo y sin ayuda de ningún lado', dice la joven de 29 años que se recupera de un intento de suicidio.
Las autoridades intentaron convertir la manifestación en uno de sus tradicionales actos políticos y pidieron cantar el himno nacional, pero el pueblo les dio la espalda.
Pan de harina de maíz y de calabaza, restricciones por edades, colas en medio de apagones: el Gobierno cubano demuestra su incapacidad para proveer un pan digno al pueblo.
Lo caótico de la producción lleva a muchos cubanos a aglomerarse en las MIPYMES, únicas panaderías que están ofertando con regularidad, pero que tampoco cubren la demanda.
La emigración es lo que más las golpea, además del reto de inventar frente al fogón para poner un plato de comida a la familia.
'Como resultado de la labor de prevención y enfrentamiento se manifiesta una disminución de estos hechos en bodegas de la capital', asegura un reporte de la televisión estatal de Cuba.
El que quiere comerse un pan tiene que comprarlo en las MIPYMES o por la calle a revendedores, a precios para muchos prohibitivos.
Cada año, más campesinos renuncian a suministrar leche a la estatal Empresa Láctea, que promete acabar con los impagos.
En Sancti Spíritus, el pan racionado se ha convertido en un lujo del que solo disfrutan los residentes en la ciudad cabecera. Y no todos los días.
