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Desabastecimiento

El castrismo choca nuevamente con la misma piedra

En Cuba las autoridades no acaban de entender que la mejor manera de bajar los precios es produciendo más, y no aplicando extremas medidas administrativas.

La Habana
Desabastecimiento total en el mercado agropecuario de Santiago de las Vegas, La Habana.
Desabastecimiento total en el mercado agropecuario de Santiago de las Vegas, La Habana. Diario de Cuba

De acuerdo con una máxima muy recurrente, no se debe chocar dos veces con la misma piedra. Es decir, que debemos sacar experiencia de los errores cometidos para no volver a equivocarnos. Sin embargo, esa máxima no se cumple en las decisiones que implementan los gobernantes cubanos, sobre todo en lo concerniente a la economía. El castrismo choca una y otra vez con la misma piedra, y el pueblo, a la postre, es el que paga las consecuencias.

Los mercados agropecuarios de oferta-demanda (MAOD), tal y como  reza su denominación, fueron creados con el objetivo de comercializar los productos mediante precios libremente formados. O sea, según las oscilaciones del mercado. Una particularidad que, en general, les ha permitido a estos establecimientos mantener sus tarimas abastecidas, en contraposición al desabastecimiento que exhiben los mercados agropecuarios estatales, con sus precios topados por las autoridades.

No obstante, presas de la impaciencia al comprobar que los precios no bajan, y violando el principio de funcionamiento de los MAOD, los jerarcas del castrismo han topado los precios de estos mercados en más de una ocasión. Y siempre se produce el mismo fenómeno: se pierden los productos de las tarimas porque los vendedores del mercado no pueden comprarles a los campesinos a precios superiores a los topados con los que tendrán que comercializar a la población.

Al final, muchos vendedores de los MAOD han encontrado otros sitios clandestinos donde ofertar sus productos a precios liberados, lo que llamamos mercado subterráneo o bolsa negra. Y a los consumidores, que supuestamente iban a beneficiarse con los precios topados, no les ha quedado más remedio que pagar los precios de oferta-demanda si querían acceder a los productos.

Y también en muchas ocasiones, al comprobar que los topes de precios no funcionaban, las autoridades recapacitaban y permitían nuevamente a los MAOD aplicar los precios liberados. Sin embargo, quienes pensaban que ya se había aprendido cabalmente la lección, han sufrido una decepción.  Estaban errados.

Una visita al MAOD del poblado de Santiago de las Vegas, en el habanero municipio de Boyeros, en la mañana del pasado 4 de junio, nos permitió apreciar las tarimas semivacías, a diferencia de lo que habíamos visto allí unos días antes, cuando ese MAOD se hallaba bien abastecido de viandas, frutas y otros productos del agro.

Según declaraciones de algunos trabajadores de ese establecimiento, autoridades del municipio y del Ministerio de la Agricultura, en el contexto de la cacareada batalla contra los "precios abusivos y especulativos", se presentaron ante la administración de ese MAOD, y ordenaron topar los precios de todos los productos que se ofertaban.

El castrismo no acaba de entender —o no quiere hacerlo— que la mejor manera de bajar los precios es produciendo más, y no aplicando extremas medidas administrativas. Pero para hacer que se produzca más, el Gobierno debe interferir menos en la gestión de los productores. Porque esa injerencia termina por desestimular tanto a productores como a comercializadores.  

Hay que dejar que los hombres que trabajan la tierra tengan libertad para producir lo que deseen, y que comercialicen sus producciones con quien les pague bien, casi siempre los comercializadores privados. No es justo obligar a los campesinos a que les vendan sus producciones al Estado, que al final no les paga, o no recoge los productos.

Además, y muy importante, el castrismo debe modificar su política inversionista, y dedicar más recursos al sector agropecuario. Ha trascendido, por ejemplo, que al cierre del tercer trimestre del pasado año 2023, la agricultura solo había recibido el 2,8% del total invertido en el país, mientras se dilapidaban lo recursos del país en la construcción de hoteles, que después solo se ocupan en un bajo porcentaje.

Resulta evidente que ninguna economía puede avanzar mientras la terquedad de los gobernantes haga que se sigan implementando políticas probadamente fallidas

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2 comentarios

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Es tan reiterado el choque con la piedra que hasta se hace sospechoso.
Cuba es un país agrícola y sabemos que la empresa nacional de Acopio surgió como principal barrera de contención a la burguesía agrícola.
El costo es el hambre, y lo saben.
Pero la ideológica lucha contra el "capitalismo malvado" tiene prioridad sobre la lucha contra el hambre del pueblo.
Esta Continuidad creativa por un camino de pobrezas (estampado en piedra en la Constitución Nacional) hace que no exista una solución visible al hambre en esta isla.
El liberalismo económico, padre del capitalismo, ha generado diferencias sociales, es cierto, pero ha sido ultra eficiente en generar riquezas (incluyendo comida).
Y, dado que la comida es el combustible del humano, la discusión política y el intento (siempre fallido) de construir un comunismo perfecto quedan en un segundo plano.
Cubano necesita cambios urgentes, pero YA.

No nos cansamos de pedirles "peras al olmo". La dictadura del familiango kagastro solo entiende de mantener el poder absoluto, "economia y libre mercado" para ellos significa aflojar en el control ferreo sobre la sociedad. Lo llevan haciendo desde 1959.
Solo entienden de "control de los medios de produccion" (y el aparato propagandistico como el espejo de Blanca Nieves para "venderse mejor".......