El escritor y periodista cubano Jorge Fernández Era denunció este fin de semana el ascendente hostigamiento de la Seguridad del Estado en su contra. Según explicó en sus redes sociales, esta vez las amenazas alcanzan a otros miembros de su familia, más allá de su hijo.
En un post en Facebook que tituló "La infamia redundante", el intelectual enumeró las acciones de uno de los agentes de la Seguridad del Estado que tiene la tarea de reprimirlo, y a quien en su texto llama "Unonoventaicinco".
"No tiene coraje para discutir conmigo en igualdad de condiciones y necesita —así se siente macho— escudarse en la sombra con el fin de presionar y chantajear a mi hijo", dijo Fernández Era. El periodista denunció que este oficial le hizo una visita el viernes pasado a su hijo Eduardo Luis Fernández Suárez, en el centro penitenciario Toledo 2, donde se encuentra en privación de libertad.
El agente de la policía política le cuestionó al joven que contara a su padre los detalles de la vida en el campamento, durante un pase que tuvo el lunes pasado. "Encontrarnos y conversar libremente demostraba que las consecuencias de quedarme callado pueden ser peores, y que el respeto se gana venciendo cualquier atisbo de miedo", expresó. El oficial también amenazó con que el hijo del periodista debía ahora atenerse a las consecuencias.
"La más inmediata podría ser que a mi hijo lo trasladen a una cárcel de máxima seguridad en Villa Clara —generoso que me ha salido el Yordan este: la había prometido para Guantánamo—", contó Fernández Era en tono sarcástico.
El agente "Unonoventaicinco" formuló esta amenaza en una conversación que tuvo con el hermano del escritor el pasado martes, en una "visita" que le hizo en el Hotel Habana Libre, donde trabaja como técnico telefónico.
"El esbirro de la Seguridad del Estado se sigue superando en su oprobio, e insiste con Sergio en que debe influir más en mí si desea no verme pronto con una pena por 'delitos contrarrevolucionarios' que me sacará de circulación de por vida", escribió en su post Facebook.
El hijo del intelectual, Eduardo Luis Fernández Suárez, cometió junto a un amigo un delito de robo con violencia, el 11 de marzo de 2021. En el juicio se declaró culpable y recibió una condena de diez años de privación de libertad. En aquel momento, todavía era menor de edad, por lo que fue trasladado a la Prisión Occidental de Menores del Guatao. Desde allí comenzaron las presiones para que dejara de relacionarse con su padre.
"Hacen muy bien tú, Eduardito, Laide, tu hermano, en no admitir flancos abiertos a los sicarios de SE (Seguridad del Estado), ellos ganan solo si las familias se dividen, por eso su interés en enfrentar a unos contra otros. Eso les ha dado resultado a lo largo de los años con la ciudadanía cubana, lo están replicando a nivel de las familias. No puede permitirse", publicó a modo de solidaridad en su perfil de Facebook la académica Alina Bárbara López Hernández.
El día 18 de cada mes tanto López Hernández como Fernández Era realizan una protesta pública para visibilizar a los cubanos que están en la cárcel o son reprimidos en Cuba por sus ideas políticas. En la protesta de diciembre, la Seguridad del Estado impidió a Fernández Era salir a la calle y este se sentó en las escaleras de entrada a su vivienda para cumplir con su acción.
Fernández Era fue detenido e interrogado durante varias horas el 6 de abril de 2023 en la estación policial de Aguilera, en La Habana, tras la publicación de una columna en la que ridiculizaba la nominación de candidatos al Parlamento cubano. Las autoridades le abrieron un proceso penal por "denegación de auxilio y desobediencia". Posteriormente fue incluido en la lista de "regulados" del régimen cubano, una medida usada como represalia contra opositores, activistas y periodistas independientes.
"Sigo preguntándome cuántas pruebas más necesitan en mi contra 'Unonoventaicinco', Manolito, 'El Esposero' y sus secuaces. Con las acumuladas por esos combatientes de andar enhiesto, los jueces podrían hacer una excepción y fusilarme. Sería un magnífico escarmiento para aquellos que se quejan de un país donde no hay nada de qué quejarse", concluyó Fernández Era.
En noviembre, cuando la profesora Alina Bárbara López Hernández fue juzgada y declarada culpable de "desobediencia" en Matanzas, Fernández Era fue detenido por la Seguridad del Estado, para que no pudiera asistir al juicio.
El pasado 23 de abril, Fernández Era anunció su renuncia como colaborador de la revista oficialista La Joven Cuba, debido a la censura de su columna humorística dominical por parte del director del medio, Harold Cárdenas Lema.