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Pobreza

Desastres y donaciones en Cuba: 'la esperanza era verde...' hasta que hubo que pagarla

Damnificados cubanos tienen pocas esperanzas de beneficios reales procedentes de las ayudas millonarias que está recibiendo el Gobierno.

Madrid
Daños dejados por el huracán Rafael en Artemisa.
Daños dejados por el huracán Rafael en Artemisa. Diario de Cuba

Tras los más recientes desastres que han golpeado la Isla, el Gobierno cubano ha recibido numerosos recursos procedentes de organismos internacionales y de gobiernos de más de 40 países. Se trata de donaciones cuyo valor total no ha sido revelado, pero sin dudas es elevado. Sin embargo, no está claro si la ayuda llegará a los que lo necesitan, muchos ya hundidos en la pobreza extrema y damnificados de fenómenos naturales anteriores. Un mal precedente es el hecho de que algo tan elemental como colchones o materiales para la reconstrucción de viviendas dañadas se estén vendiendo.

Leandro tiene una pensión de unos 1.600 pesos y lo que necesita comprar para reparar su casa afectada por el huracán Oscar le cuesta la mitad de esta. "Y eso que solo es el 50% del precio. Para el colchón tengo que jalar de mi hijo", dijo el anciano de 71 años a DIARIO DE CUBA, quien sabe del dolor de otros cuyos daños en sus hogares han sido de mayor envergadura y tendrán que pagar mucho más.

"La consigna de que nadie quedará desamparado hay que cambiarla por aquella de que nadie quedará desamparado solo si puede pagarse la recuperación", añadió Orlando, hijo único de Leandro.

El pasado 2 de noviembre, tras el paso de Oscar, Yanisley Ortiz Mantecón, viceministra de Finanzas y Precios, dijo que para "ayudar" a los damnificados, el Gobierno cubano autorizó la venta de colchones y materiales de construcción con un subsidio del 50%. La medida, recogida en el Acuerdo 9991 del Consejo de Ministros publicado en la Gaceta Oficial de la República, establece que, además del subsidio, las personas con ingresos limitados podrán acceder a créditos bancarios o solicitar financiamiento a través de la Asistencia Social.

La grave crisis económica y social que vive Cuba ya supone para sus ciudadanos vivir en la escasez y un número cada vez mayor de hogares se acerca al umbral de la pobreza. La Asistencia Social, por otra parte, ha visto limitado su alcance tras el paquetazo económico del régimen y la inflación desbocada.

"Tener que costear lo que el Gobierno vende como 'ayuda' es una verdadera vergüenza y que los dirigentes hagan alusión al régimen de Asistencia Social está lejos de arrojar luz a la situación", considera Maylin Fernández Suris, abogada de DIARIO DE CUBA.

La Asistencia Social desde hace años es incapaz de atender la creciente demanda de las "personas vulnerables", el eufemismo que el Gobierno usa para evitar hablar de pobreza. Tampoco puede asumir las necesidades de damnificados por fenómenos meteorológicos cuyo número crece con cada temporada ciclónica activa.

"En su norma rectora se establece que la función de este régimen protege a cualquier persona no apta para trabajar que carezca de familiares en condiciones de prestarle ayuda. Esto implica que recae en primer lugar sobre la familia la atención de estas personas y solo de manera subsidiaria interviene el Estado. Desde hace años se vienen recortando las pensiones y personas que verdaderamente lo necesitan se quedan sin estas", lamenta Fernández Suris.

La abogada, especializada en asuntos de familia, explica que el presupuesto de la Asistencia Social, a diferencia del de la Seguridad Social, es asumido íntegramente por el Estado.

Según datos oficiales recogidos por el portal Cubadebate, en el presupuesto del Estado para 2024 se incluyó la asistencia social a 186.783 familias y a 339.754 personas en "situación de vulnerabilidad", para lo cual se destinaron poco más de 6.000 millones de pesos.

Este presupuesto contempla los servicios sociales que ofrece la asistencia social y la entrega de recursos a las familias en situaciones de vulnerabilidad cuando ocurren desastres naturales, dijo Marta Elena Feitó, ministra de Trabajo y Seguridad Social.

Tras el paso del huracán Oscar por el oriente cubano, donde provocó graves inundaciones, deslizamientos de tierra y ocho fallecidos, la iglesia cristiana tuvo que ofrecer albergue a personas cuyas casas quedaron anegadas o destruidas. Unas 65 personas encontraron refugio en la sede religiosa o en casas de feligreses.

"Gracias a mis hermanos cristianos mi familia tuvo alimento y bebida tras el duro golpe que dio Oscar aquí en San Antonio del Sur. Fueron días durísimos y algunas personas no tenían ni qué tomar", cuenta Emilia a DIARIO DE CUBA.

En un recorrido de Díaz-Canel por la zona tras el desastre una mujer con un bebé en brazos le increpó que ella y sus hijos pequeños pasaron sed.

"De hambre para qué hablar, lo que viene va a ser duro. Hoy estamos aquí a base de fongo (plátano). Tengo esperanza de que nos llegue algo de la caridad que están recibiendo los de allá arriba que se supone sea para aliviarnos a los afectados por tanta calamidad", dice Facundo, un anciano que vive con su esposa enferma, en una casita de madera apuntalada y dos chequeras de 1.580 pesos.

Donaciones recibidas

El Gobierno cubano recibió el domingo 24 de noviembre ayuda humanitaria procedente de Brasil con diez toneladas de comida deshidratada. El cargamento se sumó a 30 unidades de purificación de agua donadas por el Gobierno aliado de Luiz Inácio Lula da Silva. Según el embajador de Brasil en La Habana, Christian Vargas, próximamente arribará otra carga con kits para la instalación de paneles solares y medicamentos.

La ONU informó este viernes que amplió hasta 78,3 millones de dólares los fondos que busca con su plan de acción para los cuantiosos daños provocados recientemente en Cuba por dos huracanes, dos sismos y un nuevo colapso del sistema eléctrico nacional.

El plan original fue elaborado en colaboración con las autoridades cubanas, con prioridad para los sectores de agua, saneamiento e higiene, albergues temporales, vivienda y recuperación temprana, educación, logística, salud, seguridad alimentaria y nutrición. 

Días atrás, el Gobierno de Nicolás Maduro envió un segundo buque con una carga de 200 toneladas de ayuda en materiales de construcción y de apoyo para las comunidades devastadas. Según la Cancillería venezolana, el primer buque venezolano fue enviado el 6 de noviembre con más de 300 toneladas entre enseres de cocina, 10.000 colchones matrimoniales, 10.000 láminas de zinc galvanizado, 20.000 tubos de hierro y ganchos de techo, así como productos de higiene personal.

España envió 9,3 toneladas de materiales de ayuda humanitaria para los damnificados de Oscar, según informó la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) y también están los 160.000 dólares de material de primera necesidad donados por Japón.

Un cargamento con 24 toneladas de ayuda humanitaria llegó en un vuelo chárter a La Habana enviado por la Federación Internacional de la Cruz Roja (IFRC) y la Media Luna Roja también para las comunidades afectadas por Oscar.

El 8 de noviembre el Ministerio de Relaciones Exteriores informó que gobiernos como México, Colombia y Venezuela dispusieron ayuda para contribuir a la recuperación. También citó los casos de Rusia, China y otros países que de forma inmediata ofrecieron apoyos.

La embajada de Canadá, por su lado, anunció una donación valorada en 460.000 dólares al Programa Mundial de los Alimentos de Naciones Unidas, con "alimentos de emergencia, combustible, transporte, refugios temporales y capacidad de almacenamiento".

Desde Estados Unidos el movimiento procastrista The People’s Forum envió a la Isla más de 100 plantas eléctricas y varios contenedores de alimentos, según detalló su líder Manolo de los Santos. El activista explicó que también donaron aceite, agua, leche en polvo y otros artículos.

También la Unión Europea envió un primer cargamento que incluye cerca de 94 toneladas de insumos, valorados en más de 600.000 dólares. La carga incluyó suministros médicos, tanques de agua, kits de higiene y herramientas, pastillas de cloro, lonas, mosquiteros y lámparas solares, entre otros artículos esenciales para mejorar las condiciones de habitabilidad, salud, agua y saneamiento en la Isla, según la declaración emitida por el bloque.

El Ministerio de Gobierno de Panamá confirmó el envío a Cuba de unas 108 toneladas de ayuda humanitaria para enfrentar las consecuencias del paso del ciclón Oscar. El cargamento incluyó tanques de agua de 5.000 y 10.000 litros, tiendas de campañas para familias y lonas, así como módulos de higiene, cocina y herramientas.

Varios Gobiernos dieron, además, un salto cualitativo en sus donaciones al incluir el ámbito energético en la ayuda. La Habana había incluido este punto en sus informes oficiosos de necesidades a distintas instancias internacionales, según conoció EFE. Los apagones no dan tregua a los cubanos que sufrieron en menos de un mes dos desconexiones eléctricas generales.

La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, justificó por "razones humanitarias" el envío de combustible a Cuba a raíz de las informaciones de que enviaba 400.000 barriles de crudo a la Isla tras el apagón que dejó a oscuras todo el país por varios días en octubre.

Mención aparte para Moscú. El vice primer ministro ruso Dmitri Chernyshenko, de visita a principios de noviembre en La Habana, anunció como "ayuda de emergencia" el envío a Cuba de 80.000 toneladas de diésel y de equipos para el sistema energético nacional cubano por 62 millones de dólares.

"La esperanza era verde y se la comieron los chivos", dice Bárbara desde una casa en Artemisa destruida por Rafael. "A nosotros ni una casa de campaña nos ofrecieron cuando dije bien clarito a la comisión de evaluación de daños que mis hijos y yo a un albergue no nos metíamos.

El 22 de noviembre el periódico oficial Venceremos publicó datos para entender el pesimismo de Bárbara.

Solo el 8% de las viviendas dañadas por el huracán Óscar en Guantánamo han sido reconstruidas. De las 13.000 viviendas afectadas, las que han recibido beneficios son una minoría que sufrió afectaciones parciales de techos. En contraste, el 75% de las instituciones estatales dañadas ya está restaurado. Y todavía una estadística publicada por el mismo medio local es más desoladora: unas 2.550 casas derrumbadas por el huracán Matthew en 2016 quedan pendientes de solución.

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1 comentario

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Cuando yo digo que Aeh Aeh ahí viene Díaz Canel dando gofio pa' la sed...
Muy pocos lo creen, que las donaciones internacionales a los damnificados tengan que ser pagadas demuestra el grado de insensibilidad y los cálculos que hace el Castrofascismo para fortalecer su aparato burocratico y de represión con algo que no es de su propiedad. Son donaciones de entrega directa a los habitantes que han quedado encueros como Adán y Eva en el Paraíso, pero con una suegra hija de puta, que es el Gobierno de Candy la Salá.Pero bueno todo tiene límites en la vida.
El abuso y la insensibilidad contra los pueblos al final pare una rebelión y de eso el Castrofascismo no puede escapar.