Las autoridades del Ministerio de Salud Pública (MINSAP) de Santiago de Cuba declararon al municipio Songo-La Maya "en transmisión de dengue", después de reportar una cifra alta de contagios comprobados de la enfermedad.
De acuerdo con un reporte del periódico oficial Sierra Maestra, "en las últimas tres semanas la reactividad de los exámenes clínicos para detectar el dengue ha aumentado y el municipio se encuentra en transmisión en estos momentos".
Adrián Dacal Leonard, director del Centro Municipal de Higiene Epidemiología y Microbiología, dijo para el reporte que "actualmente mantenemos un número elevado, de alrededor de 40 a 45 casos por semana, lo que nos ubica a nivel nacional como uno de los municipios con transmisión de la enfermedad, principalmente en el área de salud La Maya".
Esos casos, reportados oficialmente, deben tomarse como un subregistro, dado que la mayoría de los cubanos solo asisten a los centros asistenciales en situaciones de gravedad, puesto que las malas condiciones de los hospitales y la profunda escasez de medicamentos hace que las personas con síntomas opten por pasar la enfermedad en sus viviendas, tratando de pasar desapercibidos para las autoridades.
Además, tampoco los análisis clínicos se aplican a todas las personas con síntomas, por lo que a menudo los casos de dengue son tomados por los propios médicos como manifestación de otras dolencias, que tienen sintomatología similar.
Pese a ello, aseguró Dacal Leonard, "hemos tomado como estrategia de trabajo la vigilancia diaria de los pacientes que acuden a nuestros consultorios médicos de familia y otros centros de salud con fiebre".
El funcionario precisó que las zonas de mayor incidencia por la presencia de focos de mosquitos Aedes aegypti son los consejos populares de Maya Centro, Este y Oeste.
"El mayor número de focos se han localizado en el poblado cabecera, al igual que la mayoría de los pacientes con exámenes de laboratorio positivos a dengue", comentó.
En cambio, según Dacal Leonard, la fiebre del Oropouche está más controlada y "se reportan menos casos en el territorio, lo que no significa que no haya que estar atentos ante cualquier sintomatología asociada a la enfermedad".
Esta misma semana, el director nacional de Higiene y Epidemiología del MINSAP, Francisco Durán, reconoció que hay casos de dengue en 12 de las 15 provincias de Cuba. Pero, a diferencia de los funcionarios santiagueros, evitó mencionar cifras de enfermos, una información que las autoridades mantienen bajo siete candados.
Durán afirmó que se han detectado casos sospechosos de dengue en 41 municipios y 48 áreas de salud. Añadió que en lo que se refiere a la fiebre del Oropouche, esta sigue presente en todas las provincias del país.
Sobre lo segundo, si bien el funcionario tampoco mencionó cifras, sí dijo que se diagnostican casos en 99 municipios y 174 áreas de salud, dos territorios más que la semana previa. En aquel momento, afirmó que eran 506 los casos diagnosticados en Cuba desde que se confirmó el primero, en mayo último.
El funcionario insistió en la importancia de realizar saneamiento del entorno y eliminar los criaderos de mosquitos como forma eficaz de prevenir y controlar al vector. Ello, pese a que la recogida de desechos es un problema crónico en la mayor parte de las poblaciones cubanas, atestadas de basura y con aguas albañales corriendo por la vía pública.
La situación epidemiológica en Cuba ha provocado la expansión de la enfermedad a al menos tres países de Europa y también a Estados Unidos. Entre España, Italia y Alemania rondan las dos decenas de individuos contagiados en Cuba, mientras que los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés) de EEUU reportaron hasta el 16 de agosto último 21 casos del virus en viajeros que regresaron de la Isla.
A fines de agosto, el Gobierno de Canadá publicó una actualización de las alertas de viaje a sus ciudadanos en la que los urgió a extremar las precauciones en Cuba debido al avance del dengue y por otras condiciones adversas de la crisis económica que padece la Isla.
Lo gracioso de esa foto es que es muy seguro que en la calle frente a esa casa tengan un lodazal de aguas albañales desde hace meses, ante la total indiferencia de las autoridades.