Cuba, 'potencia médica' llena de basura y epidemias

Aunque la acumulación de basura en las esquinas se ha vuelto un sello distintivo de La Habana, superando a la Giraldilla o el Capitolio, en realidad es un problema general en todo el territorio nacional, municipio por municipio, barrio por barrio. Es, sin dudas, uno de los "logros" de la Revolución en los últimos años. Entretanto, la Salud Pública, que el régimen ha utilizado para su propaganda durante décadas, mantiene su caída en picada.

En general, todos los servicios públicos relacionados con la salud y la calidad de vida están gravemente deteriorados en la Isla: desde el suministro de agua hasta el funcionamiento del alcantarillado y la recogida de basura, lo que mantiene a amplias zonas del país en la insalubridad.

La prensa oficialista en raras ocasiones se hace eco de los problemas reales de Cuba, pero es tan abrumador el tema de la basura acumulada en las ciudades que de vez en cuando se publican artículos al respecto.

Por ejemplo, la periodista Yamila Pupo Otero, de la emisora oficialista Radio Angulo, publicó en la página web de dicho medio un artículo titulado "Acumulación de basura en Holguín impacta armonía ecológica y urbana", en el que asevera que "en la ciudad la contaminación por la basura a la intemperie continúa siendo una de las principales problemáticas medioambientales (…) con impacto en el paisaje y la salud humana".

Los líquidos de la basura acaban filtrándose en el suelo o el agua, la descomposición emite gases que afectan el entorno. Vecinos, escuelas, centros de elaboración y venta de alimentos tienen que funcionar bajo el mal olor. Además, en los residuos sólidos acumulados en grandes cantidades proliferan plagas y vectores de enfermedades.

¿Por qué la apertura al sector privado no ha tenido un impacto mayor en la solución de esta problemática?

El tema de la creación de empresas privadas que se encarguen de los desechos sólidos es complejo debido a las limitaciones en su funcionamiento y a las actividades prohibidas, que impiden la concatenación de soluciones gestionadas mediante emprendimientos privados. Siempre el Estado está por el medio obstaculizando la eficacia.

Más no es imposible hacer algo al respecto, aunque sea incipiente o incompleto. De hecho, ya se han aprobado en algunos municipios del país MIPYMES con ese objeto social, cuyo cliente principal es la Empresa de Servicios Comunales local.

"La gestión pasa también por las mismas dificultades logísticas que afectan a las empresas estatales, especialmente relacionadas con el combustible, que tiene que ser asignado por el Gobierno municipal. Y siempre hay carencia, y a veces es crítica y no hay asignación por semanas", comenta a DIARIO DE CUBA un socio de una MIPYME recolectora de basura en un municipio de Holguín, que prefirió el anonimato.

"Nuestro trabajo es con el Gobierno, con la empresa de Servicios Comunales, y a veces tenemos que ir hasta al Partido para intentar que nos ayuden a conseguir el combustible. Esto es particular, pero no podemos estar en malas con los que mandan, son nuestro cliente".

"Aun así, este verano el tema combustible ha estado grave y se ha acumulado basura hasta de dos semanas. Proliferan también microvertederos improvisados por la gente, que está desesperada. A nosotros lo que nos conviene es recogerla, así ganamos. Pero el Gobierno, cuando no tiene cómo asignarnos, pide ayuda a las empresas más poderosas y recogen la basura como un maratón, y ahí no cobramos. Eso nos perjudica", explicó.

En vez de garantizar el combustible necesario a los emprendedores nacionales, ha trascendido en los últimos meses que el Gobierno pretende ofrecer el negocio de la recogida de basura a empresas privadas extranjeras. Las autoridades evalúan varios proyectos, según dijo al diario oficial Granma el subdirector de Inversiones y Desarrollo de la Dirección Provincial de Servicios Comunales, Hermes Tomás del Toro Acevedo.

En otro artículo al respecto, el medio oficial citó a la epidemióloga del Hospital Nacional de Rehabilitación Julito Díaz, Belkis Aracelis Barrera, quien señaló el vínculo entre la proliferación de la inmundicia y el incremento de enfermedades en el verano.

Proliferan los casos de vómitos y diarreas causados por moscas, la leptospirosis asociada a los ratones, y el dengue, el zika, el chikungunya y el oropouche —confirmado ya en las 15 provincias cubanas— transmitidos por mosquitos que se multiplican en microdepósitos de agua que surgen entre escombros y basura.

Aunque siempre tarde y minimizando el problema, o la responsabilidad del sistema, las autoridades se han visto obligadas a abordar la situación.

En la Mesa Redonda del pasado 5 de julio compareció la doctora Carilda Peña García, viceministra de Salud Pública, para dar sus valoraciones. Explicó las complejidades que vive el país, fundamentalmente asociadas a la presencia de dengue y oropouche.

En un intento por "normalizar" el deterioro sanitario, argumentó que "son enfermedades que proliferan no solo en Cuba, sino en todo el entorno geográfico". Y dijo que "Cuba es un país tropical", "con elevadas temperaturas e incremento de las lluvias, (que) son desencadenantes para las arbovirosis".

Con igual propósito "normalizador", la directora general del Instituto de Medicina Tropical Pedro Kourí (IPK), la doctora Vivian Kourí Cardellá, dijo que "nuestro país, ubicado en la entrada del Golfo de México, sometido al cambio climático y bajo los embates de fenómenos naturales, tiene a las arbovirosis entre las principales enfermedades a controlar y dar seguimiento entre la población".

El oropouche, originario de Trinidad y Tobago y Brasil décadas atrás, actualmente está en todas las provincias y todos los municipios de Cuba, con un alto índice de afectación. Lo peor en que se da en un entorno de proliferación descontrolada de los mosquitos vectores, de tipo Culex, los más abundantes en el país, y en medio de una profunda crisis de desabastecimiento de medicamentos.

Aparte del oropouche, el chikungunya y el zika, circulan en todo el país el dengue, la influenza H1N1, el cólera y cepas renovadas del SARS-CoV-2. Los niveles de afectación de dengue y covid son actualmente tan significativos como los de oropouche.

De covid, circula en Holguín una cepa que es percibida por la población como "un catarro muy malo", con un nivel de morbilidad muy alto y síntomas como fiebre, decaimiento, tos, inapetencia e irritación de la garganta.

"Casi es casa por casa, todo el mundo está contagiándose con el covid; parece que lo va a pasar todo el mundo", comenta Luisa Gómez, una enfermera de la familia que padeció el oropouche y luego el covid. "Hay muchas familias que enferman todos a la vez, o lo más común, de manera escalonada, y han pasado en dos o tres meses varias enfermedades de estas seguidas. Eso deja a la gente muy vulnerable inmunológicamente", añadió.

La situación de Cuba roza una crisis humanitaria. De ser un país que con pocos recursos tenía como prioridad la atención primaria de salud, y con mucho énfasis la campaña antivectorial y de control de focos de enfermedades contagiosas, se ha pasado al abandono de este aspecto tan importante de la sanidad, un salto hacia atrás más político que económico.

Las prioridades del Gobierno de Díaz-Canel no son los sectores relacionados con la sanidad pública, parecen ser los negocios de turismo, porque se sigue construyendo hoteles y minimizando los gastos de salud y servicios básicos. La acumulación de basura debido a la disfuncionalidad del sistema, no solo afea las ciudades, también contribuye significativamente al deterioro de la salud del pueblo.