Una doctora cubana del Más Médicos en Brasil, privada de ejercer, vive de ayudas

La doctora cubana Mariela Ambruster Almenares, quien participó en el programa Más Médicos impulsado por el Gobierno de la Isla en Brasil, vive hoy de ayudas de amigos y de esporádicos trabajos como cuidadora de ancianos en las ciudades de Nova Fátima y Nordestina, a unos 227 kilómetros de Salvador de Bahía, publicó la edición de Globo.

Ambruster Almenares es parte del grupo de cubanos que decidió quedarse en Brasil después de que La Habana sacara a sus profesionales del programa tras la polémica con el expresidente Jair Bolsonaro. Pese a su título de Medicina sigue sin poder ejercer su profesión por falta de homologación en ese país. 

Esta mujer de 53 años trabajó en la atención primaria en Nova Fátima de 2013 a 2016 como parte de Más Médicos.

Para mantenerse en el terreno de la salud, la cubana promueve charlas gratuitas para jóvenes, adultos y ancianos sobre la prevención de enfermedades y la importancia de la mamografía y los exámenes preventivos como el de próstata.

"Vivo gracias a la ayuda de verdaderos amigos y puedo decir que no me muero de hambre", dijo la doctora cubana al medio.

Desde que finalizó el programa, la cubana no ha vuelto a ser ubicada en el área donde estuvo destinada. La solución fue trabajar como auxiliar de farmacia en dos ciudades de Bahía: Feira de Santana y Nova Fátima.

Mariela Ambruster Almenares también se desempeñaba como cuidadora de ancianos, actividad que actualmente realiza de manera esporádica, como una forma de conseguir dinero extra para pagar las cuentas básicas y ayudar a sus hijos en Cuba.

La cubana dijo a Globo que ya ha intentado en cuatro ocasiones que se le reconozca su título, a través del Examen Nacional de Revalidación de Títulos de Médicos Expedidos por una Institución de Educación Superior Extranjera (Revalida), pero no lo ha logrado.

"Un abogado está tratando de resolver la situación con mi diploma, para que algún día yo pueda trabajar como médico aquí en Brasil, que es lo que soy, lo que sé hacer", dijo.

Fuera de Mas Médicos, los graduados en el extranjero no pueden trabajar en medicina brasileña sin la aprobación de Revalida. Sin embargo, en el caso del programa federal, los extranjeros participantes están autorizados a trabajar en Brasil incluso sin haberse presentado al examen.

Hace pocos meses, cuando el Gobierno de Lula Da Silva anunció que planeaba la reanudación del programa Más Médicos, lanzado oficialmente este lunes, autoridades citadas por la prensa local dijeron que se contemplaría a los cubanos que se establecieron en Brasil. Hubo un fallo de la justicia federal al respecto, pero cubanos como Ambruster Almenares siguen ser convocados para ocupar plazas médicas.

"Dicen que todas las vacantes ya fueron ocupadas por brasileños que estudiaron en otros países. Con esa respuesta, la sensación que tengo es que, en todo Brasil, en Bahía, hay médicos en los puestos. Sabes que realmente no es así", lamentó.

Licenciada en Medicina en 1993, Mariela Almenares cumple este año 30 años de experiencia. En los últimos siete años trabajó fuera del área, también con la ayuda de amigos. La barrera entre ella y el acceso a plazas de médicos es su título. La doctora dijo que estando en Cuba el exesposo hizo quemar el documento. El hombre no aceptó el fin de la relación.

A pesar de haber obtenido la segunda copia del título, este documento no es considerado original por Revalida e impide completar el proceso.

Luiz Inácio Lula da Silva relanzó este lunes el programa Más Médicos, ahora rebautizado Más Médicos para Brasil, con el que pretende dar cobertura a 96 millones de personas e incluirá el doble de profesionales, de 13.000 a 28.000, de acuerdo con el discurso del presidente, muy vago con el tema de los profesionales cubanos.

En una ceremonia en el Palacio de Planalto en Brasilia, Lula da Silva anunció recursos adicionales para este programa, que actualmente tiene 18.000 plazas. Un total de 5.000 permanecen vacantes, situación que atribuyó a que los profesionales no quieren trabajar en destinos remotos.

Durante su discurso, Lula se refirió a los médicos cubanos y a "ataques" que recibió el Gobierno brasileño por la participación de estos profesionales. Dijo que, a pesar de ello, "el programa fue un éxito". No dijo nada de la inclusión de los profesionales de las Isla en la restauración del plan. El presidente se limitó a decir que los brasileños tienen prioridad en las vacantes, pero que el programa no es excluyente.

El viernes pasado, los senadores cubanoamericanos Bob Menéndez (demócrata por Nueva Jersey) y Marco Rubio (republicano por Florida) instaron al secretario de Estado de los Estados Unidos, Antony Blinken, "a hacer más para disuadir a los gobiernos de la región de apoyar el tráfico de personas del régimen cubano".

En una carta enviada el viernes a Blinken, señalaron que "desde la década de 1960, el criminal régimen cubano ha desplegado cientos de miles de médicos cubanos por todo el mundo", sostuvieron que "estas 'misiones' internacionales son realmente un esquema moderno de trata de personas" y alertaron de que, pese a esto, "este año, México, Brasil y Colombia han indicado que reiniciarán programas que los emplean".

Una serie de reportajes publicados por DIARIO DE CUBA entre finales de 2018 y principios de 2019 reveló que el programa Más Médicos fue propuesto por el Gobierno cubano, que la contratación de servicios médicos cubanos en Brasil se ocultó bajo un supuesto programa de "formación" para no tener que pagar salarios a los profesionales, y que las negociaciones se efectuaron de manera confidencial para evitar la reacción de la comunidad médica de Brasil.

La investigación también mostró que el Gobierno cubano se quedó con más del 70% del salario de los médicos y el Gobierno brasileño estuvo de acuerdo con esto desde un inicio.

En 2018, tras la llegada al poder de Jair Bolsonaro, quien exigió que los médicos cubanos recibieran de manera íntegra los salarios que pagaba por ellos ellos Brasil, que sus familias pudieran acompañarlos y que revalidaran sus títulos, el Gobierno cubano anunció la retirada de sus profesionales del programa.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha sido demandada por varios médicos cubanos, por su intermediación financiera en el programa. Durante cinco años, esta entidad se cobró el 5% de lo que pagaba Brasil al régimen cubano, que se quedó con el 85%, mientras los médicos recibían solo el 10%. Profesionales que escaparon del programa demandaron a las autoridades de La Habana por "trabajo forzoso" en condiciones de "esclavitud moderna".

El Gobierno de Cuba niega las acusaciones de trata de personas, continúa con su propaganda de ayuda humanitaria y dice que es parte de una campaña de EEUU para atacar su sistema de salud, uno de sus principales pilares.