El primer ministro cubano, Manuel Marrero, reconoció este lunes en una reunión con directores nacionales de Salud que 57 brigadas del Contingente Henry Reeve con 5.000 profesionales sanitarios trabajaron en labores relacionadas con la pandemia de Covid-19 en el extranjero, mientras la Isla sufría un colapso sanitario, informó la Agencia Cubana de Noticias.
De acuerdo con Marrero, la cifra de profesionales que han formado parte de las polémicas misiones médicas del Gobierno cubano asciende a medio millón y su labor ha sido desplegada en 130 países.
"En nombre del Gobierno y del pueblo tenemos miles de razones para estar orgullosos de ustedes, y estamos convencidos de que continuarán avanzando con pasos firmes", agregó el funcionario, quien culpó a los médicos cubanos en el mes de agosto de la crisis sanitaria en la Isla.
Entonces Marrero afirmó durante una reunión en Cienfuegos que "se están cometiendo errores", "hay indisciplinas" y la población se queja más de la mala atención que de la falta de medicamentos, aunque posteriormente tuvo que retractarse por las críticas recibidas.
Sobre el programa de los Médicos de Familia, el político cubano dijo es “la columna vertebral del Sistema Nacional de Salud”, aunque agregó que es necesario "atemperar sus conceptos fundacionales a los tiempos actuales".
En el encuentro, realizado en la localidad habanera de Cojímar, también participó el ministro de Salud José Ángel Portal Miranda, quien mencionó las insatisfacciones de la población sobre este sector expresadas en las asambleas de rendición de cuenta del Poder Popular, e instó a completar el grupo básico de salud para dar un vuelco de calidad al programa de los Médicos de Familia.
En ese sentido hizo énfasis en la necesidad de lograr la estabilidad en el funcionamiento de los médicos y enfermeras en los consultorios, así como también una mayor calidad en la formación de recursos humanos.
La jefa del Programa de Atención Materno Infantil, Noemí Cauza, reconoció que en el presente 2021 se incrementó la mortalidad infantil y materna en la Isla, de lo cual culpó a la pandemia del Covid-19.
La exportación de servicios profesionales, mayoritariamente médicos, es una de las principales fuentes de ingreso del Gobierno cubano, que se queda con al menos el 75% de lo que pagan los países de destino en concepto de salarios.
Además de tener que entregar la mayor parte de sus salarios, los profesionales de la salud cubanos enviados a misiones en el exterior son sometidos a una fuerte vigilancia y restricción de sus libertades fundamentales.
Estas condiciones han sido denunciadas por organizaciones defensoras de derechos humanos y la ONU ha advertido que podrían constituir formas de "trabajo forzoso" y "esclavitud moderna".
Para justificar el robo de los salarios de los profesionales, el régimen cubano suele decir que la mayor parte del dinero recaudado se destina a mantener el sistema de salud pública de la Isla. Una investigación de DIARIO DE CUBA demostró en 2018 que esa afirmación es falsa, los beneficios no se revierten en la calidad de vida y la salud de los cubanos, que denuncian constantemente el deterioro de la infraestructura sanitaria y la escasez de medicamentos e insumos, agravados por la pandemia de Covid-19.