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Comercio

Comprar combustible en Ciego de Ávila se convierte en una odisea tras la implementación de las tarjetas prepago

Demora en el servicio, aumento de las colas y pérdida de dinero por parte de los clientes son algunas de las consecuencias.

Ciego de Ávila
Un trabajador realiza un cobro con una tarjeta magnética.
Un trabajador realiza un cobro con una tarjeta magnética. Invasor

Tanto los trabajadores como los clientes de las gasolineras de Ciego de Ávila han mostrado inconformidad ante la comercialización del combustible a través de tarjetas prepago y la eliminación de los pagos en efectivo, lo cual ralentiza considerablemente el servicio, entre otras dificultades recogidas por un reporte del periódico provincial Invasor.

La administradora de la mayor gasolinera de la provincia, Saily Vega Peña María, dijo que uno de los problemas está dado porque los clientes que necesitan adquirir dos litros de combustible deben comprar dos tarjetas de 25 pesos, lo que implica que los trabajadores deban teclear los 16 dígitos de cada tarjeta y habilitar dos bombas diferentes para que el usuario eche la gasolina, pues de lo contrario tendría que ir dos veces a la ventanilla.

Esto sucede porque las tarjetas comercializadas solo son de 25, 75, 125, 250, 500 y 1.200 pesos cubanos, lo que limita las opciones del cliente y lo obliga a comprar varias para completar la cantidad que desea.

Además, la adquisición del producto se complica aún más debido a que existen tres tipos de combustible con diferentes precios, pues el litro de B-94 cuesta 30 pesos, el de B-90 tiene un costo de 25 pesos y el de B-83 20 pesos.

En tanto, los clientes se exponen a perder dinero, pues quien desee comprar tres litros de B-94 no tiene otra opción que comprar la tarjeta de 100 pesos cubanos, pero al tener un costo total de 90 pesos, los diez restantes no les son devueltos.

Por otra parte, las mencionadas tarjetas solo pueden ser usadas por un período de 24 horas, lo que provoca que algunos choferes, al comprar más de la que pueden ingresar en el depósito, se ven obligados a regresar más tarde a por más, pero en ocasiones las colas les impiden realizar la operación.

La gerente comercial de CIMEX en Ciego de Ávila, Irene María García Olivera, dijo estar al tanto de las inconformidades de los clientes, por lo cual ha realizado solicitudes para resolver estos problemas, aunque alegó que ello "escapa a la jerarquía de la empresa en la provincia".

Otro problema asociado al nuevo método de pago es que los servicentros de Ciego de Ávila no cuentan con la cantidad suficiente de equipos para realizar las ventas a través de las tarjetas, y algunos de ellos ni siquiera tienen señal de ETECSA.

Por ello, en casos excepcionales, se ha permitido la venta en efectivo, como sucede en la mayor parte del mundo, donde los clientes eligen de qué manera pagar, pero las autoridades cubanas alegan que "crea descontrol".

Durante los últimos meses las autoridades cubanas, en medio de la crisis económica que sufre la Isla, han optado por incrementar el comercio a través de tarjetas magnéticas e ir eliminando paulatinamente la circulación de efectivo en el país.

Al respecto, la analista de temas económicos, Rafaela Cruz, escribió en DIARIO DE CUBA que "si el dinero efectivo desaparece y el comercio se hace solo mediante tarjetas estatales y en plataformas estatales, no solo desaparecerá el mercado negro —al menos como lo conocemos hoy— sino que el Gobierno sabrá exactamente, en todo momento, cómo vive cada cual, de dónde le llegan los recursos y cómo los gasta".

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