Las redes sociales no solo significan para los cubanos simples un escenario donde manifestar sus críticas, que por muy tímidas que sean abren otro frente entre las voces que disienten y exponen realidades incómodas para el régimen, sino que han servido además a varias figuras mediáticas para sumarse a esos reclamos.
El descontento social por la crisis de desabastecimiento de productos de primera necesidad y agudizado por la pandemia del Covid-19, ha provocado la reacción de figuras populares a las que las escaseces o medidas implementadas han tocado de cerca.
Entre ellas están los humoristas Ulises Toirac y Nelson Gudin; la actriz Yerlin Pérez López, el cineasta Ernesto Daranas, los actores Carlos Massola, Bárbaro Marín y Erdwin Fernández; el dramaturgo Yunior García Aguilera; la periodista Julia Osendi; el locutor Yunior Morales; el realizador Eduardo del Llano, son algunos de los que se han pronunciado de manera crítica ante lo que sucede en Cuba.
Los temas más candentes han sido la comida, la escasez de medicamentos, los pésimos servicios de ETECSA y sus altísimos precios, la censura, puntuales medidas tomadas por la cúpula de Miguel Díaz-Canel, asuntos todos que tienen raíz en el propio sistema que ahoga también a estas celebridades, familiares y amigos.
La periodista deportiva cubana Julia Osendi Díaz, por ejemplo, se sumó en mayo a las denuncias de cientos de cubanos que se han quejado por el presunto robo de saldo telefónico perpetrado por el monopolio estatal de las Telecomunicaciones de Cuba.
Osendi publicó varios escritos en los que fustigó a ETECSA en plena campaña de los cubanos en redes sociales denunciando sus abusivos precios.
Ulises Toirac, cuyas publicaciones son frecuentes y han abordado varios asuntos, criticó la apertura de las tiendas en divisas administradas por los militares cubanos, que más tarde han sido calificadas por muchos en la Isla como "apartheid económico".
También el actor cubano Carlos Massola se pronunció sobre el desabastecimiento de alimentos y la apertura de las nuevas tiendas en Moneda Libremente Convertible (MLC) durante una entrevista ofrecida al espacio Somos Miami TV.
Para el también humorista Nelson Gudín "nunca los inquisidores han tenido razón, en ninguna época ni sistema social", en una reflexión acerca de la censura en la Isla.
En una línea similar, Erdwin Fernández se pronunció por "decir lo que piensas y criticar lo mal hecho" porque "no es un delito". Fernández incluso calificó como "cobarde" a quien "esconde y justifica errores y disparates".
En un paso más allá de la crítica, el actor Mario Guerra pidió libertad para el preso político Silverio Portal Contreras.
"Sé que hablar del asunto me puede costar, pero necesito estar en paz conmigo mismo: Espero y deseo que envíen para su casa a Silverio Portal. Es un hombre enfermo", escribió en su Facebook.
En mayo pasado la actriz Yerlin Pérez López estalló en sus redes sociales por unas croquetas en estado deplorable que adquirió en Centro Habana, donde reside. El producto formaba parte del módulo de alimentos que vende el Gobierno ante la pandemia del nuevo coronavirus.
La pandemia ha dado para mucho. El Gobierno aprovechó para declarar la guerra a los llamados coleros, a quienes acusa de acaparar y culpa en parte del desabastecimiento. Granma se sirvió de una película del realizador cubano Ernesto Daranas para visibilizar esta cruzada y el director dejó clara su postura.
El cineasta rechazó la interpretación que hizo el periodista oficialista Elson Concepción y criticó que su filme Conducta fuera utilizada para criminalizar a los "coleros" y justificar su persecución.
El actor cubano Bárbaro Marín denunció recientemente la escasez de salbutamol en la Isla, un medicamento muy demandado por los pacientes de asma, enfermedad que padecen, solo en su forma más severa, 50.000 personas en Cuba.
"Vivimos criticando una sociedad donde si no tienes seguro médico te dejan morir en la puerta de un hospital y aquí predicamos lo contrario, pues me acaba de ocurrir lo que tanto criticamos. Puedo morir de un paro respiratorio en la puerta de mi farmacia, que si no tengo receta para la medicina no me la dan, aunque la tengan", escribió el actor.
Las muestras más recientes de enfado por la situación actual en Cuba llegan con el locutor Yunior Morales, quien estalló en su muro de Facebook pidiendo "respeto para el pueblo cubano" ante las tripas, gallinas 'decrépitas' y croquetas contenidas en los planes de alimentación pregonados por el ministro del sector en la Mesa Redonda.
El propio Morales resume el hecho de que personajes públicos en la Isla, incluso desde unas redes sociales vigiladas, ejerzan la crítica y la libre opinión.
"Decir la verdad no me hace mercenario y sí agradecido con esos antepasados que legaron mucha osadía. Al que no le guste mi sinceridad que aprenda de valores humanos. Somos muchos careciendo de lo básico, en una estresante supervivencia. Vengan soluciones y menos consignas que no tenemos dos vidas. Me expreso como ciudadano que ama a Cuba con deberes, derechos y criterio", señaló.
Con estas denuncias y reclamaciones, se le ha abierto un nuevo frente de críticas al régimen de La Habana, que seguramente teme el "contagio" que puedan traer ejemplos como estos.
En el caso particular de Eduardo del Llano, el de la cara de vieja mofletuda, es una técnica muy arcaica que consiste en tirarle dos piedras a los mayorales de Biran para tirarle diez a la oposición y al exilio. Que lo compre quien no lo conozca.
Modelo de hambre y represión, el del régimen cubano. Exportado a Venezuela, neo colonia castrista. Bien por aquellos que levantan la voz. Aplausos y medallas.
Si me pides el pescao te lo doy..... si me pisas el callo brinco y que! Como la pelicula Despertares, volveran a quedarse dormidos.
Todo eso es muy bueno, pero controlable por el régimen mientras no convoquen a reuniones, protestas u otras acciones colectivas que pongan en riesgo el poder. Igual que permitieron las manifestaciones contra el abuso de animales. Es más, si alguien en ese régimen tuviera seseras lo podían presentar como diversidad de opiniones que el muy "democrático" régimen permite. Es una nueva realidad en la sociedad cubana, después de la muerte de Fidel Castro y de la presidencia de alguien que, como El Designado, no es "histórico", sino un dirigente más del anacrónico PSP.
Todo eso es "fuego de paja": no pasa ná.
"Cuba tendrá grandes descontentos y eso será también una obra de la revolución"
Polvorín de Ifigenia