Desde la sede del Movimiento San Isidro: 'Si estamos convencidos de morir es por una razón de libertad'

El lunes 16 de noviembre 14 activistas se atrincheraron en la sede del Movimiento San Isidro para pedir la libertad del músico contestatario Denis Solís González, condenado a ocho meses de cárcel por un supuesto delito de "desacato". Pero la historia dio un giro radical cuando este miércoles nueve de ellos decidieron declararse en huelga de hambre, y algunos de sed, después de que agentes policiales interceptaran a la persona que les suministraba alimentos.

A tres días de iniciado el ayuno, DIARIO DE CUBA conversa con los plantados en la sede del MSI.

"Me empiezo a sentir un poco débil. Ayer tuve dolores estomacales, pero creo que se está ajustando el cuerpo ya", indicó el artista independiente Luis Manuel Otero Alcántara, coordinador del MSI, quien está en huelga de hambre y sed.

"Estoy convencido, superpuesto, firme en mi talla, de que si no sueltan a Denis, yo me voy del parque", dijo Luis Manuel en un breve audio enviado a través de WhatsApp. Desde que inició la huelga el activista expresó que no deseaba establecer comunicación alguna hasta tanto no sea liberado Denis Solís.

"Me preocupa más la seguridad de mis amigos aquí dentro que la mía misma. Y estoy convocando a los cubanos que están: 'ay, que no te pase nada, come, que ustedes son más importantes vivo que muertos', todos los que tengan esa postura lo que tienen es que hacer algo, tirar un chicle, levantar una mano, ir a una plaza, no sé… Pero que no nos quiten el aliento a nosotros y, sobre todo, no nos subestimen, si estamos ahora mismo convencidos de morir es por una razón de libertad, que la gente lo que tiene es que sentirse orgullosa de eso y hacer algo para que no nos pase nada".

"No me siento tan mal todavía. Todavía aguanto y aguanto mucho", indicó Maykel Castillo "Osorbo", también en huelga de hambre y sed. "Hasta que no suelten a Denis Solís, así me cueste la vida, no voy a salir de esto", dijo el rapero contestatario, padre de una niña de cuatro años.

Esteban Rodríguez López es miembro del MSI y colaborador del medio independiente ADN Cuba. Se encuentra en huelga de hambre y sed, "por la liberación de Denis Solís primero, y por el cierre de las tiendas en dólares americanos".

"Soy un padre de familia con dos niñas que lo que quiere es la libertad de Cuba. He sufrido diferentes tipos de arrestos, desde no dejarme salir de mi casa hasta meterme en un calabozo por cuatro, cinco o siete días. Estoy aquí por mi voluntad, y estaré aquí hasta las últimas consecuencias. Espero que seamos oídos. No somos jóvenes locos que estamos atentando contra nuestras vidas, al contrario, somos jóvenes que deseamos la libertad de nuestro país, para que mis hijas tengan un futuro mejor", enfatizó Esteban.

La profesora Omara Ruiz Urquiola está acompañando a los activistas, pero ella no hace huelga pues es paciente de cáncer. "Es una situación extrema a la que nadie aquí quería llegar y las circunstancias nos dejaron en este punto en el que estamos. No voy a dejar a mis amigos solos", señaló la activista. "Me siento bien, estoy entera".

Sobre la convivencia en la sede del MSI, Omara comentó que hay personas que se conocieron allí a raíz de esta acción: "Pero se ha logrado una armonía en evolución, hay una causa que es más fuerte que todos nosotros y que nos hace ver la luz al final del camino. Hay buen ambiente y claridad. Tenemos claro algo fundamental, no podemos dejar a los nuestros solos, porque están las cárceles llenas de presos por motivos políticos, mal disimulados, y no tenemos ningún acicate legal".

"Llegaron a golpearme, llegaron a lastimarme, son bestias", dijo en referencia a la represión policial de la que fue víctima cuando fueron arrestados frente a la estación policial de Cuba y Chacón el pasado 14 de noviembre.

"Es un momento crítico, ya no solo es por un amigo, cuando la asfixia llegó a violar hasta parámetros que son vigentes en las guerras mundiales como es el acceso a los acuíferos, cuando trataron de contaminarnos el agua y nos cortaron la línea de alimentación, como si fuéramos animales a los que hay que dar caza, ya entonces se escaló a otro nivel, y esto tiene otra dimensión", apuntó Omara, que está "estableciendo normas de convivencia, porque vienen días duros para las personas que están en huelga", señaló.

El artista Yasser Castellanos depuso la huelga de hambre después de 30 horas tras fuertes malestares. "Estoy aquí porque me pareció alarmante que volvieran a detener, y luego encarcelar, a otro músico urbano por el simple hecho de estar en contra del Gobierno y manifestarlo artísticamente, y ser simpatizante del Movimiento San Isidro, por lo que representa el Movimiento en la sociedad cubana, es como una luz y una inspiración, y el Gobierno está atacando a quienes manifiestan algún tipo de solidaridad. Es evidente que se trata de un escarmiento, y había que hacer algo al respecto, porque si permitimos que eso suceda luego pueden ir reprimiendo de igual manera a otros", argumentó.

"En lo personal nunca he estado de acuerdo con las huelgas de hambre, pero la asumí por solidaridad con mis compañeros. La llevé hasta donde pude, pero llegue a un punto en que me parecía que ya el malestar era demasiado. Mis compañeros me estaban proponiendo que me repusiera, y resistí hasta donde pude, que era mi propósito", declaró el creador, que padeció fatiga y vómitos en reiteradas ocasiones durante la huelga.

"Estoy a la expectativa… Los seres humanos no sabemos realmente mucho de por qué hacemos las cosas que hacemos. Creo en la existencia de Dios, y creo que él es él único que sabe lo que está haciendo, y qué curso van a tomar las cosas. Si me involucro en esto es porque tengo la esperanza de que podamos incidir en la conciencia de la gente", expresó.

Adrián Rubio es el más joven del grupo, con 18 años de edad. Abandonó el servicio militar, argumento que ha usado la policía política este viernes para intimidar a su madre y amenazarla con procesar a su hijo. Adrián está en huelga de hambre "por la liberación de Denis Solís, por el cierre de las tiendas en dólares, y porque quiten las multas de 2.000 pesos, un costo tan alto que ningún trabajador tiene ese dineral".

"Me encuentro perfectamente a pesar de que ya llevo más de 48 horas sin ingerir ningún alimento”, dijo el activista.

Osmani Pardo Guerra es trabajador por cuenta propia y también está en huelga de hambre. "Como es normal, el cuerpo se va debilitando, los labios se resecan…", dijo el activista sobre su estado de salud. "Estoy aquí porque no aguantaba más tanta injusticia, tantas cosas que están sucediendo… Mi fe es cristiana y se están cometiendo muchas injusticias, están tumbando templos, hay persecución con los cristianos… En sentido general al pueblo lo están machucando mucho".

La periodista independiente Iliana Hernández está en huelga de hambre: "A raíz de que le robaran 200 dólares a una vecina y la comida que nos traía, nos atrincheramos y para que Omara Ruiz Urquiola tuviera alimentación suficiente para poder estar aquí decidimos hacer esta huelga en respuesta a la acción represiva que tuvo la Seguridad del Estado con nosotros".

"Me siento fuerte", dijo la reportera de CiberCuba, que vio (y sufrió) como su madre fue detenida este jueves cuando intentaba llegar a la sede del MSI. "En este país no se respeta la ley, aquí es el poder, no la ley. Queremos un país con ley", enfatizó.

El científico Oscar Casanella está en huelga de hambre porque está "muy indignado", como manifestó en un video en su cuenta de Facebook. "Tengo mucho dolor por las cosas que tenemos que hacer nosotros los cubanos para protegernos y para tratar de frenar la injusticia y la represión política", dijo.

Oscar se siente "un poco débil y con los labios cuarteados" a pesar de que está tomando agua. "Ya no siento la sensación de hambre intensa que sentí los dos primeros días", explicó.

"Tengo una mezcla de sentimientos muy intensa. Siento una gran indignación, por lo que le hicieron a Denis Solís González y por lo que nos han hecho todos estos días los represores, siento mucho amor y añoranza por toda mi familia, especialmente por mi hijo y mi esposa. También me siento culpable del dolor que les estoy causando a ellos, quienes me culpan de ser egoísta y no pensar en ellos", dijo el activista, que tiene un hijo de tres años.

Jorge Luis Capote, de 21 años, es youtuber y cuentaprosista. No está en huelga, pero acompaña a los que hacen ayuno. "Lo que me motivó a estar aquí es que estoy cansado de las injusticias, del abuso policial, de que en nuestro país no exista democracia… De que no tengamos voz.. Somos un número más".

Anyell Valdés Cruz fue la última persona que se incorporó al grupo. Llegó este jueves burlando el cerco policial con sus tres hijos, que luego se fueron con la abuela mientras ella se quedó para acompañar a los activistas, aunque no está en huelga: "Estoy atendiendo la cocina, y lo que haga falta".

"Aquí me siento muy bien, entre hermanos", dijo Anyell, que es madre soltera. Se inició como activista en la organización opositora Cuba Independiente y Democrática, aunque ha seguido por su cuenta.

En la casa también se encuentran el escritor Niovel Abu Alexander Tamayo, que no participa de la huelga por ser practicante de la religión musulmana y la curadora Anamely Ramos, que no está de ayuno.

"La Seguridad del Estado, al cortar nuestros suministros, nos arrojó prácticamente a la huelga, por lo que la situación se crispó inesperadamente y nos encontramos de repente en el vórtice de una cotidianidad extrema. ¿Qué se hace cuando el horizonte de tu vida se reduce abruptamente al lapsus de diez o veinte días? ¿Acaso cambian los pensamientos que empiezan a rondarte? ¿Imaginas algún deseo final?", se preguntó Anamely en una crónica publicada en la revista El Estornudo.

La poeta Katherine Bisquet no está en huelga, pero se encuentra acompañando a los huelguistas. "Estoy básicamente en shock, sin pensar en la muerte… Sin embargo, ellos [los huelguistas] están dispuestos a morir. Empiezo a verlos debilitándose y me causa una tristeza terrible".

"Van a venir días en que no voy a poder, y tengo que poder… Pero tengo un hilo de esperanza de que esto va a tener un final feliz, creo que vamos a salir bien de esta. Es la energía que se respira. No existe aquí miedo, hay una residencia frontal, serena, meditativa. Y eso me preocupa, porque te da la medida de la seriedad de esto, que están dispuestos 100% a seguir adelante", dijo la escritora.