Mejores directores cubanos en Series Nacionales

En anteriores trabajos hemos elegido a los mejores tres peloteros cubanos por posición que se han desempeñado en Series Nacionales. DIARIO DE CUBA ya dio su voto (siempre polémico) a receptores, jugadores de cuadro (primera base, segunda, torpedero, tercera) y jardineros (izquierdo, central, derecho), así como a los bateadores designados y los lanzadores (derechos y zurdos).

No podíamos concluir estas votaciones sin elegir a los directores,  esos que se encargan en un terreno de béisbol de organizar las piezas y trazar estrategias para la victoria. Aquellos que muchas veces no se les reconoce su trabajo y son objetos de críticas y señalamientos por parte de una fanaticada apasionada que casi siempre piensa que tiene la verdad en las manos, muchas veces sin conocer las múltiples interioridades de un equipo de pelota.

Muchos han sido los managers que han pasado por los campeonatos domésticos y que han llevado las riendas del equipo nacional. Polémicos, autoritarios, aglutinadores, visionarios, inteligentes o científicos, son algunas de las características que los han hecho famosos. Sin embargo, son los resultados obtenidos por los equipos bajo sus mandos el parámetro definitivo que nos impulsa a elegirlos entre los mejores de las últimas décadas. Aquí los finalistas.

Jorge Fuentes, serenidad y sabiduría

De carácter apacible, pocas veces se le vio a este pinareño perder la compostura en sus casi treinta años dirigiendo los equipos de su provincia natal y las selecciones nacionales. Estudioso, logró unificar equipos con sabiduría y una capacidad única para transmitir confianza y darle buen término a las herramientas de sus jugadores.

Aun tras más de veinte años de su retiro como director de equipos, Fuentes se mantiene como el máximo ganador de partidos de play-offs, con 68, y posee el mejor promedio de ganados y perdidos entre todos los timoneles que han dirigido al menos durante cinco contiendas, con un excelente balance de 979-510 (.657).

Sin haber jugado jamás béisbol organizado, con solo 31 años hizo su debut, en 1981, alcanzando sendos títulos en la Serie Nacional y la Selectiva ese año, hazaña que abrió las puertas de su carrera de par en par.

De las diez temporadas que dirigió a Vegueros en la Nacional, Fuentes se coronó campeón en cuatro de ellas, mientras que obtuvo el título en cuatro Series Selectivas, además de un segundo y tres terceros lugares, para convertirse en el máximo ganador en este tipo de eventos.

Siempre en el podio, obtuvo dos segundos lugares en las Copas Revolución (1996 y 1997), y en las tres Súper-Selectivas que se organizaron concluyó en tercero, segundo y primer lugar, por ese orden.

Como director del equipo nacional prácticamente barrió en todas las competencias en que participó, al ganar la medalla de oro en tres Juegos Centroamericanos, un Panamericano, dos Campeonatos Mundiales, tres Copas Intercontinentales y dos Juegos Olímpicos (Barcelona-92 y Atlanta-96).

Higinio Vélez, constancia y resultado

Aunque se ha ganado infinidades de críticas por su gestión durante años al mando de la Federación Cubana de Béisbol, al punto de convertirse en una de las personas más odiadas en la Isla relacionadas con el deporte nacional, Vélez fue un excelente director de equipos antes de asumir el cargo federativo.

Siempre al mando de conjuntos orientales, participó en 26 torneos nacionales con los equipos de Mineros, Orientales, Santiago de Cuba y Serranos, con un balance de 892 victorias y 565 derrotas, para un promedio de .612, alcanzando el éxito nueve veces, repartido en cuatro Series Nacionales, tres Selectivas, y las dos Copas Revolución que se efectuaron.

Al mando del equipo Cuba salió airoso en los Juegos Panamericanos de Indianápolis-87, en dos Copas Mundiales (Habana-2003 y Holanda-2005) y en los Juegos Olímpicos de Atenas-2004. Sin embargo, lo que le llenó de gloria fue el subtítulo obtenido en el primer Clásico Mundial, considerado por muchos especialistas como el evento más difícil que ha tenido que enfrentar el béisbol cubano desde que fue eliminada su Liga Profesional, en el año 1962.

Serbio Borges, autoridad y visión

Autoritario, de carácter complejo y dueño de un sexto sentido para estos menesteres, Borges fue el máximo ganador en eventos internacionales durante los más de diez años que se mantuvo al frente de la selección nacional cubana.

Polémico e intimidante, se caracterizó por sus decisiones audaces en los partidos, basadas en una visión sorprendente y el conocimiento a fondo de sus jugadores.

Borges apenas dirigió tres temporadas en Series Nacionales, logrando la corona en dos de ellas (Azucareros, 1970; y Habana, 1990) con un balance jamás conseguido por ningún otro director, de 167 victorias y apenas 64 fracasos, para un altísimo promedio de .723.

Con solo 20 años, Borges se convirtió en el manager más joven en el planeta en ganar un Campeonato Mundial, al llevar a la cúspide al equipo Cuba en el torneo realizado en República Dominicana en 1969.

Durante más de una década en esas funciones, ganó ocho medallas doradas en competencias del orbe, tres en Juegos Panamericanos y Centroamericanos y una en Copas Intercontinentales.

Destituido de sus funciones al caer el equipo Cuba bajo su mando en la final de la Copa Intercontinental de Edmonton-81 y los Juegos Centroamericanos al año siguiente, desapareció de los terrenos hasta el año 1990, donde guio al equipo Habana a un campeonato muy anhelado y se retiró por todo lo alto.